El título de este escrito es un refrán popular usado en una infinidad de hechos de la vida cotidiana, ya que describe o nos advierte sobre el grave error que cometeríamos si usamos un hecho aislado para generalizar situaciones o fenómenos. Lo anterior viene a cuenta por la destacada participación del competidor mexicano Donovan Carrillo quien debutó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2022, y cuya actuación fue histórica para México, ya que es el primero en llegar a la final de patinaje artístico, además, con su participación México volvió a tener un competidor en esta disciplina después de 30 años de ausencia.
También se convirtió, en el cuarto patinador mexicano que compite en unos Olímpicos Invernales tras Diana Evans, Ricardo Olavarrieta y Mayda Navarro, quienes no lograron avanzar al programa libre.
Por los logros obtenidos y por las dificultades que ha tenido que vivir para llegar a representar a un país sin hielo en unos Juegos Olímpicos de invierno, nadie duda de que Donovan Carrillo es un mexicano excepcional y un ejemplo para todos los mexicanos.
Sin embargo, a raíz de su participación en Beijing ha salido a la palestra pública la situación del deporte en nuestro país y el apoyo que brinda el gobierno a los deportistas de alto rendimiento.
Como es natural, la prensa se ha encargado de dar a conocer la historia de Donovan, que, sin exagerar es toda una hazaña. Labró su camino entrenando en pistas de hielo de los centros comerciales en su natal Guadalajara. Al buscar patrocinadores, nadie le tendió la mano, quienes le apoyaron fueron su familia, amigos y allegados. A pesar de las peripecias que vivió no se doblegó y clasificó a la justa más importante del mundo, los Juegos Olímpicos. Donovan es, pues, un ejemplo para muchos jóvenes de tenacidad, de esfuerzo, de disciplina y de cariño por la actividad deportiva.
Sin embargo, no debemos perder de vista que el logro de Donovan es resultado de un esfuerzo individual y familiar y no de una política nacional enfocada al deporte. Para tener a muchos Donovan en nuestro país se requiere en primer lugar, infraestructura pública para que todos los mexicanos practiquemos deporte, como canchas, gimnasios, albercas, pistas, etc.; en segundo lugar, se requiere recursos humanos y materiales, como uniformes y accesorios, entrenadores, médicos del deporte, etc.; en tercer lugar, se requiere del financiamiento para la organización de justas deportivas y sobre todo del apoyo económico a los atletas de alto rendimiento. Además, el Estado debe garantizar una buena alimentación y salud para que todos puedan desarrollar sus capacidades deportivas.
Sin embargo, el deporte en México está olvidado, no hay financiamiento, ni infraestructura pública para masificar el deporte entre los mexicanos. El caso de Donovan nos emociona a todos los mexicanos y nos da esperanzas de ser algún día una potencia deportiva. Sin embargo, sin una política deportiva seria que impulse el deporte en nuestro país, el logro del patinador solo será una golondrina, pero no habrá verano.
De los 130 millones de personas que habitamos el país seguramente habrá muchos Donovan quienes desafortunadamente no tienen posibilidades para seguir practicando su deporte y lograr sus sueños. Para lograr un país donde vivamos mejor, es indispensable masificar el deporte.
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