Mientras algunos se preparan para iniciar su precampaña, dejando sus puestos políticos, otros no reaccionan aún porque no tienen candidatos y, en otros casos renuncian, a su partido con el pretexto de que sus ideales no son compatibles, pero lo que saben es que el partido en el que está se encuentra en crisis y prefieren buscar cobijo en otro con tal de conservar sus puestos.
Aunque la época de mayor abundancia de chapulines es el otoño, haciendo una analogía en el caso de la política se ha adelantado y, si bien es de sabios cambiar por que no coincidan en las ideologías, y se debe hacer de manera apropiada y no cuando ya no les sirve una institución, esos políticos los veremos a lo largo de su vida, saltando de un partido a otro; pocos son los militantes de un partido que tienen bien arraigada su ideología para mantenerse en el mismo lugar.
En nuestro país no es nada raro ver este tipo de acciones, a lo largo de años hemos visto candidatos brincar de un partido a otro porque lo único que les importa es mantenerse en el poder, el seis de marzo en Ecatepec de Morelos, Estado de México, encabezados por el exregidor Daniel Cruz Martínez, rompieron sus credenciales de militancia y posaron como morenistas; recientemente renunció el exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, y ocho diputados locales del mismo estado; también en Culiacán, Sinaloa, 16 militantes anunciaron que van a renunciar al partido por no convenir con los intereses del dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas.
Ante estos hechos uno se cuestiona ¿qué los motivó militar en ese partido?, ¿por qué esperan tanto si dicen que no coinciden con la ideología?, si se supone que alguien que verdaderamente quiere tener una carrera política es con la idea de cambiar a un país para mejorar, sin embargo, cualquiera diría que esta afirmación suena demasiado inocente, porque la gran mayoría de los políticos que existen es vivir del erario público y tener fuero para poder hacer lo que se le plazca mientras están en el poder y después volver a engañar al pueblo con otro color de piel.
Marx dijo que “no es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”; es decir, que en un sistema de producción capitalista el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política y espiritual en general. Es el sistema que ha hecho a las personas así y mientras éste siga, seguiremos viendo a personas que estarán cambiando de partido buscando sus intereses personales y mintiendo a las personas para conservar su puesto.
Pero también, nada es para siempre y nuestro país necesita un cambio, ya no podemos creerles a los políticos que nos han gobernado y que se aferran al poder, la demagogia se presenta en las campañas y tampoco podemos decir que ante el surgimiento de un nuevo partido el cual tiene como militantes a quienes estuvieron en otros, esto será diferente; sólo cambian de color y que siguen hundiendo al país; la sociedad debe darse cuenta el grado de pobreza en la que está México y no conformarse con dádivas que normalmente el gobierno lo llama programas sociales, y que se entrega para mantener al pueblo distraído de la verdadera realidad.
El gobierno en turno no quiere ser cuestionado, dice que tiene otros datos, para él este México es el ideal y lo peor es que hay quienes lo creen a pesar de que vivan apurados, pensando dónde conseguirán recurso para comer al día siguiente; evaluemos y seamos conscientes de quienes nos gobernarán, porque chapulines políticos siempre estarán brincando de partido en partido engañando a la población, de nosotros depende si les creemos.
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