En días pasados, el Movimiento Antorchista Nacional realizó un evento con motivo del centenario de la muerte de Vladimir Ilich, Lenin, donde con su magistral conferencia, Aquiles Córdova Morán abordó la vigencia del pensamiento de este gran revolucionario ruso que dejó como enseñanza que la fuerza de los trabajadores, encabezada por un partido revolucionario, puede construir una sociedad más justa y equitativa para todos.
No es para menos, pues en México y en el mundo las condiciones de pobreza y miseria siguen existiendo y exigen un cambio que permita al pueblo trabajador su liberación. Veamos.
El portal web El Economista menciona lo siguiente: “De acuerdo con datos de Coneval, 46.8 millones de personas viven en pobreza en México, lo que equivale al 36.3 % de la población total del país. Aunque se registró una disminución de 5.1 millones personas en pobreza, los mexicanos que viven en pobreza extrema se mantuvieron casi igual, con un leve aumento de 400 mil personas al pasar de 7.0 a 7.1%”.
En México y en el mundo las condiciones de pobreza y miseria siguen existiendo y exigen un cambio que permita al pueblo trabajador su liberación.
Es decir que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno actual, con sus programas de Transferencia Monetaria Directa, no ha logrado abatir la pobreza extrema, pero lo que sí ha logrado es que en este sexenio los ricos se hagan aún más ricos.
Datos de Oxfam señalan que 14 ultrarricos acaparan el 8 % de la riqueza en México. Las 294 mil personas más ricas acumulan el 60 % de la riqueza de México. Es decir, 0.2 % de la población posee seis de cada diez pesos de riqueza en el país. Además, después de la pandemia, Carlos Slim y Germán Larrea, acumularon tanta riqueza como 334 millones de personas.
Una abismal concentración de la riqueza en unos cuantos potentados, mientras que a los trabajadores, que son los que producen con su trabajo todo lo que existe, no les alcanza ni siquiera para alimentarse de manera digna; viven en la pobreza y en la miseria.
Por si esto fuera poco, la inseguridad ha tocado cada rincón del país; para muestra nuestro pequeño estado de Colima, donde 2023 fue galardonado como el año más violento. Según el fiscal general del estado, Bryant García Ramírez, se cometieron ese año 885 homicidios, por lo que oficialmente se ha convertido en el año más violento desde que existen registros sobre la incidencia delictiva.
La cifra de asesinatos superó ya los 868 que se cometieron durante 2022; hasta ese momento el año más violento en la historia reciente de Colima.
También se han incrementado los homicidios dolosos a mujeres: 120 hasta el mes de noviembre contra 109 del año pasado. Además, las ejecuciones a policías y elementos de seguridad han ido en aumento.
Y a pesar de estos claros ejemplos de lo que padece el pueblo trabajador de México, la realidad es que el pueblo no ha despertado de su letargo, y no ha logrado su emancipación para poder construir una patria más justa y equitativa para todos los seres humanos, donde tengan pan y vestido, aula y hogar.
Por esto y muchas razones más, el pensamiento de Lenin sigue vivo, pues logró explicar la realidad de su tiempo con un estudio profundo y científico, que le permitió encaminar la lucha del pueblo trabajador para su liberación.
Lenin despertó al proletariado ruso, y el capitalismo ha querido enterrar sus ideas, pero su pensamiento sobre la liberación de los pueblos sigue hoy más vigente que nunca. Y hoy es cada vez más necesario.
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