Atravesamos una etapa muy complicada de la vida humana en el mundo entero, principalmente por la pandemia de la covid-19, que ha extinguido a más de 5.8 millones de seres en el planeta. En México, salvo dudas muy sustentadas, la Secretaría de Salud ha reportado el deceso de 311 mil 554 mexicanos, por el virus, hasta el 11 de febrero de este año. No hay duda, a su vez, que este suceso inusual ha provocado consecuencias graves además de las secuelas en la salud de las familias; problemas económicos, educativos, deportivos, culturales, etc. La pandemia, pues, vino a alterar el curso de la sociedad de manera negativa.

Según especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), vaticinan que “se espera que prosiga la evolución del coronavirus SARS-CoV-2, y es improbable que Ómicron sea la última variante de preocupación" (Expansión, 11 de enero de 2022).  Estamos ante un escenario donde van a seguir apareciendo variantes del virus, esperando sean menos agresivas, pero es posible que se presenten otras más contagiosas y mortales. Se ha insistido por parte de los especialistas en el tema, me parece que de manera generalizada, en la urgencia de vacunar a los habitantes de países pobres, que se les ha marginado de las vacunas, situación que ha facilitado las mutaciones.

La variante Ómicron, aunque se ha presentado menos agresiva, sí es más contagiosa, esto quedó demostrado que, en 24 horas, el país registrara 60 mil 552 casos, el 20 de enero (Marca, 20 enero de 2022). Ni bien salimos de la 4ª ola provocada por la variante Ómicron y aparecen otras mutaciones como la subvariante Ómicron la BA.2, según confirmaron las autoridades sanitarias de México el 31 de enero de 2022, esto confirma lo que en el párrafo anterior aseguran los especialistas.

En Oaxaca, hasta el 11 de febrero, según los Servicios de Salud de la entidad, se contabilizaron un total de 3 mil 925 casos activos de Covid-19, siendo la jurisdicción sanitaria del Istmo de Tehuantepec de las más altas en ocupación hospitalaria, sin contabilizar los casos de muchos de nuestros conocidos y familiares que se resisten a acudir a un Centro de Salud Público. De esta realidad, como hemos sido testigos, el Gobierno Federal poco hace por informar con veracidad a la población, por el contrario, siempre ha negado desde Palacio Nacional la gravedad y seriedad del tema, sus políticas de salud pública han fracasado, precisamente porque evaden la realidad objetivamente.

Es en este contexto, que la recién estrenada presidenta morenista Municipal de Matías Romero, Obdulia García López, siguiendo la lógica de desdeño hacia la enfermedad y la salud de los mexicanos, “lógica” que tiene su origen en el gobierno de la 4T, en vez de incrementar recursos económicos, materiales y humanos para enfrentar la pandemia, decidió desaparecer la Regiduría de Salud en nuestro municipio. Hasta ahora no se sabe cuáles fueron las razones de la gobernante para tomar dicha decisión, pero el hecho ahí está y el pueblo matiasromerense debe darse cuenta claramente que se está atentado contra su salud, que lo que realmente se reclama en las comunidades rurales y en las colonias marginadas del municipio, que es atención médica, medicamentos y descuentos en los estudios clínicos, pero en vez de ello, se desaparece hasta el organismo que responda por el tema. Los desamparados debemos registrar esto como un ejemplo más de los disparates y poca visión de los gobiernos morenistas para gobernar, pues no dejan lugar a dudas de su incapacidad para sacar adelante los municipios, el Estado y el país.

Reducir gastos en una comisión tan importante en estos momentos es acelerar el peligro de la vida de los matiasromerenses, no hay una explicación  y justificación coherente con relación al momento que está atravesando la sociedad; la presidente municipal debería poner esto, como uno de los ejes más urgentes de su gobierno, con un verdadero plan, una inversión sobresaliente, en donde el gobierno y sociedad trabajemos con responsabilidad, disciplina y visión a corto y mediano plazo para  enfrentar esta peste que nos azota, pero parece que tal idea no está en los propósitos de la gobernante actual.

Se hace necesario, por tanto,  que  el pueblo tome el asunto en sus manos de manera urgente y organizada, que obligue a las autoridades a realizar lo que la ciudadanía requiere y demanda; pues aunque todos los días se acuse a la organización de ciudadanos de intermediarismo, como una falacia para evitar que el pueblo se organice y exija, esto son los ejemplos prácticos de la realidad, para concluir que, contrario a lo que sostiene el gobierno de la 4T,  el único camino es la unidad de los hombres y mujeres como lo tutela el artículo 9º  de la Carta Magna para  mejorar la salud y proteger las vidas de los que menos tienen.