Regresar a clases presenciales a finales de agosto será un completo error, pues la tercera ola de covid-19, que aun azota con mucha intensidad en el país, podrá en gran riesgo a muchos jóvenes y maestros, sin lugar a dudas los contagios van en aumento y una decisión tan a la ligera como la que dio y continúa reafirmando el presidente Andrés Manuel López Obrador de retornar a las aulas lo único que ocasionará es que miles de estudiantes corran el riesgo de contagiarse y enfermar de la nueva variante Delta del mortal virus.
Bien se sabe que para volver a las escuelas es sumamente necesario establecer los protocolos integrales de salud para alumnos y docentes, además de acelerar la vacunación para que cuando menos el 75 por ciento de la población ya este inmunizado, y de inmediato que toda la comunidad estudiantil también lo esté, es por esa razón que el presidente López Obrador ha sido criticado por la decisión de que se debe regresar a clases presenciales el 30 de agosto “llueva, truene o relampagueé”, pero sin las medidas necesarias, sin protocolos de seguridad realmente efectivos sería una falta grave a los derechos de niños, niñas y adolescentes, no sólo en el tema del derecho a la educación, sino incluso de los derechos a la integridad personal y a la salud.
Se advierte que la pandemia por covid-19 no ha tenido un proceso lineal, se ha dado con diferentes repuntes u olas de contagios, así se ha dejado sentir en esta tercera ola que según la misma Secretaría de Salud ya alcanzó su punto más alto en la segunda mitad del mes de agosto, tiempo donde se espera que los alumnos regresen a clases y lo peor es que esta tercera ola, es ocasionada por la variante Delta, que afecta principalmente a niños, niñas y adolescentes.
De igual manera los estudiantes adheridos a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR) han manifestado su desacuerdo con volver a las aulas sin que el estudiantado nacional estén vacunados y demeritan la decisión del mandatario federal, además los jóvenes organizados también mencionan que una vez regresando a clases es necesario establecer protocolos claros sobre el uso y distribución de cubrebocas eficaces, uso de gel antibacterial y lavado de manos, hábitos y códigos al toser o estornudar, utilización del equipo de protección, instaurar procedimientos de limpieza de las instalaciones y usar las prácticas seguras al preparar alimentos, cosas que en muchas instituciones no pueden llevarse a cabo porque no cuentan con los materiales ni los recursos necesarios, otro aspecto que la SEP y el Gobierno federal deberían contemplar como prioridades antes de regresar a las aulas.
Por otra parte, en cuestión educativa para un regreso integral, según la SEP se necesita una regularización académica de los niños, lo que requiere de una evaluación de los aprendizajes logrados en el tiempo de la contingencia y esto se debe realizar en tres áreas específicas: habilidades lectoras, habilidades matemáticas, y habilidades de ciencia, que son justo los tres factores que evalúa la Prueba PISA de la OCDE que se aplica cada tres años, pero de eso prácticamente nada se ha logrado pues los materiales que la Secretaría de Educación proporciona siguen siendo materiales tradicionales como solo libros de texto y no innovan para que esto se pueda realizar de mejor manera y no se afecte el aprendizaje de los estudiantes.
Otra manera de regularizar la educación de los niños, niñas y adolescentes es invirtiendo en personal para que cada unidad o zona escolar cuente con un experto en emociones –psicólogo-, con el fin de vigilar la evolución de las manifestaciones psicológicas, al igual que su intensificación y prolongación en el tiempo que ha durado la contingencia sanitaria, lo cual genera limitantes para el desarrollo normal y adquiere un significado psicopatológico, y no seguir diciendo que los docentes deben aprender a lidiar con esos nuevos problemas acarreados por la larga duración de la pandemia.
Para terminar, el antorchismo nacional, así como los jóvenes de la FNERRR y la sociedad civil en general no están de acuerdo con el regreso a clases en agosto ‘llueva, truene o relampaguee’, como lo asegura el Presidente de la República, si no se regulariza a los alumnos con una previa evaluación y sobre todo con un manejo eficiente de la pandemia, más aún, en el marco del repunte de los contagios en esta tercera ola que está superando a las dos anteriores olas de la pandemia.
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