En próximos días se inaugurará la feria de la unidad entre los pueblos en el municipio de Tecomatlán, Puebla, una feria que se caracteriza por el acceso gratuito del público en general a los eventos culturales: poesía, obras de teatro, conciertos, eventos gastronómicos, jaripeos, bailes con las mejores bandas del momento, eventos deportivos, torneos de beisbol, espectáculos de artistas famosos de la televisión y un desfile con mucha algarabía, donde participa un gran contingente de niños, jóvenes, alumnos, maestros, bandas musicalizadas, bastoneras, comparsas de danzantes, etcétera.
Es importante resaltar que nadie paga para ingresar a esta hermosa fiesta; se puede asistir al evento que se desee sin pagar un solo peso. Además, es de reconocer al comité de organización por la convocatoria que realizan para que participen artistas de todo el país ante más de 20 mil personas todos los días en un ambiente sano, familiar y seguro.
Los tecomatecos, siempre inteligentes, y bajo la guía de un gran hombre, Aquiles Córdova Morán han dejado en claro que nada los detiene. Muestra de ello es esta hermosa feria popular.
La gente de la región que no conoce se pregunta cómo es posible lograr una feria popular con tan espectacular organización y gran alcance en una zona de la mixteca poblana, donde todo parece desértico y abandonado. Sin embargo, cuando llegas a Tecomatlán, parece que has llegado a un paraíso en medio del desierto: llegas a un lugar bello, desarrollado y pacífico, hoy llamado “La Atenas de la Mixteca”, un municipio modelo del antorchismo que ha logrado un desarrollo que impacta a México y, aunque no lo crean, a nivel internacional.
El lugar sorprende sobre todo en estos tiempos, cuando los mexicanos no vivimos en paz, cuando los pueblos no tienen un progreso material y mucho menos espiritual, pero “Teco”, como le conocen los mixtecos, ha alcanzado una calidad de vida singular para la mayoría de sus habitantes.
En Tecomatlán hay desarrollo, hay progreso, y no se debe a la buena suerte de los tecomatecos, no, para nada: se debe a que en este excelente pueblo existe desde hace muchos años una comunidad mayoritariamente organizada en torno a un ambicioso programa de progreso social que vigila estrechamente y en colectivo sus avances, obstáculos y retrocesos, reuniéndose cada mes sin falta en asambleas y luchando día con día para transformar su entorno.
Desde 1974, el pueblo de Tecomatlán, organizado en el Movimiento Antorchista ha tenido gobernantes en favor del mismo; tiene al frente a hombres y mujeres buenos, nobles, visionarios, capaces de resolver los problemas de su pueblo; capaces de transformar a ese pueblito abandonado, sumido en la marginación y pobreza en un modelo de lo que se puede lograr a nivel país en términos de desarrollo y progreso en materia de educación, obras y servicios públicos, espacios deportivos y culturales, seguridad.
En Tecomatlán se puede vivir armónicamente gracias a que el pueblo ha creado una conciencia inquebrantable de su fortaleza, basado en dos elementos fundamentales: organización y politización del pueblo humilde, concibiendo a la organización social como un recurso indispensable que coloca como objetivo principal el bienestar de la mayoría y no el enriquecimiento de unos pocos.
Hoy en día, Tecomatlán cuenta en materia educativa, con escuelas de todos los niveles desde una ludoteca y preescolares donde los pequeñitos pueden desarrollar sus habilidades hasta escuelas de nivel superior como el ITT y una escuela normal para maestros que arroja profesionistas con un alto nivel académico. Además, cuenta con una villa estudiantil donde puede albergar a más de 750 moradores, jóvenes estudiantes hijos de campesinos y obreros humildes que llegan de fuera.
En materia de salud, este pueblito cuenta con un gran hospital moderno con atención de urgencias, donde las madres pueden dar a luz a bebés sanos y salvos; donde la población tiene acceso a la atención y medicinas gratuitas, con estudios de laboratorios y radiografías.
Por lo que hace a la cultura, deporte y recreación, cuenta con una casa de cultura con una construcción arquitectónica única; de siete pisos que se pueden ver casi desde cualquier punto del poblado y que representan las siete bellas artes; cuenta con teatros, una extraordinaria plaza monumental de toros, canchas y campos para todo tipo de deportes.
Tecomatlán es un modelo de país y debemos concebir igual que ellos que sólo es posible acabar con la pobreza y la marginación mediante una buena organización del pueblo; para luchar por la redistribución de la riqueza producida por los trabajadores y una aplicación justa de gasto público en obras y servicios. Tecomatlán es grande porque ha construido una fuerza social organizada y sólida, capaz de hacer cosas grandes en realidades tan difíciles.
Los tecomatecos, siempre inteligentes, y bajo la guía de un gran hombre, inteligente y humano, el ingeniero Aquiles Córdova Morán —quien junto con los pioneros del antorchismo le dieron esperanza de una vida mejor a Tecomatlán y a los pobres de esta patria—, han demostrado que nada los detiene.
Muestra de aquello, aparte del progreso, es esta hermosa feria popular, fruto satisfactorio de la acción colectiva realizada durante meses para recabar fondos con rifas, concursos, colectas, actividades económicas, y que los pone como un ejemplo claro del espíritu de lucha, trabajo y progreso que alienta a trabajar igual que ellos. Este pueblo emblemático se ha levantado con decisión de su marginación; los pueblos de México debemos aprender de él.
Invitamos al público a que visiten todos los días la Feria de Tecomatlán 2024 del 11 de febrero al 18 de febrero.
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