MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Un acto vil que demuestra lo putrefacto del sistema económico y político

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Los sucesos lamentables, cobardes y viles del día sábado por la noche entre las barras de los Gallos Blancos y Atlas, en el estadio Corregidora, en Querétaro, nos han sacudido la conciencia a muchos ciudadanos aficionados o no al futbol.  Donde la violencia en este partido deja más de 17 muertos y decenas de heridos, es cierto que no ha sido el único ni el primer acto violento en un partido de futbol, pero sí el más sangriento en las dos últimas dos décadas. El último acto violento se suscitó en el 2019, entre la barra del equipo de Atlético de San Luis y el Querétaro, donde el saldo final fueron 33 heridos, en las tribunas del estadio Alfonso Lastras, la sanción fue el veto por dos partidos y una multa por 506 mil pesos para ambos equipos. La violencia está carcomiendo otros sectores de la sociedad, incluyendo el deporte, ahí están las cifras diarias que con estadísticas muestran la gran ola de violencia que azota a nuestro país, demostrando lo errónea y fracasada de la política de seguridad del gobierno de la 4T.  Los actos sucedidos el sábado, son un hecho más, que se suma a lista de actos criminales que se han cometido en el país en los últimos tres años y que están esperando que se haga justicia, pero que nunca llegará, viendo la incapacidad de los gobernantes actuales.  

Cada vez más en múltiples y diversos sucesos se manifiesta la violencia, esta vez se manifiesta en la tragedia vivida en el estadio Corregidora. Lo sucedido el sábado, es una manifestación en una pequeña dosis de la gran descomposición social que estamos padeciendo en nuestro país, vivimos en una sociedad putrefacta, que está formando seres deshumanizados, violentos, vándalos, drogadictos en una palabra delincuentes, con mentes enfermas que los lleva a asesinar a sus semejantes con tanto odio en una tribuna deportiva. El fanatismo y el vandalismo, incitado por las drogas y el alcohol, pagado, fomentado y permitido por los dueños de los equipos de la Liga MX, que son los dueños del dinero. La mayoría coincidimos que la violencia no debe tener cabida en ningún escenario deportivo del tipo que sea, que deben castigarse a todos aquellos que practican, fomentan, la incitan y permiten, castigar a los responsables de los actos viles y cobardes cometidos el día de ayer es lo menos que se puede y debe hacer, pero el gran problema pendiente por resolverse no es ese, es más complejo, más profundo y más oculto, los grandes intereses que se esconden y ocultan detrás de cada grupo, barra o porra deportiva. Que nadie se asombre y dude que los comportamientos de los seres humanos son el reflejo de la sociedad enferma que los ha formado y esa sociedad está diseñada bajo un modelo económico social a la que en su estructura nada escapa, dentro de ellos está el deporte, siendo víctima hoy de ello. Una de esas manifestaciones de la descomposición social en la que estamos viviendo hoy es el deporte dentro de los estadios. El deporte como una mercancía que se ha convertido en un rentable negocio y empleado como un instrumento de manipulación, fanatismo, sometimiento y control, se ha degradado y deformado en su fin último y está secuestrado por unos cuantos que lo han sabido explotar en lo económico y de manipulación.

El deporte mercenario hoy se mancha de sangre, la FIFA, la Federación Mexicana de Futbol y sus organismos, como aliados de los poderosos del mundo, no podrán evitar más actos como los sucedidos, continuarán descomponiendo y desviando el deporte de su verdadero propósito por el cual surgió. Necesitamos reorientar y masificar el deporte como un arma educadora. Espero que este acto vandálico en el encuentro deportivo, nos sacuda las conciencias a la mayoría de los mexicanos y nos demos cuenta de la descomposición social en la que estamos viviendo, no lo podemos ver como un fenómeno aislado, sino concatenado, vinculado con todos los actos violentos que han venido sucediendo en los últimos años en México, hoy le tocó al deporte padecer este trágico y vergonzoso acto cobarde provocado por unos vándalos asesinos, pero por todos  lados se está cayendo a pedazos el país. Nuestro país está de luto por las decenas de miles que han muerto sin deberla ni temerla y desgraciadamente los culpables siguen libres.  

Es responsabilidad del estado mexicano y del gobierno actual, si es que sabe y quiere, porque lo dudo, no con cartillas morales, ni con “abrazos, no balazos”, ni acusándolos con su mamá, sino enderezar el barco en serio, porque nos estamos hundiendo, la delincuencia no da tregua y por eso, hoy damos este grito a tiempo, porque mañana será quizás demasiado tarde.  Hoy el fanatismo y el vandalismo convierten un espacio deportivo en una morgue, en esa dirección han llevado el futbol los mercenarios del deporte. Estas son las consecuencias cuando una disciplina deportiva se mercantiliza, estos niveles de descomposición a que han llegado las barras deportivas son el resultado del terrible desvió que está sufriendo el deporte al ser secuestrado como mercancía. Urge crear un modelo de sociedad donde el deporte en todas sus disciplinas sea visto como una forma para transformar las mentes y los cuerpos, que lo puedan practicar todos, masificarlo y convertirlo en un método forjador de hombres nuevos, que aspiren a formar una sociedad superior libre de todo vicio. Que la buena práctica de cualquier disciplina deportiva, incluyendo el futbol, sea para fomentar la convivencia, la fraternidad y unidad entre los pueblos, que nos permita formar seres humanos educados, disciplinados y buenos. Porque hoy y mañana de esos hombres y mujeres necesitará el mundo.

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