Mientras que en la televisión y otros medios las autoridades tratan de convencer a la población para que envíen a sus hijos a clases presenciales diciéndoles que la nueva cepa del coronavirus es “más contagiosa, pero menos peligrosa”, “que se han reducido las hospitalizaciones y ha disminuido el número de muertos”, etc., lo cierto es que en las escuelas seguimos como desde el inicio de la misma.
Los profesores aún no han sido vacunados con una dosis de refuerzo, puesto que la efectividad de la vacuna ya caducó desde hace casi cuatro meses, en las escuelas no se ha invertido en equipos y materiales de protección, muchas escuelas siguen sin contar con los servicios básicos, algunas más fueron saqueadas durante la pandemia y dentro del PEF 2022, no se tomaron en cuenta todos estos problemas.
Aún no hay fecha para vacunar a los millones de niños que cursan la educación básica, y tampoco hay condiciones para poder tomar las medidas como: la desinfección, la sana distancia, etc. Contrario a lo que se diga, la nueva variante del coronavirus (Ómicron), sí está golpeando a los niños, esto lo demuestran las estadísticas diarias de hospitalización en otros países (por ejemplo, en Estados Unidos se hablaba de 500 menores al día).
En nuestro país las cifras son maquilladas y pareciera como si los niños son inmunes al virus, pero lo real que nuestros niños deben ser vacunados para protegerlos, se debe garantizar el retorno a clases, pero no en escuelas sin agua, ni luz; con aulas saturadas de alumnos, sin ventilación, etc.
El gobierno está en lo correcto al exigir que se “regrese a clases a retomar su vida social”, pero también debe preocuparse por mejorar las condiciones de todas las escuelas, e invertir en obras de infraestructura que permita que todos los alumnos estén seguros en las aulas, que se dote a las escuelas de lo necesario para desinfectar las escuelas y se garantice que los niños que se contagien tengan medicamentos y vigilancia médica que garantice su salud.
Está claro que las clases en línea o por televisión no pueden nunca igualar a las clases presenciales, pero está en juego la vida de millones de niños que son el futuro de nuestro país, y la vida de miles de maestros que son forjadores de hombres y mujeres que la patria necesita.
Por ello, ¡exigimos vacunas para maestros y alumnos, y condiciones dignas para nuestros planteles!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario