Cuando un carpintero construye una mesa, decimos que ha realizado una transformación; materia prima en un objeto útil.Antes de hacer la mesa tuvo que pensar de qué tamaño, forma, color, haría la mesa, se acopio de los materiales necesarios para cambiar la madera: lijarla, clavarla, pulirla, entre otras actividades para terminar el producto, que servirá para comedor, lugar de estudio o cualquier otra actividad.Lo mismo pasa con una silla, cama, etc.Y aunque las materias primas han cambiado, ha mejorado la tecnología para la producción, el proceso, en esencia sigue siendo el mismo.De eso se trata, cuando hablamos de cambios, se trata de mejorar lo que ya se hacía, haciéndolo mejor, más rápido y eficiente.
Nuestros campesinos, muchos no tienen teléfono, casi no ven televisión, pero saben pronosticar una tormenta o que habrá sequía, basándose en conocimientos ancestrales, saben cuándo una planta muestra ciertos síntomas, cuando los animales se alejan buscando un refugio seguro, la forma de las nubes, la fuerza y la dirección del viento, entre muchos otros factores.Lo mismo pasa con la gente que está metida en la política y que ha estudiado a fondo la realidad de un país, señalando el camino más seguro para poder caminar en esta tormenta que se avecina.
Nuestro dirigente nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, dijo en su momento que el triunfo de Donald Trump, era algo que el sistema mundial necesitaba, un hombre cínico que dijera lo que otros callaban, pero igual lo hacían.Lo mismo pasa con el sistema mexicano, cuyos problemas son de origen y que son inherentes a él.Por ejemplo, la corrupción que hoy han puesto a la orden del día, no se va acabar mientras no se cambie el modelo económico.No es cierto, que sea el primer presidente que encabeza la lucha contra la corrupción, ya otro conocido como JOLOPO, que tiene muchas coincidencias con el actual mandatario y terminó no muy bien que digamos.
Mucha gente no se interesa en la política.En la última elección, en Nuevo León el principal ganador fue la abstención, el 45 por ciento no votó; están ocupados en resolver sus problemas más apremiantes, como conseguir comida, pagar la renta, agua, luz; la lucha por sobrevivir los mantiene ocupados.Y ven que ninguna de las autoridades hace lo que prometen.
Pero las decisiones políticas, caen sobre sus espaldas, sobre sus hombros, porque son los principales afectados.Que sube la leche, que sube el pan, que suben los huevos, que sube todo; pero lo que no sube es el salario, se mantiene en el mismo nivel.Que duro panorama les espera a los más de 81 mil trabajadores que perdieron su trabajo formal en Nuevo León y otros 10 mil mensuales de aquí a diciembre, como lo informó la COPARMEX, de Nuevo León.
¿Qué hace el gobierno federal? Nada.¿Qué hace el gobierno del Estado de Nuevo León? Renuncia a la CONAGO y busca un nuevo pacto fiscal. Algunos otros, se cambian de partido, buscando mejorar sus propias condiciones y no la del pueblo que lo eligió.
Con frases como: "Vamos a iniciar una nueva era de prosperidad", iré "en donde tenga mejores oportunidades de demostrar mis dotes al servicio del pueblo", "yo estoy dispuesto a luchar por los hijos de los otros, como lo hago por los míos", se salen de un partido para ingresar a otro, en fin, preocupados únicamente por sus intereses personales.
En Nuevo León, podemos hacer un listado de los recientes movimientos, Marco González, Karina Barrón, que, de un día a otro, han decidido que el partido en el que militaban, ya no les gusta y que van a ir a donde mejores dividendos obtengan.En estos cambios de partido, ¿Qué beneficios ha traído a los ciudadanos de Nuevo León?
El Frankestein que está en el poder federal está condenado al fracaso, porque, aunque la cabeza de algodón diga que su honestidad está a toda prueba, la cola de rata le asoma, sus patas corren en busca del dinero, sus manos toman lo que encuentran a su alcance, o no quieren ir en la dirección en que se ocupa, según la cabeza.
En estos tiempos en que no parece nada claro el futuro del Estado, en donde el presidente habla de logros inexistentes o que no fueron producto de su gestión, en donde dice vamos avanzando, pero no se ve para donde, o sí, al desastre.Sólo hay una salida.
La participación consciente de la clase trabajadora, la más afectada por las malas decisiones de los gobernantes, que se sumen las amas de casa que no completan el gasto, trabajadores sin trabajo y sin salario, estudiantes que no cuentan con internet y computadoras.A los que no tienen escrituras, los que no tienen medicamento.Es necesario unirse, formar un dique que contenga los deseos autoritarios y los recortes que se avecinan.
Es momento de interesarse en la política, en participar activamente en ella si realmente queremos una solución a sus distintos problemas que lo aquejan, de lo contrario pasará lo mismo que ha pasado, viene un hombre nuevo, con palabras y bonitas promesas, y caen en sus brazos y se van en esa dirección, pero hoy, la realidad está pateando a la puerta de nuestras casas, solo con nuestra organización, educación y lucha podemos y debemos sacar adelante nuestros problemas.Espero hacerme entender.
A Tomás Moro si lo entendieron y quizás eso le costó la vida.En 1535, Enrique VII, el rey glotón, exhibió su cabeza en una pizca alzada sobre el río Támesis.
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