El 12 de abril, una Comisión de la Dirección Nacional del Movimiento Antorchista trató de hacerse escuchar en la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, con las voces de protesta ante el cero avance de las investigaciones del triple crimen perpetrado hace un año contra una pareja de luchadores sociales y su pequeño hijo en el estado de Guerrero.
Se trata, como es sabido, de los antorchistas Conrado Hernández, Mercedes Martínez y su hijo menor de seis años, Vladimir, quienes fueron cobardemente asesinados sin que hasta la fecha haya habido algún avance en las investigaciones del terrible crimen.
Todo el mundo sabe que Guerrero es una de las entidades más violentas e inseguras, y que tan solo el año pasado se cometieron cerca de mil 500 homicidios.
Posteriormente, el domingo 14, se realizó una manifestación pacífica de alrededor de 2 mil mexicanos provenientes de diferentes estados, quienes nos congregamos en Guerrero para efectuar una marcha y un evento político-cultural, exigiendo justicia para nuestros compañeros.
Sabedores de que miles de familias padecen la impunidad que reina a lo largo y ancho del país, los convocamos a unirse a nuestra lucha, que no concluirá hasta que se investigue debidamente a los culpables y se les aplique un castigo ejemplar por haberle arrancado la vida a tres almas inocentes.
Es necesario señalar que hemos sido pacientes y hemos sabido esperar a que las autoridades hagan su trabajo, pero también es necesario dejar claro que, a pesar de los compromisos formales de investigar y castigar a los culpables por parte de servidores públicos del nivel y la categoría de Rosa Icela Rodríguez Velázquez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y de la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, hasta la fecha no se han dado a conocer los nombres de los autores materiales y mucho menos se ha identificado a quienes ordenaron la ejecución del triple homicidio.
Lo único que ha quedado claro es que, en las primeras indagatorias, se quiso hacer aparecer el terrible hecho como un accidente; sin embargo, el resultado de la necropsia correspondiente demostró que los indefensos líderes fueron atacados a golpes y asfixiado el menor sin mediar razón alguna.
Todo el mundo sabe que Guerrero es una de las entidades más violentas e inseguras, y que tan solo el año pasado se cometieron cerca de mil 500 homicidios. El delincuente planea y acecha a su víctima hasta que consigue quitarle la vida.
Aunque fue interpuesta la respectiva denuncia, jamás se realizó ninguna investigación y como consecuencia jamás se castigó a nadie. Por lo tanto, no podemos quedarnos cruzados de brazos esperando una solución divina, es necesario elevar nuestra voz y exigir justicia ya.
El tiempo que ha pasado, sobra decirlo, ha sido de una cruel tortura para familiares y amigos de nuestros compañeros caídos, por encima del dolor de haberlos perdido para siempre; no es justo que nuestros camaradas activistas, que lo único que hacían era luchar al lado de los guerrerenses más olvidados y marginados, hayan acabado sus días en un cementerio, mientras que quienes los asesinaron se paseen libremente, sin que nadie los moleste. Por este motivo, dejamos constancia a través de este medio que no descansaremos hasta que se haga justicia en Guerrero.
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