MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Productores chihuahuenses entre sequía y plagas

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Es triste, muy triste, ver cómo nuestros productores, los que trabajan el campo y llevan productos de primerísima necesidad a las mesas de cada familia mexicana, batallan todos los días para hacer frente a los múltiples problemas que se les presentan, desde la intensa sequía, el olvido del Gobierno federal, la falta de un seguro catastrófico y, ahora, las plagas que amenazan sus cultivos y productos.  

En este sentido, es muy importante hacer hincapié en el estado de Chihuahua (que es el estado que me ocupa por el momento, pero sin duda es el reflejo nacional), donde la agricultura es una actividad clave, y, por tanto, el manejo de plagas es un desafío constante para los agricultores.  

Más allá de las sequías y plagas, el verdadero enemigo del campo mexicano es la indiferencia de quienes deberían defenderlo.

Nuestros héroes del campo se han tenido que enfrentar a plagas como el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), que ataca principalmente al maíz, causando daños significativos en las hojas y el cogollo de la planta.

Esta plaga puede llevar a la pérdida de rendimiento si no se controla adecuadamente. También han lidiado con los pulgones (Aphididae). Estos insectos son problemáticos en cultivos como la alfalfa, las hortalizas y los frutales. Los pulgones chupan la savia de las plantas, debilitándolas y transmitiendo enfermedades virales.  

La mosca blanca (Bemisia tabaci) es una plaga importante en cultivos hortícolas y ornamentales. La mosca blanca puede transmitir virus a las plantas y provocar el debilitamiento de estas.  

Otras plagas son el picudo del chile (Anthonomus eugenii), Trips (Thysanoptera), nematodos (Meloidogyne spp) y ahora el chapulín.  

Datos recientes que hemos visto en los medios de comunicación indican que la plaga de chapulines ha devastado cultivos de temporal.Los mismos agricultores han denunciado que son más de 300 hectáreas afectadas en los municipios de Gran Morelos, Belisario Domínguez, Santa Isabel, Riva Palacio, Gómez Farías, Ignacio Zaragoza, Cuauhtémoc y Namiquipa.

Es un escenario terrible, crítico y muy preocupante lo que están viviendo quienes producen en el campo. Pero hoy, como hace seis años, AMLO no quiere ver esta situación; minimiza la problemática y tacha a los agricultores de “politiquillos” que sólo quieren desestabilizar su moribundo Gobierno.  

Así las cosas con este Gobierno de cuarta, el que vive en un palacio, propiedad del pueblo, y que dice ser el salvador de los pobres; se ha burlado en la cara de todos los que votaron por él, porque si no apoya al campo, los productos básicos van a escasear y, por ende, encarecerse.

Quienes van a pagar los platos rotos, como siempre, será el pueblo bueno que el presidente juró defender.  

Hagamos conciencia: no sólo el campo está en riesgo. La educación, la salud, las carreteras, la seguridad, la estabilidad económica, la democracia… en fin, son varios rubros que están en peligro, y eso sólo lo puede parar un pueblo educado, unido y organizado.

Ya no hay tiempo y necesitamos levantar la voz y exigir un cambio para los productores, los obreros, los estudiantes, todos.  

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