El cuatro de junio se llevarán a cabo elecciones ordinarias en Coahuila y en el Estado de México para elegir al gobernador de cada entidad. En el caso de Coahuila, también la integración del Congreso estatal.
Como es bien sabido, en temas políticos, casi siempre se tiende a observar el panorama nacional para hacer predicciones sobre el plano local, aunque creo que con esta ocasión habrá que hacer una excepción, pues hay factores locales significativos que podrían definir en algún momento dicho proceso electoral. Comencemos.
En el caso de Coahuila, las cosas pintan muy bien para el PRI. Cabe señalar que la entidad es gobernada por Miguel Riquelme, personaje emanado de dicho partido.
Hasta ahora podemos afirmar que Riquelme es un mandatario popular, pues de acuerdo con la encuesta realizada por Mitofsky, correspondiente a noviembre de 2022, sobre el ranking de gobernadores, ocupó el primer lugar con el 62.3 por ciento de aprobación de la población encuestada.
Por otra parte, añadiendo cosas a favor del tricolor, resalta que, en la última elección, el PRI ganó cinco de los siete distritos federales que estaban en juego. Además, de que también se llevó 25 de las 38 alcaldías del estado. Nada mal para un partido que a nivel nacional navegaba en aguas pantanosas.
En este sentido, para la elección que se avecina, el tricolor tendrá a un candidato joven, se trata de Manolo Jiménez de 38 años, quien ya fue alcalde de Saltillo, donde pudo reelegirse. Asimismo, formó parte del gabinete del actual gobernador Riquelme como secretario de Inclusión y Desarrollo Social. En las encuestas, al parecer, le va bien en conocimiento de nombre y opiniones positivas. Y, por si fuera poco, Jiménez será candidato por la alianza PRI-PAN-PRD.
Del lado oficialista, las cosas van de mal en peor, pues ya hubo una división importante. Lo anterior debido a que, según la encuesta interna de Morena para elegir candidato, la ganó el senador Guadiana, asunto que molestó mucho a su entonces adversario, el ex subsecretario federal de Seguridad, Ricardo Mejía, quien sentía merecer dicha candidatura por pertenecer al círculo cercano a Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, tras conocer los resultados finales de la encuesta que daban por ganador a Guadiana, rechazó los mismos y terminó por renunciar a su puesto en el gobierno federal y ahora también se sumó a los contendientes a la gubernatura solo que cobijado por el Partido del Trabajo.
Por su parte, el Partido Verde y Movimiento Ciudadano (MC) van con sus propios candidatos. Mejor panorama no pudo tener el PRI para Coahuila, tiene todo a su favor para ganar las elecciones.
Para el estado de México las cosas son diferentes, la candidata por el tricolor será Alejandra del Moral, y todo parece indicar que, si el PRI no logra aceitar bien su engranaje electoral antes de la elección, la gran favorecida será la ex titular de la SEP, Delfina Gómez, quien por segunda ocasión busca ser gobernadora, abanderada por Morena.
Aunque no todo es gris para Alejandra del Moral, pues es de destacar que el PRI logró acuerdos con el PAN, el PRD y, por si fuera poco, también sumaron a Nueva Alianza.
Por su parte, Morena en el Edomex, a diferencia de Coahuila, obtuvo el apoyo del PT y del Verde. En este apartado creo que es necesario también mencionar a Juan Zepeda, personaje, que si bien, no tiene oportunidad de ganar la elección, sin embargo, sí tiene la capacidad de inclinar la balanza para uno u otro lado, tal y como lo hizo en la pasada elección. Hace dos años se sumó a las filas de Movimiento Ciudadano y ahora será su candidato a gobernador. Hace seis años, Zepeda obtuvo 18 por ciento de la votación total en la entidad, situación que empeoro las cosas para Morena, pues terminaron perdiendo la elección por únicamente 2.7 puntos porcentuales frente al PRI.
En esta ocasión, todo pinta muy bien para Morena, aunque no se pueden confiar, pues como ya lo señale, nuevamente tendrá a un rival complicado enfrente, y todo se complica si el PRI y el gobierno estatal operan con precisión a favor de su candidata, pues de ser así, el tricolor tiene muchas posibilidades de ganar la elección.
Finalmente, debo decir que este proceso electoral es muy importante, pues si la alianza PRI, PAN y PRD ganan las elecciones en una o ambas entidades, indudablemente cimbrarán el panorama político para el partido oficialista de cara a las elecciones presidenciales de 2024, y eso sin mencionar el humor de López Obrador, desde Palacio Nacional, que no la ha pasado nada bien en los últimos meses, pues su gobierno se ha visto envuelto en varios escándalos que no ha podido esquivar.
Por ahora, así están las cosas, esperemos las siguientes semanas para ir conociendo el desenlace de esta historia.
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