Si “gobernar no tiene ciencia porque la política tiene que ver más con el sentido común”, como ha dicho el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ser gobernado menos, concluyen muchos mexicanos, al creer que para conocer nuestra realidad no se necesita leer, conocer otras opiniones y mucho menos investigar.
Basta con encender todos los días la radio o televisión a las siete de la mañana para ver o escuchar la mañanera y aceptar ciegamente una clase de “apendejamiento” a cambio de una tarjeta con seis mil pesos cada dos meses. “Al fin que este presidente sí da, no como otros que se robaban todo”, concluyen muchos.
A pesar de que se presume una importante inversión extranjera, la riqueza no se distribuye equitativamente, y los trabajadores queretanos siguen padeciendo condiciones críticas.
A mí cuando menos me pareció muy reveladora una nota publicada por el periódico El Economista el pasado 3 de septiembre, que hoy les comparto. En ella, se da a conocer que de acuerdo con los resultados trimestrales de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe), que emite el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el segundo trimestre de este año 2024, los trabajadores del estado de Querétaro ubicados dentro de la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (TCCO) es del 25.2 % de toda la población ocupada.
Esto significa que de 1 millón 156 mil personas que trabajan, según el Inegi, más de una cuarta parte corresponde a las personas que laboran menos de 35 horas por razones de mercado, es decir, por motivos involuntarios y no personales; a quienes trabajan de 35 a 48 horas, pero perciben ingresos inferiores a un salario mínimo, y a quienes laboran más de 48 horas semanales pero solamente ganan de uno a dos salarios mínimos.
En los hombres, las condiciones críticas impactaron a 28 % de los queretanos ocupados, 4.4 puntos porcentuales más que en el segundo trimestre del 2023, que era de 23.6 %.
Para las mujeres, según el Inegi, la tasa de condiciones críticas fue de 21.4 %, es decir, 1.2 puntos porcentuales menos que en el mismo período de hace un año, que era de 22.6 % de las mujeres queretanas ocupadas, lo que significa que en promedio, a nivel estatal, la tasa de condiciones críticas de ocupación empeoró en 2 puntos porcentuales respecto a 2023, que impactó a 23.2 % de la población ocupada.
Lo interesante de esta información consiste en que revela que aún y cuando en nuestro estado, de cada cuatro personas que trabajan una está en condiciones críticas, la entidad ocupa el séptimo lugar en la Tasa de Condiciones Críticas más baja del país, o dicho de otra manera, sólo los trabajadores de seis estados están en mejores condiciones que los trabajadores queretanos: Jalisco y Baja California con 20.7 %, Nuevo León con 21.7 %, Sinaloa 21.8 %, Colima 22.8 % y Aguascalientes con 23.3 %.
Cinco estados registraron las peores condiciones del país, con porcentajes de entre 40 y el 49 % de rezago, como Chiapas, Tlaxcala, Puebla, Veracruz y Tamaulipas, nos dice que los trabajadores queretanos no están en las peores condiciones.
Sin embargo, llama la atención que a pesar de que los gobiernos presumen importante trabajo para traer inversión extranjera directa, para la clase trabajadora no todo es miel sobre hojuelas, a pesar de que Querétaro, junto con Tamaulipas, ocupa el quinto lugar entre las entidades con mayor cantidad de parques industriales y ha logrado posicionarse entre los estados con mayor recepción de inversión extranjera directa.
Muchos gobernantes presumen haber logrado grandes cantidades de inversión extranjera directa en sus estados y quizá tengan razón, pero olvidan que la inversión y el empleo no son sinónimo de bienestar de la población trabajadora.
Podrá haber mucho empleo y se producirá mucha riqueza, pero esta no es para los trabajadores, sino para los patrones, para los dueños de los medios de producción, ya que si bien es cierto que se socializa el trabajo, las ganancias se concentran en unos cuantos.
Lo que más importa destacar es, si en Querétaro, que no es de los estados más rezagados en materia de generación de empleos y riqueza, una cuarta parte de los trabajadores padecen terribles condiciones de supervivencia con apenas uno o dos salarios mínimos y su situación empeora cada vez, ¿dónde están pues los más de 9.5 millones de mexicanos que, según López Obrador, ha sacado de la pobreza? ¡En su cabeza!
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