Morena es un desastre y la realidad lo comprueba una vez más contundentemente. El criterio para decir si algo es verdad o no es, dice la filosofía, la práctica, es decir, el acontecer independientemente de nuestro criterio o voluntad. Lo que uno diga, lo que uno sienta, lo que uno manifieste sobre lo que uno cree que es la verdad, se ve tajantemente opacado con la práctica, con el acontecer diario de los fenómenos de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento. Sin embargo, la mente humana tiene la debilidad de que en un 95% de la actividad cerebral se guía por el camino del instinto y sólo el 5%, por el lado de la actividad consciente, de manera que la percepción juega un papel determinante en la actividad del hombre. Por eso dicen los comunicólogos profesionales: “no hay una segunda oportunidad para una primera impresión”, es decir, si la primera impresión de una persona es buena, con esa apreciación de queda la gente; en cambio, si la primera impresión es negativa, se queda clavada en la mente, en la percepción, esa impresión y resulta muy difícil pasar de la parte subconsciente a la parte consciente del cerebro.
Pues bien, esto lo señalo porque en palacio nacional habita un campeón de la demagogia y la gente poco avezada, poco preparada, poco entrenada cerebralmente para dudar y discernir entre lo que es cierto y lo que no lo es, cae en la trampa y se cree las mentiras. Se ha hecho un estudio de las cosas que se dicen desde el púlpito de la mañanera y se ha llegado a la conclusión de que el presidente de México miente más de 80 veces por conferencia: “El mandatario mexicano ya duplicó las 23,000 mentiras que The Washington Post le contabilizó a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en sus cuatro años de gobierno”[1], y eso que López Obrador sólo lleva dos años y medio al frente del gobierno.
Los demagogos profesionales tienen su contraparte en la realidad, pues por más que quieran esconder la verdad, al final sale a flote y se descubre, pues el mismo Miguel de Cervantes lo puso por escrito en su magnánima obra, El Quijote de la Mancha, “la verdad es hija del tiempo” y “la verdad siempre anda sobre la mentira, como el aceite sobre el agua” y las tragedias han puesto en evidencia la política de este mal gobierno que debemos frenar y cambiar.
En medio de la inflación más elevada de los últimos años, 6.05%; con el precio de la tortilla elevadísimo, lo mismo de la gasolina, el gas, el huevo y, para desgracia del pueblo, con la pérdida de más de 20 millones de empleos y un incremento no visto antes de la pobreza, con actos dictatoriales como violar la Constitución, se recibió una noticia trágica el 3 de mayo de este año: la tercera tragedia del metro en lo que va del gobierno morenista de López Obrador y Claudia Sheinbaum, saca a relucir las ineficiencias del gobierno de Morena y la deja al descubierto, pero veamos primero las dos tragedias anteriores: el 11 de marzo de 2020, alrededor de las 23:37 horas en la estación Tacubaya chocaron dos trenes del metro y hubo 1 muerto y 41 heridos. El segundo accidente derivó de la detonación de un transformador y dio como resultado el incendio de las oficinas del metro alrededor de las 6 de la mañana del día nueve de enero del presente año, con la pérdida de la vida de una persona. Finalmente, la más grave y, al mismo tiempo, la que demuestra contundentemente la histórica negligencia y el mal gobierno de Morena, desde sus orígenes hasta la fecha, sucedió la noche del 3 de mayo de este año. Una ballena de la línea 12 del metro de la Ciudad de México, se desplomó dejando como saldo 26 muertos y más de 70 heridos.
De entre los fallecidos por esta desgracia, están tres compañeros antorchistas a cuyos familiares les hacemos llegar nuestras condolencias y nuestra solidaridad de compañeros de lucha. No se nos olvida que son víctimas de las negligencias de Morena y le denunciaremos donde quiera que nos paremos para que el pueblo tome conciencia de quienes somos sus verdaderos amigos y quienes, sus enemigos.
El cúmulo de fallas de este último accidente tienen por origen la construcción fraudulenta de la línea que se ha puesto de relieve hasta en el mote que se le dio a la línea 12: “la línea dorada”. Efectivamente, se les hizo la recomendación a tiempo de que se hiciera un metro con llantas de goma; sin embargo, se aferraron a hacer un metro elevado sobre rieles. No sólo hicieron mal la obra, pues se recordará que hubo que destinarle más recursos pues los rieles estaban chuecos en ciertas zonas y había que hacer un ajuste, de manera que se hizo más “dorada” que antes. Finalmente, ya bajo la responsabilidad de Claudia Sheinbaum, no se le dio mantenimiento al Metro y los accidentes están a la vista.
Quienes son los responsables del proceso en su conjunto: Marcelo Ebrard, jefe de gobierno, cuando se construyó la “línea dorada”; Mario Delgado, ex tesorero de Marcelo Ebrard, hoy presidente nacional de Morena; Claudia Sheinbaum, en tanto no se hicieron los peritajes correspondientes y, finalmente, el responsable de todo, pero poco señalado, es el propio presidente de la república mexicana, Andrés Manuel López Obrador, en tanto su política de austeridad y de recortes hoy se ven de manifiesto en la muerte de gente inocente. Se llevaron los dineros al inútil Tren Maya (en vez de reparar las líneas del Metro); a la refinería de Dos Bocas, que sólo se ha inundado y, finalmente, en el aeropuerto de Santa Lucía que traerá más problemas que los que pretende resolver, pues ahora debemos pagar, además del aeropuerto nuevo, miles de millones de pesos del viejo aeropuerto de Texcoco.
Obras mal hechas (por cierto, algunas empresas constructoras de la línea 12 del Metro están construyendo el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas) y juicios completamente fuera de lugar: ““Gente perversa pudo haber movido la ballena”, dice la senadora de Morena, Margarita Valdez, sobre colapso del Metro”[2]. Esa es Morena, es un desastre nacional. Tenemos la oportunidad este 6 de junio de retirarles la confianza que con mentiras ganaron en el 2018 y ha llegado la hora de cerrarle el paso con actitud ciudadana y revolucionaria. Sigue pendiente la histórica tarea del pueblo de México de educarse y organizarse para la toma del poder político nacional y hacer de México una patria más justa, más libre, más soberana y democrática; no como hoy en manos de Morena, que están haciendo un desastre de México.
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