Era de esperarse: los morenistas son malos perdedores y ahora demuestran que son peores ganadores (aunque ganaron a través de uno de los más cínicos fraudes electorales registrados en México). Ahora, aunque tomarán las riendas del Gobierno municipal y tendrán la oportunidad de demostrar su “capacidad” para gobernar Chimalhuacán, no les basta, se han lanzado contra un grupo de ciudadanos representados en la persona del biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez.
A Morena no le es suficiente el uso ilimitado de medios ilegales (como el crimen organizado), mentiras y calumnias para ganar elecciones, sino que una vez que ganan buscan aplastar cualquier foco de oposición que pudiera surgir en donde ellos gobiernan. El “quién es quién en las mentiras” forma parte del linchamiento mediático del presidente con los periodistas, organizaciones, artistas, deportistas, intelectuales, etcétera.
Es su modo de operar: el envilecimiento de la política nacional y local, la depauperación gigantesca del debate público la perversión en magnitudes nunca antes vistas de la conciencia del pueblo de México. El asunto aquí estriba en la razón por la que como animales rabiosos se lanzan contra unos u otros. Y esto es por una guerra de intereses contrarios. Ellos (los morenistas) representan a una clase social que no es la de los más humildes, lo cual es tema de otra columna. Nosotros los antorchistas somos parte y síntesis de la gente más pobre y oprimida del país.
En este sentido, el biólogo Tolentino es un genuino representante de los intereses del pueblo. Emergió del pueblo y se forjó entre la lucha y necesidad del pueblo. Los logros materiales, sus resultados concretos al frente de Chimalhuacán son inigualables y están a la vista de todo el que conozca este municipio, al grado de que podemos afirmar que hasta el pavimento por donde caminan los mismos morenistas son obra de la gestión del Biólogo, de Antorcha y de los líderes sociales progresistas de la localidad. Consta el desarrollo público en el artículo del doctor Brasil Acosta titulado “Defendamos a Tolentino”.
Pero los hechos de Tolentino Román no solamente se limitan a la transformación material de su entorno, que tampoco es solo Chimalhuacán, sino una parte importante del Estado de México. El dirigente antorchista ha logrado conglomerar a una cantidad grande y dispuesta de ciudadanos. Ha logrado conquistar la conciencia y la acción de miles, cientos de miles de mexicanos a través de su ideología y de su ejemplo práctico.
Personalmente le digo a mi maestro de lucha y de vida que aquí en Ixtapaluca somos muchos los que pelearemos a su favor, a su lado, porque pese a que su trabajo directo no es aquí, se ha ganado nuestro cariño, respeto y convencimiento; porque su actividad diaria e inalcanzable ha cambiado miles de vidas y la forma en que miramos al mundo. Nos ha enseñado a luchar y creer que un futuro mejor es posible y necesario.
A esos, a los convencidos, no nos van a llamar dos veces para su defensa. Antes de que ocurra algo, ya estaremos listos junto con todos los antorchistas. A quienes lo atacan les decimos que no están contra uno, están contra muchos y nos vamos a defender. No se van a encontrar con individuos, sino contra gigantes. Que retumben los tambores de guerra, que repiquen las campanas de lucha, es momento de que todo el poder numérico del pueblo se enarbole en defensa de la justicia, del maestro Tolentino y de la organización en su conjunto.
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