“La inflación sube el precio de la cena navideña a doble dígito. La cena de navidad costará alrededor de 15 por ciento más que el año pasado. Todos los platillos tradicionales, desde el pavo al horno, la pierna o el lomo de cerdo, los cortes de carne y hasta las pastas, llevan ingredientes en sus recetas cuyo precio ha saltado a doble dígito en este 2022. Esta escalada de precios será determinante en las decisiones alimentarias que tomen hogares para celebrar la navidad. Algunas estrategias: realizar compras con anticipación, elegir un menú económico, reducir las porciones, cambiar ingredientes o bajar su calidad”. (El Economista, 20 de noviembre de 2022).
Este fue un análisis realizado a un mes de celebrarse las fiestas navideñas en todo el país. Sin embargo, solo se esgrimen algunas razones por las cuales los mexicanos no podrán tener unas fiestas decembrinas parecidas a las de hace un par de años, en las que tal vez no rebosaban las mesas de alimentos, pero cuando menos eran un poco más variados; la principal razón que se espeta es la inflación que han sufrido recientemente los productos básicos. Aunque es un verdadero problema el alza permanente en los precios, no es la única razón, ni la más grave, pues no se menciona ni por error el tema de la pobreza en que vivimos más de 95 millones de mexicanos.
El que millones de familias no tengan acceso a los alimentos básicos tiene que ver con dos razones primarias; la primera, que no todas las personas en edad de trabajar tienen un trabajo seguro y, la segunda, aquellos que sí tienen trabajo, perciben un salario insuficiente para satisfacer sus necesidades más básicas y las de su familia.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), “en septiembre de 2022 y con cifras originales, la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 59.5 millones de personas”. A simple vista parece no tan grave, pero si vemos los otros datos que vienen en el cuerpo de su informe, nos encontramos con la parte sombría. Dice el informe a continuación: La población ocupada en la informalidad laboral en septiembre de 2022 fue de 32 millones de personas y la Tasa de Informalidad Laboral 1 (TIL1) fue de 55.6 por ciento de la población ocupada”.
Es decir, que, de acuerdo con el informe de la ENOE, el total de mexicanos que tienen un trabajo es de 57 millones 492 mil 318, pero, de los cuales, la ocupación formal solo fue de 25 millones 538 mil 046, lo que representa un 44.4 por ciento, mientras la ocupación informal fue de 31 millones 954 mil 272 personas, equivalente al 55.6 por ciento (hay que entender limpiaparabrisas, quienes venden dulces o quienes escupen fuego en los cruceros, a los pequeños productores, aquellos que trabajan sin seguridad social y que no tienen un ingreso seguro); además, hay que sumar que la población desocupada fue de dos millones de personas. Este es, pues, el primer gran problema. La falta de empleos seguros para todos.
El segundo gran problema, son los malos salarios. Veamos: “De acuerdo con el décimo cuarto reporte del Observatorio de Trabajo Digno de la iniciativa Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP), los salarios bajos son la principal causa de pobreza en México, donde 35 millones 528 mil mexicanos que trabajan (71 por ciento) no obtienen ingresos suficientes para superar el umbral de pobreza, es decir, no perciben el ingreso suficiente para adquirir la canasta básica para una familia de dos personas, para quien trabaja y alguien más.
Entre los mexicanos que no obtienen ingresos dignos figuran más de 22 millones con trabajo asalariado. Sin embargo, son las mujeres y los jóvenes los que enfrentan el panorama más adverso. La ACFP estima que ocho de cada 10 mujeres trabajadoras (cerca de 16 millones) y más de 10 millones de jóvenes son afectados por los bajos salarios. Se necesitan salarios mínimos de 8 mil 500 pesos para lograr un ingreso familiar digno”- Publimetro, 5 de octubre de 2022-.
El salario mínimo en México es de 207.44 pesos diarios y 312.41 pesos por día en la zona libre de la frontera norte. Un obrero que gana 207.44 pesos diarios, multiplicados por seis días de trabajo, percibe a la semana un ostentoso salario de 1,244.64 pesos.
De enero a diciembre de este año, la inflación en los productos de la canasta básica pasó de 7.70 por ciento a 9.01 por ciento. El Inegi dice que la canasta básica se compone por 85 productos, pero como son tantos y evidenciaría potencialmente lo raquítico que resultara el salario de un obrero, por ejemplo, López Obrador se refiere al establecido por la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), el cual incluye apenas 24 artículos: aceite vegetal comestible 1 pieza de 946 ml, arroz en grano 1 kg, atún en aceite en hojuela, dos latas de 140 grs, azúcar estándar 1 kg, carne de res 1 kg, cebolla blanca 1 kg, chile jalapeño 1 kg, carne de cerdo 1 kg, frijol negro 900 grs, huevo de gallina 1 paquete de 18 piezas, jabón de tocador 1 pza, jitomate saladet un kg, leche de vaca 5 litros, limón 1 kg, manzana 1 kg, plátano 1 kg, pan blanco de caja 1 paquete de 680 grs, papa blanca un kg, papel higiénico 1 bolsa de 4 piezas, pasta para sopa 1 paquete 220 grs, carne de pollo un kg, sardina en tomate en lata 1 lata de 425g, tortilla de maíz de supermercado 4kg y zanahoria un kg. Todo esto tiene un costo de $982.08 pesos para el estado de Chihuahua. Considere usted estimado lector, ¿Con las cantidades que menciono arriba, podría sobrevivir durante una semana una familia de cinco integrantes?
Ahora, con motivo de las fiestas decembrinas, hellosafe dice: “siete de cada 10 mexicanos no comprará regalos de navidad este año. El aumento de precios ha hecho que los mexicanos se vean obligados a comprar menos regalos o buscar regalos más baratos. Este año en México los regalos y adornos de navidad son 34 por ciento más caros, a comparación del año pasado; 65 por ciento de los mexicanos señala que la inflación y la falta de presupuesto son los principales motivos para no comprar regalos este año; 24 por ciento señala que no comprará regalos este año por la inflación, 41 por ciento no comprará regalos por falta de presupuesto”.
Sin embargo, millones de familias que viven en comunidades y pueblos indígenas olvidados por décadas, pocas veces han vivido una navidad común, en esas comunidades no hay navidad, no hay año nuevo, no hay regalos para los niños, pero no solo esos días festivos, prácticamente todo el año viven en las carencias. La preocupación no solo tiene que ser para que estas fechas coman bien, sino para que todo el año coman bien, vistan bien, se curen bien, en pocas palabras, la preocupación debe ser cambiar por completo la suerte de los más vulnerables de México.
Pero como este problema de la pobreza no es nuevo, y tampoco está siendo combatido por el gobierno, el pueblo de México debe saber que su suerte está en sus manos, el pueblo se tiene que hacer justicia por su propia mano, es menester que los mexicanos nos organicemos bajo un mismo objetivo y que así, juntos, luchemos por una patria más justa y equitativa para todos, como lo ha planteado el Movimiento Antorchista Nacional.
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