El pasado 1° de septiembre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ante los principales funcionarios de su gabinete, en el salón de “Los Escudos” de Palacio Nacional, rindió lo que constitucionalmente se considera su Tercer Informe de Gobierno. Este informe, sin embargo, para numerosos periodistas y especialistas, fue una mañanera más. Como si se tratase de un mismo cuento relatado por el abuelo a sus tres nietos cada noche durante tres años. AMLO afirmó que su proyecto (4T) sigue sembrando logros cada día y que será imposible para los “ultratecnócratas neoliberales” (es así como ha llamado últimamente a todo aquél o aquellos que lo refutan o contradicen) restablecer la política de compadres o la corrupción que, según él, ya no existe.
Es bien sabido por el público informado, que el presidente de la república lanza afirmaciones día con día, sin sustento estadístico, científico o filosófico. ¡Vaya!, con decirle que sus mentiras están hasta contabilizadas. “AMLO ha mentido más de 56,000 veces en las mañaneras, revela estudio.” (El Universal, 30/06/21) La nota dice: “En promedio, el presidente miente o da datos inexactos 88 veces en cada conferencia matutina; en 943 "mañaneras" ha hecho 56 mil 181 afirmaciones falsas revelan estudio de SPIN”. Veamos.
“Aunque continúan los contagios, se han reducido considerablemente el número de hospitalizaciones y de fallecimientos por covid-19”. (AMLO, 1 de septiembre 2021). El pasado 18 de agosto se registró la cantidad más grande de contagios por SARSCOV-2 en 24 horas, imponiendo así la cifra histórica de 28,953 casos. Cifra histórica, ya que durante las dos olas anteriores se registró un pico máximo de 4,580 el 7 de octubre de 2020 y 20,057 el 23 de enero de 2021, según las cifras de la Secretaría de Salud Pública. El saldo total de la catástrofe a la fecha del día de hoy (02/09/2021) es de 3.37 millones de casos acumulados y 261,000 defunciones. El doctor en matemáticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Arturo Erdely, comunicó a través del periodista Joaquín López-Dóriga que, para cuantificar la cifra exacta de fallecidos es necesario multiplicar la cantidad que reporta la SSP por 2.18. Lo que daría como resultado 568,980 muertes. El resultado coloca a México como el tercer país con mayor número de muertes a nivel mundial, solo por detrás de EE. UU. y Brasil, con 660,158 y 581, 228 fallecimientos respectivamente. (Datos consultados en: www.trt.net.tr). Una verdadera tragedia.
“Casi todos los pronósticos coinciden en que la economía crecerá alrededor del 6%” (AMLO 1 de septiembre 2021). En efecto, instituciones como el Banco de México han pronosticado que el país registrará un aumento en el Producto Interno Bruto (PIB) a finales de este año. Esto se debe principalmente a la reapertura de la economía. Apertura de micro, medianas y grandes empresas, a pesar de la vigente contingencia. Sin embargo, ésta es una verdad dicha a medias. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) durante finales de 2019 la economía nacional se contrajo -0.002%. Para finales de 2020 disminuyó aún más, registrando -8.3%. En este sentido, en el hipotético caso de que la economía nacional registrara una estabilidad durante el último cuatrimestre de este año y al finalizar se concluyera el incremento del 6%, la realidad es que seguirán los números negativos con -2.3% de PIB. Pero, ¿cómo afecta esto al trabajador mexicano? El fenómeno del retroceso económico lo afectaría directamente a través del desempleo, en la falta del poder adquisitivo para consumir bienes básicos como los alimenticios; los servicios médicos, educativos, vivienda, servicios de agua potable y luz eléctrica y hasta en las actividades recreativas.
Este Tercer Informe de Gobierno, -que en realidad es el número 18- ha sido otra prueba palpable de que Andrés Manuel López Obrador hace uso de la mentira como recurso para mantener la aceptación o al menos la tolerancia de los mexicanos hacia su gobierno. Porque, en los hechos, no hay cifras en las cuales apoyarse. Los mexicanos, atentos, nos debemos informar, politizar, educar y organizar para exigir bienestar a los gobernantes que, en los hechos, apuñalan al pueblo.
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