* Manuel Tabla Díaz, viajó desde QR hasta Teco, para declamar en la XXI Espartaqueada Cultural
Tecomatlán, Pue. Desde el estado de Quintana Roo, con 65 años de edad y una vida dedicada a la carpintería, Manuel Tabla Díaz participó en el concurso nacional de declamación de la Espartaqueada Nacional, organizado por el Movimiento Antorchista. En esta edición, por primera vez lo hizo de forma presencial.
“Me llamo Manuel Tabla Díaz, vengo de Quintana Roo y tengo 65 años de edad”, se presenta con orgullo. Aunque esta es su tercera participación, las dos anteriores fueron de manera virtual, debido a la pandemia de covid-19.
Él me cuenta que subirse al escenario representó un momento cargado de emoción: “Primero que nada fue un gran orgullo. Llegué a pensar que, a lo mejor, era un orgullo inmerecido, porque este es uno de los escenarios más majestuosos que hay en todo el país. Tomando en cuenta que el Movimiento Antorchista realiza un trabajo cultural de gran nivel, aquí solamente vienen los mejores. Por lo tanto, yo sentí mucho orgullo estando aquí”.
Durante su participación, Manuel declamó un poema de su autoría, una obra profundamente especial y personal: “Es un poema que yo escribí basado en la vida de mi difunta esposa, que falleció en enero pasado. Habla precisamente sobre un estado de salud frágil, sobre una pobreza grave. Mi mujer en su niñez comía únicamente quintoniles y sus hermanos se fueron a Estados Unidos. Como muchos, algunos no regresan. De eso trata la trama y está basado en su vida”.
Mientras me lo cuenta, un nudo se me hace en la garganta, en una oportunidad conocí el estado de Quintana Roo, mientras acompañaba a los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista en una gira, muy bello y paradisiaco, pero en el que la pobreza se esconde en las orillas, las autoridades privilegian el trato a los turistas en tanto que descalabra y humilla a su población.
“Fue un gran orgullo estar en uno de los escenarios más majestuosos de todo el país, sobre todo porque el Movimiento Antorchista realiza un trabajo cultural de gran nivel”.
Al cierre de 2024, el portal poresto.net dio a conocer que más del 28 % de la población vive en situación de pobreza en el estado de Quintana Roo, un estado que tiene 2 millones de habitantes y problemas con la migración.
Para Manuel, fomentar la declamación y la poesía es fundamental: “Primero que nada porque sensibiliza a la gente. La poesía nos permite ser distintos, captar la vida de otra manera. Nos obliga a memorizar, a pensar, y eso nos lleva a la cultura, a conocer otros mundos, otras historias, en las cuales podemos vernos reflejados”.
A lo largo de su vida, Manuel se desempeñó como carpintero. Hoy está jubilado, pero lejos de detenerse, ha encontrado en la poesía un nuevo camino.
Llegar desde Quintana Roo hasta Puebla no fue sencillo, “fue toda una odisea, una muy larga odisea, pero valió la pena”, me dice con una sonrisa, que esconde alguna anécdota con sus compañeros.
Cuando le pregunto cómo fue su proceso de preparación, me cuenta que un día se inspiró: “Un día me paré a las tres de la mañana y empecé a escribir. No me detuve hasta terminar lo que consideraba un poema. Luego le pedí a la maestra Lirio Dení García que me hiciera el favor de revisarlo, y ella lo corrigió. Desde hace más de un año, empecé a levantarme todos los días a las cuatro de la mañana, sin fallar un solo día, para decir mi poesía. A pesar de que yo la escribí, nunca dejé de estudiarla”.
Finalmente, le pregunto si tiene algún mensaje para las personas de su edad: “Les diría que salgan de su ostracismo. Esto sirve como ejercicio, pero además para hacer amigos, para hermanarnos, para ampliar nuestro catálogo de amistades. Indudablemente vale la pena”, me dice.
Manuel Tabla fue invitado a formar parte de la gala de ganadores que clausurarán esta XXI Espartaqueada Cultural Nacional el domingo 13 de abril en el Teatro “Aquiles Córdova Morán”. Más tarde, ese mismo día, conoció al líder nacional de Antorcha y y platicó con él.
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