Como todos los habitantes del municipio de Atoyac, Veracruz saben que el actual gobierno municipal que encabeza el ingeniero Óscar Pimentel Ugarte, está a punto de terminar su administración municipal. Escribo estas líneas para manifestar mi inconformidad con la forma en que ha tratado a los antorchistas durante estos casi cuatro años de gobierno; desde el primer mes de su administración, los habitantes de diversas comunidades le hicieron llegar un pliego de peticiones el cual recibió y se comprometió a resolvernos algunas obras que estamos planteando ahí, obras todas de gran importancia para las diferentes comunidades organizadas en Antorcha, tales como reparación de caminos, apertura de calles, introducción de agua potable, etc. A pesar de que es innegable la necesidad que existe en estos pueblos, de tales obras hasta el momento no ha hecho ninguna.
En las ocasiones que nos ha recibido solo se ha comprometido “de palabra”, pero la realidad es que no ha resuelto nada. Uno de los últimos compromisos que hizo con los habitantes de la comunidad La Aurora fue que daría un tanque de cinco mil litros para almacenar agua, pero al igual que lo demás compromisos tampoco ha cumplido éste.
El pasado miércoles 7 de julio, una pequeña comisión de campesinos de varias comunidades organizadas en el Movimiento Antorchista acudimos al palacio municipal y al igual que en otras ocasiones se negó a atendernos argumentando que estaba muy ocupado, insistimos, pero tajantemente se nos dijo que no nos atendería.
El día lunes 12 de nuevo asistimos ya con una comisión de compañeros más grande, por lo cual se vio presionado y nos recibió, pero no quiso hacer ningún compromiso por escrito, solamente de palabra, que ya en varias ocasiones ha hecho lo mismo y hasta la fecha no cumple.
Los antorchistas estamos acostumbrados a este tipo de tratos, sabemos que la inmensa mayoría de los políticos que buscan ser presidente municipal y que pretenden ocupar otro cargo no van pensando realmente en la gente humilde, no van pensando en cómo resolverles sus necesidades, ellos buscan los puestos porque saben que de ahí comprarán casas, carros, ranchos, etc. En pocas palabras porque de ahí asegurará su futuro económico y el de su familia más cercana, esto sin importar el partido político por el cual lleguen a los puestos.
Es por eso que nosotros seguiremos luchando y organizando a la gente porque solamente el día que todos los pobres nos unamos podremos cambiar la situación de pobreza y marginación en la que vivimos.
Por este medio, invito a los habitantes del municipio de Atoyac a que conozcan al Movimiento Antorchista, a que se den cuenta que cada quien por su lado puede hacer muy poco, que la fuerza de nosotros es que somos muchos y solo organizados podremos cambiar la realidad en la que vivimos.
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