He leído en las redes sociales una idea que se le atribuye al genio creador de la inigualable obra de Economía Política llamada El Capital, me refiero a Carlos Marx. La idea dice así: “El capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza: la naturaleza y el ser humano”; y, aunque no dispongo a la mano de fuente alguna que me garantice tal cual, la autoría de uno de los creadores del socialismo científico; aun así, me atrevo a recoger la esencia de esta idea para dar pie, y procurar con esto algún fundamento de valor a la opinión que hoy quiero aportar.
Por tanto, y ya con lo antedicho, sostengo también que el carácter clasista e irracionalmente depredador del sistema de producción capitalista, también llamado de libre mercado o neoliberalismo, en su afán desmedido de la ganancia, es el verdadero causante de la sequía que amenaza hoy, sobre todo, al norte del país. Pero no sólo eso. El acaparamiento desmedido que también hacen del agua, los promotores y propagandistas de este inequitativo modelo económico, abona a la catástrofe natural que se avecina, y atenta ya contra la vida misma de la humanidad. Veamos.
La voz de alarma más reciente de que tuvimos conocimiento en relación a la sequía que refiero, la dieron los habitantes de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, la segunda más poblada de todo el país. La nota la leí así en BBC News Mundo del 27 de junio pasado: “A Monterrey le llegó el día cero”; y en ella se dijo, que la ciudad en la que viven 5.3 millones de personas, padece desde principios del año una sequía que ahora es catalogada como “extrema”; que, con temperaturas que superan los 40ºC, sus habitantes tienen que arreglárselas para subsistir con sólo seis horas de bombeo de agua potable, una restricción nunca antes vista, e implementada por las autoridades para racionar la reserva de agua que queda en sus presas: Cerro Prieto 2% y La Boca 9%. Y, por si fuera poco, también se dijo que hay días que no se consigue por ningún lado agua embotellada para beber, incluso en los barrios más ricos que tradicionalmente se han preciado de tener un nivel de desarrollo superior al resto del país.
El gobernador del estado, Samuel García, fiel representante de la clase empresarial de su terruño, dejó la responsabilidad total del desastre “al creador” y a la casualidad. “Ya estamos en una crisis climática extrema”, dice BBC que así dijo, cuando incluso ordenó bombardear las nubes con yoduro de plata para generar lluvia. Pero la realidad ni los regiomontanos se dejan ya engañar tan fácilmente. Es claro que, en Monterrey como en todo México, ya el agua también está dejando de ser un recurso público para convertirse en una mercancía; y, como tal, una propiedad privada más que detentará a manos llenas, sólo aquel cuya capacidad adquisitiva así se lo permita.
La verdadera causa de lo que realmente viven los regiomontanos, y la que viviremos el resto de los mexicanos también en su momento, la reflejó desde el día 13 de junio pasado, una nota del medio llamado de Contralínea, que la dijo así en su portal de internet: “Nuevo León: 12 multinacionales y 34 personas físicas acaparan el agua”. Y dio cuenta ahí de la lucha que por el agua están viviendo los regiomontanos, quienes, denunciaron que lo que viven hoy, “¡no es sequía, sino saqueo!”; pues, mientras el gobierno alerta a los más pobres para captar el agua “sólo de 4 de la madrugada a las 10 de la mañana”; en San Pedro Garza García (el segundo municipio en México con más alto índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas), los más ricos no se preocupan por la disposición del líquido, pues la obtienen abriendo sólo la llave del grifo de sus casas.
Pero el medio dijo algo más, que conviene registrar. “Datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda), de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Organización Frente Nuevo León, revelan que, en Monterrey, 12 [empresas] multinacionales acaparan 44 mil 690 millones de litros de agua al año. En tanto [que], el uso doméstico tiene destinados 1 mil 33 millones 950 mil litros de agua al año”. Es decir, que, por cada litro de agua destinado al uso doméstico entre los regiomontanos, las empresas acaparan algo así como 43.2 litros más.
Si bien es cierto, pudiendo hacerlo, el medio no acusa a las multinacionales de la sequía que se vive en Monterrey; pero sí llama la atención sobre la actitud acaparadora, que han adoptado en detrimento de la vida de millones de regiomontanos. Veamos algunos datos que reflejan esto que digo.
La línea de acaparadores del agua, a la que dice Contralínea que tuvo acceso, la encabeza la empresa Ternium México, la compañía de origen ítalo-argentino que produce 1 mil 500 toneladas de metal al año, y que es una de las principales productoras de metal en Argentina, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guatemala y México. En Monterrey, la acerera acapara 14 mil 654 millones 772 mil litros de agua cada año.
La Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, que opera con siete plantas fusionada con el grupo cervecero holandés Heineken, es la segunda acaparadora del agua en el estado, con un consumo anual de 6 mil 980 millones de litros anuales. Vitro, ocupa el tercer lugar en acaparamiento con 5 mil 570 millones 320 mil litros al año; esta multinacional aparece con dos de sus subsidiarias en el acaparamiento del agua: Industria de Alcali, donde fabrican bicarbonato de sodio, y Vidrio Plano de México, descrita como la vidriera más grande del hemisferio occidental y el principal productor de vidrio en el país.
Coca Cola es la cuarta beneficiara en acaparamiento del agua en Monterrey. Lo hace a través de sus tres subsidiarias: Bebidas Mundiales, con 2 mil 725 millones 271 mil litros de agua al año; el Grupo Embotellador Noroeste, con 1 mil 400 millones; y la Compañía Topo Chico, con 1 mil 210 millones de litros de agua anualmente.
Además, el medio citado dice también que, “otras ocho compañías consumen importantes cantidades de agua al año, sin que sean afectadas por los cortes de agua que hay en el estado. Entre ellas: Alfa Subsidiarias, Parque Fundidora, San Juan Compañía de Bienes Raíces, Ucar Carbón Mexicana, Operadora de Inmuebles de Oriente, Proteínas Naturales, Comercializadora de Productos Básicos y Grupo Terralquimia.”
Y ya con esto, digo yo, basta y sobra para entender bien lo que pasa hoy en Monterrey. Pero no sólo eso. Basta también para entender lo que sucederá con el agua en todo el país, si no nos organizamos hoy, y reaccionamos pronto los más afectados. ¿Qué hará al respecto el Gobierno de la 4T? Ya veremos
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