La mañana de este martes 31 de octubre, una representación del Movimiento Antorchista en la Ciudad de México marchó frente a la Embajada de Estados Unidos para denunciar el genocidio que el Estado de Israel está perpetrando contra el pueblo de Palestina, que se ha intensificado en el último mes dejando sin comida, agua ni electricidad a 2.3 millones de seres desde el 7 de octubre y ha dejado al menos a 8 mil personas asesinadas.
La manifestación de solidaridad del pueblo de México con el de Palestina, organizada por Antorcha, se demostró también en las ciudades de Veracruz, Puebla, Michoacán, Chiapas y San Luis Potosí para exigir alto al fuego israelí, que al día de hoy ha dejado más de ocho mil gazatíes muertos entre los que se encuentran niños, ancianos y mujeres indefensas.
Según estimaciones de expertos, Israel ha lanzado 12 mil toneladas de explosivos contra Gaza, lo que equivale a la bomba atómica que arrasó contra Hiroshima, además que los ataques están dirigidos a toda la población civil que termina con la vida de 100 niños al día. Es evidente que los ataques recientes tienen la intención de acabarlos, para que los israelíes sean los dueños absolutos de Palestina.
Los antorchistas consideramos que históricamente los palestinos tienen la razón, pues el Estado de Israel no existía, sino que fue creado el 14 de mayo de 1948 sobre el territorio de Palestina tras la II Guerra Mundial y el Holocausto provocado por Hitler en Europa; el plan original contemplaba la partición del territorio controlado por Reino Unido, que serviría como árbitro entre judíos y palestinos.
Desde hace más de 75 años, el pueblo palestino ha sido víctima de una operación imperialista para despojarlo violentamente de su territorio. Palestina es la víctima y merece todo el respaldo internacional en su lucha por defender su territorio y la vida de su pueblo.
Después de la fundación de Israel la tensión pasó de ser tema local a asunto mundial y desde entonces los desplazados han reclamado su patria, pero les responden sólo con balas y misiles. Hoy los judíos quieren exterminarlos para disfrutar de todo el territorio y sus riquezas sin que nadie les estorbe, lo hacen con la complacencia de Estados Unidos y sus aliados, que están aprovechando la ocasión para extender sus dominios por otros territorios que han puesto resistencia a la ocupación militar.
En redes sociales, propiedad de quienes se asumen como jueces del mundo, censuran y eliminan definitivamente cuentas que denuncian la limpieza étnica de Israel en Palestina.
La solidaridad que mostramos los antorchistas corresponde a una postura política de fraternidad universal, pues aunque el conflicto sucede a unos 13 mil kilómetros de distancia, los mexicanos no debemos permanecer callados, porque guardar silencio ante los abusos del poderoso siempre ha sido cómodo.
En contraparte, sabemos que nos exponemos a nuevas descalificaciones de los oponentes del pueblo organizado, pero si repasamos las clases de historia nos daremos cuenta de que la dignidad y valentía de Palestina es mucha. Lo que se está viviendo no es una guerra, en la que ante misiles y tanques los palestinos se defienden con piedras, lo que demuestra la desigual fuerza y armamento, hecho similar al que encabezó Hitler contra los judíos.
Desde luego, los grandes medios de información sólo cuentan la historia que les conviene a Estados Unidos e Israel, pero eso no significa que sea la verdad. Ese drama no se generó en este mes y el Estado de Israel no es inocente ni simplemente se está defendiendo, como sostienen las versiones de los agresores genocidas, sino que ahora ha desatado una nueva estrategia de dominio mundial, donde van por delante los intereses económicos del bloque imperialista que nunca se ha detenido a ver el sufrimiento de los inocentes.
Lo que estamos viendo es el resultado de una política calculada para expulsar a millones de palestinos de su territorio e instalar y fortalecer ahí a Israel, una pieza estratégica en las operaciones de Estados Unidos en Medio Oriente.
Otro de los medios de divulgación son las redes sociales, propiedad de quienes se asumen como jueces del mundo, y que ya censuran y eliminan definitivamente cuentas que denuncian la limpieza étnica en los territorios ocupados por los invasores, protegidos del imperio. Pero hay cosas que no se pueden callar.
Nosotros hemos asumido luchar contra la injusticia que se cometa en México y en cualquier parte del mundo. Por eso, con nuestros modestos medios, pero con toda la energía, los antorchistas nos sumamos en solidaridad con los miles de mártires de Palestina y en exigencia de la paz mundial.
Porque como dijo Marwan Makhoul, un poeta palestino:
Para escribir una poesíaque no sea política
debo escuchar a los pájaros
Pero para escuchar a los pájaros
hace falta que cese el bombardeo
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