¿Quién iba pensar que la apología habló más de él que de Donald Trump, cuando López Obrador afirmó que “una cosa es la campaña, lo que se dice cuando se quiere obtener un cargo y otra cosa es ya, el ejercicio del poder”? Refiriéndose al discurso de campaña del candidato norteamericano de construir un muro entre México y Estados Unidos, que por cierto, terminó ayudándole.
No se equivocaron los que ya lo conocían, que la declaración reflejaría más a la verdadera naturaleza de la personalidad del presidente.
Al inicio de su administración, cuando todavía había motivos para echar culpa a los anteriores gobiernos neoliberales sonaba bien el discurso crítico presidencial morenista. Pero hoy en día ya transcurrieron cuatro años y debería estar demostrando la materialización, los resultados del proyecto de nación, si lo hubiera. Pero el quehacer político de la 4T no tiene pies ni cabeza, y lo que vemos es un desastre, las cosas empeoran en todos los ámbitos.
Ante el agravamiento de los problemas de México, diario se pretende negar la realidad empezando desde Palacio Nacional y seguidos por todos los funcionarios menores que en vez de resolver los problemas mienten y ocultan la verdad como si eso viniera a darle una salida a los graves problemas que sufre el pueblo de México. Ante el claro fracaso: mentiras para confundir y engañar al pueblo.
Con el combate a la corrupción según el presidente ya no hay este mal, que asegura es la causa principal de todos los males del país; sin embargo, hoy estamos peor que antes como lo publica el Índice Global de Estado de Derecho 2021, de World Justice Project, en el rubro “ausencia de corrupción”, en 2019 México se ubicaba en el lugar 117; ahora en el 135 de 139 países evaluados; el peor en todo Latinoamérica. Ante las evidentes corruptelas de familiares del presidente no tiene otra que negar la verdad.
Cuando Morena inició a gobernar en 2018 había 51.9 millones de personas en situación de pobreza a 2020 la cifra incrementó a 55.7 millones de pobres. En extrema pobreza de 8.7 millones a 10.8 millones de mexicanos (Datos del financiero, 05 de agosto 2021).
El desempleo, tan sólo en 2019, incrementó 3.7 % a 2.1 millones de personas y el cierre de 1.6 millones de pequeñas empresas entre 2020 y 2021 (Inegi), agravado por falta de ayuda gubernamental. En promedio cada negocio empleaba 2.4 trabajadores. Restando las empresas creadas, hay una pérdida neta de 400 mil negocios.
Las carencias para el acceso a los servicios de salud pasaron en 2018 de 16.2 por ciento a 2020 con el 28.2 por ciento, 12 puntos más difícil para acceder al servicio de salud. Desapareció el Seguro Popular, 15 millones de personas quedaron sin atención médica con la promesa de crear el INSABI que daría servicio gratuito y de calidad como el de Dinamarca. Ha dejado a los más pobres morirse por enfermedades curables, simple y llanamente porque no pueden adquirir los medicamentos.
La inseguridad galopa hoy como nunca antes; más de 2,200 víctimas cada mes. En homicidios dolosos López Obrador lleva el primer lugar con 107 mil 104 en comparación a sus antecesores en el mismo periodo. Con Enrique Peña Nieto 65 mil 834, Felipe Calderón se registraron 43 mil 525 homicidios dolosos y con Vicente Fox, 31 mil 427. Por lo visto no está funcionando la política de “abrazos, no balazos” y el chiste de acusarlos con sus abuelitas.
La gasolina que prometió costaría diez pesos cuando gobernara, ahora en el gobierno de AMLO los gasolinazos no paran, los precios ya oscilan a 22.7 pesos el Premium, 20.79 pesos el magna y el diésel a 22.17 pesos por litro.
¿Resultado? Más pobreza y todos sus derivados que el presidente sigue negando diario en sus mañaneras con sus otros datos. Este proceder empieza desde arriba, de la cabeza, del presidente y permea peligrosamente en la conducta de funcionarios estatales y municipales que repiten los rasgos reaccionarios del presidente.
¿Van a cambiar para enderezar el timón del país? La respuesta es no. Por eso las cosas no van a mejorar, no las van a componer, porque en primer lugar AMLO debería reconocer sus errores para corregir, en pro del bienestar para el pueblo de México. Como sentenció el gran líder revolucionario y teórico ruso Vladimir Ilich Ulianov Lennin: “El que acepta su error está a mitad del camino para corregir”. Eso es reconocer lo que está mal y para ello AMLO necesitaría ser verdaderamente un revolucionario, pero no lo es, es incapaz de reconocer sus fallas.
Esto indica que la vida de 125 millones de mexicanos seguirá agravándose aceleradamente para los más pobres, que somos la gran mayoría.
Va llegando el momento de dejar a un lado nuestra apatía política para tomar en serio el destino del país, reconocer que el pueblo se equivocó radicalmente con AMLO.
Aunque el Movimiento Antorchista Nacional nos advirtió con tiempo, muchos pensaron que los equivocados éramos los antorchistas, que nosotros estábamos mal, pero todavía estamos a tiempo de corregir porque estamos vivos y podemos corregir lo que no hicimos en su momento.
¿Cuál es la tarea inmediata? Hay que construir una fuerza social para lograr el poder político, hay que saber que en un cambio verdadero el actor principal es el pueblo, participativo y consciente, no sólo receptor de dádivas que no resuelven sus carencias; por eso el pueblo debe organizarse y educarse para conquistar su verdadero triunfo. Hoy la 4T chantajea, pues quiere un pueblo inerme, dividido, egoísta con sus semejantes. Con nuestros propios impuestos reparte apoyos monetarios sólo a sus allegados para que después vayan a votar por sus candidatos, y así perpetuarse en el poder; se aprovecha de la necesidad de los más pobres, atiende de 125 millones de mexicanos sólo a 30 millones, cantidad perversamente calculada para garantizar el triunfo de Morena en las próximas elecciones y así seguir favoreciendo a los multimillonarios, es claro que López Obrador es garantía para mantener el statu quo de la clase rica de México y del exterior, era el personaje adecuado del sistema para manipular al pueblo de México. El tiempo no perdona puesto que las leyes inmanentes de la sociedad no se detienen y el pueblo organizado y consciente se está dando cuenta.
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