Mucha expectativa se ha generado, en los últimos días, la presentación del espectáculo de la Feria Nacional Potosina 2022 (FENAPO), prevista próximamente en el recinto ferial al sur de la ciudad, por parte del patronato encargado de esta festividad. En esta ocasión se recibirá a los visitantes en instalaciones modernas, por los trabajos de rehabilitación y remozamiento del inmueble; empezando por su entrada principal, el Teatro del Pueblo, accesos, área de pabellones, muestra gastronómica, puntos de primeros auxilios y vigilancia, baños, etcétera.
Además, se rehabilitarán las principales vías de llegada al lugar, como es la avenida Juárez y la Rocha Cordero, y las bahías de estacionamiento para los taxis y del transporte público (incluso se incorporarán cuatro rutas más de transporte urbano) para que la gente no tenga problema de traslado.
Se celebra también la visita de artistas nacionales y extranjeros de diversos géneros musicales como el rock, música pop, rancheros, gruperos y más, para todos los gustos y edades, tanto en el Teatro del Pueblo como el palenque.
“Será una feria de las más grandes del país, con una asistencia estimada de 4 millones de visitantes” dice el mandatario Ricardo Gallardo Juárez, dado que la entrada al recinto ferial será gratuita y en los estacionamientos de la FENAPO no habrá cobro, y, además, el acceso a los juegos mecánicos será gratuito. Total, que según los organizadores será una Feria sin precedentes en la historia de San Luis Potosí, de las “más grandes del país y con una probable derrama económica de más de mil millones de pesos, en beneficio de los dueños de hoteles, restaurantes, transporte, turismo y comercio en general”, dicen.
Creo que la mayoría vemos en sentido positivo las mejoras al recinto ferial y que sea una Feria popular, que no exista discriminación hacia los asistentes por falta de recursos para pagar la entrada, sobre todo, si son familias numerosas, que sean gratis los juegos mecánicos y que exista transporte público con nuevas rutas y con horarios de servicio extendidos, sobre todo en estos días en que la economía de la mayoría de las familias potosinas, se ha visto disminuida por la constante alza a los precios de la canasta básica, y la inflación que llega casi al 8 por ciento, como en décadas que no se veía en México. Además, que muchos aún no nos recuperamos por los estragos de la pandemia del coronavirus, por todo esto, comparto la preocupación mis viejos amigos comerciantes locales, que por décadas han participado con la venta de sus mercancías en las ediciones de la FENAPO.
“Nosotros desde chamacos ya participábamos en la feria, desde que se ubicaba en lo que ahora es la Alameda Juan Sarabia, los eventos culturales y vendimia eran sobre la avenida Universidad hasta la Iglesia de San José y los juegos mecánicos sobre la avenida Ponciano Arriaga (o Eje Vial), después nos fuimos por donde se ubica ahora el Poder Judicial y el Mercado San Luis 400, y en los últimos años al lugar que ahora se ocupa, pero en un inicio todo estaba sucio y terregoso, y cuando llovía peor, dado que todo era lodo, y en muchas ocasiones nuestra modesta mercancía se nos echaba a perder. De los grandes expendedores de mercancías, como los que se instalan en los Pabellones, ninguno se atrevía a ir vender, solo nosotros, porque siempre hemos estado con el pueblo, llevándoles alimentos, como los elotes, palomitas, gorditas, tamales; aguas frescas, prendas o modestas mercancías de novedad, y así hemos trabajado por años en donde ahora está la FENAPO, y claro, que también le invertimos, con el levantamiento de pequeñas estructuras metálicas donde vendemos nuestros productos.
Pero ahora con la rehabilitación de la Feria, el Patronato pretende quitarnos los espacios que por décadas hemos ocupado, y consideramos que no es justo, además, dicen que nuestras estructuras ya no existen, porque los de la “Herencia Maldita” las desaparecieron. Nosotros estamos de acuerdo con el arreglo y embellecimiento del recinto ferial, pero que no se nos discrimine, para nosotros, nuestros clientes no son los visitantes que tienen holgura económica o que van a emborracharse; son gente del pueblo, gente humilde, que no podrá entrar a los grandes restaurantes o comprar ropa de marca, por eso creemos que es necesaria nuestra inclusión”. Dicen.
Estas consideraciones se las paso al costo a los organizadores de la FENAPO, y creo, que no debe haber discriminación ni mezquindad en medio de todo lo mal que vivimos en el terreno económico los potosinos, venimos saliendo de una pandemia del coronavirus (y probablemente vendrá su Quinta Ola) que nos trajo enfermedad y muerte de seres queridos, quebrados en el terreno financiero, y en esos día de feria, muchas familias se quedan sin recursos por el cierre y apertura del ciclo escolar y que implica gastos, y luego, si el clima no es favorable (porque por lo regular en esa época llueve mucho) no habrá mucha vendimia ni “la gran fiesta”. Bien vale que los comerciantes locales sean escuchados. Por una feria incluyente en favor de los potosinos.
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