“Mexicanos al grito de guerra el acero aprestad y el bridón, y retiemble en sus centros la tierra, al sonoro rugir del cañón. Y Retiemble en sus centros la tierra, al sonoro rugir del cañón”. …
Desde niño nos han enseñado el amor y respeto por los símbolos patrios, la bandera de México, el glorioso himno nacional que nos enorgullece de ser mexicanos, pero el sistema educativo en sí no está hecho para profundizar en el significado y trascendencia de la Revolución e Independencia de México (1810, 1821).
Tuve la oportunidad, hace unos días, de escuchar virtualmente la excelente conferencia impartida por Anaximandro Pérez Espinoza, maestro en historia por la UNAM e investigador del CEMEES. Quien en su ponencia invitó a estudiar y analizar la historia del país, pues dijo que “las revoluciones que se han hecho han sido poco analizadas en su momento, no tenían rumbo fijo ni metas planificadas, y fue el pueblo el gigante que aglutinado mostró de lo que es capaz, de pelear a muerte por sus derechos y libertades”.
También menciono que “todos los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla, y el estudio de la guerra de independencia es importante para los mexicanos porque fue una revolución que fracasó y nos deja enseñanzas del porque fracaso y porque en Antorcha estamos luchando por revolucionar a este país, cambiarlo por una mejor distribución de la riqueza entre los mexicanos”.
A mis posibles lectores, les diré que comparto las opiniones vertidas del ponente, pues al analizar los datos. Primero: es una realidad que, a 212 años del inicio de una revolución popular en México, no hay una cuarta trasformación, la realidad actual no se corresponde con el discurso de la 4T, en querer engañarnos con que, con la guerra de independencia, la guerra de reforma y la tercera con la Revolución Mexicana ellos están realizando un cambio por cuarta vez a México. Sinceramente, ¿ve usted, amigo lector, un cambio sustancial para el pueblo en general?
Segundo: nuestra independencia no está lograda, dependemos totalmente de Estados Unidos (EE. UU.), lo único que pasó es que dejamos de ser parte de España para ser una nación que no dependía totalmente de nadie, y luego nos convertimos en un país dependiente de Inglaterra primero, luego de Francia y finalmente de Estado Unidos, llevamos desde el Siglo XIX, es decir llevamos siglos de dependencia después de la independencia.
No somos independientes aun, y es necesario lograr la independencia para tener un país donde se distribuya la riqueza, necesitamos ser independientes, ser una economía fuerte, una economía propia y no una economía franciscana como lo propone la 4T.
Veamos algunos ejemplos y similitudes de esta dependencia e imitación de un sistema injusto y desigual: contra lo que muchos piensan, que Estados Unidos es un país donde imperan la felicidad, la equidad y la justicia, resulta que no es así; de acuerdo con una nota de la BBC, es una de las grandes paradojas de nuestros tiempos: Estados Unidos, el país más rico del mundo, tiene algunos de los peores índices de pobreza entre las naciones desarrolladas. Más de medio siglo después de que el presidente Lyndon B. Johnson declarara una guerra incondicional contra la pobreza, EE. UU. aún tiene que descubrir cómo ganarla. Desde esa declaración de 1964, este país tuvo logros asombrosos como aterrizar en la Luna o engendrar internet, pero apenas ha podido bajar su tasa de pobreza a alrededor de 12 por ciento desde el 19 por ciento de aquel entonces. Esto significa que cerca de 40 millones de estadounidenses viven debajo de la línea oficial de pobreza… en la nota de la página de la Fundación Bases, recientemente publicados por la Reserva Federal, muestran que el uno por ciento de los más ricos poseen ahora el 32.1 por ciento de toda la riqueza de Estados Unidos. Se trata del mayor porcentaje de riqueza que ha tenido el 1 por ciento más rico desde que la Reserva Federal comenzó a publicar los datos en 1989… ¿Qué pasa en México?
México es uno de los países más desiguales del mundo; de acuerdo con el World Inequality Report 2022, el 10 por ciento más rico de los receptores de ingresos en México gana 30 veces más de lo que percibe el 50 por ciento que menos gana. En patrimonio, el 10 por ciento más rico de la población tiene cerca del 80 por ciento de la riqueza del país. (vi) Estos datos sintonizan con las estimaciones del Coneval que calculan que un 76.5 por ciento de la población mexicana vive en condiciones de pobreza o vulnerabilidad. (Nota de El Economista)
Otro dato revelador que debemos tener claro, que, incluso, buena parte de la riqueza de ese país viene de expoliar, dominar y saquear las riquezas naturales de otros países. Cierto es también que, a pesar de ello, sus trabajadores ganan mucho más que un obrero o un jornalero agrícola mexicano, sin embargo 40 millones de estadunidenses (12 por ciento de su población) no se salvan de ser pobres.
Mientras la pobreza en México creció dos puntos porcentuales, entre 2018 y 2020, hasta el 43.9 por ciento de la población, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), organismo que mide el indicador. El Coneval dijo que el número de mexicanos en situación de pobreza pasó de 51.9 millones a 55.7 millones. México tiene una población de 126 millones de habitantes.
El porcentaje de la población en pobreza extrema también se incrementó, al pasar de 7 por ciento a 8.5 por ciento en el mismo lapso. El número de personas en esa situación alcanzó los 10.8 millones en 2020. Ósea que si sumamos estas dos clasificaciones poseeríamos en nuestro país cerca de 64.2 millones de pobres.
Al cierre del primer trimestre de 2022, la masa salarial en Estados Unidos de los trabajadores de origen mexicano rebasó los 743.628 millones de dólares, un total reunido por más de 17,3 millones de empleados de origen mexicano que día a día trabajan del otro lado de la frontera. Estando asi, solo esta muestra de datos, que no son todos. ¿Podremos creer que están bien las cosas dentro y fuera de México? Sinceramente no creo.
Por el otro lado ¿podríamos creer cuando los gobernantes, ideólogos y publicistas de Estados Unidos y sus voceros locales erigen a ese país como el modelo a imitar? El régimen norteamericano no es una democracia, sino una plutocracia; es decir, un gobierno de los ricos. Lo anterior demuestra que Estados Unidos, es, precisamente, el mayor ejemplo de la concentración del capital; expresa a su vez que, manteniendo el mismo modelo económico que se nos ha impuesto en México, los que siempre la llevan de perder son las inmensas mayorías, pues dicho modelo está diseñado, precisamente, para la acumulación y centralización de la riqueza que producen los trabajadores, en una ínfima minoría. Asimismo, como lo señalan varios estudios, dicho modelo está llevando a la población, aun a las más poderosas del planeta, a una injusta distribución de la riqueza y, consecuentemente, a una inconformidad social creciente que pone en peligro la estabilidad y la paz social.
Por ello, señalo que queda pendiente la revolución de independencia y que necesitamos reflexionar y tener claro que Antorcha es la única organización que tiene claridad de lo que debe hacerse para revolucionar a México, que aglutina a los mexicanos más conscientes capaces de hacer esa revolución y al pueblo que organizado y educado es el único que puede tomar el poder político del país y transformarlo en una nación justa y equitativa para todos.
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