MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¡Unos guantes!

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¿Cuánto puede costar un par de guantes? En nuestra ciudad, el valor en conjunto del segundo billete de menor denominación más la moneda de mayor denominación, ¿Qué guardan unos guantes? Guardan las armas más poderosas del hombre las que luchan, las que empuñan, las que acarician, las que sostienen lo mismo un fusil que una pluma y que son igualmente letales. 

Un par de guantes fue lo que del cuerpo de Rosa Luxemburgo se pudo reconocer, aunque aún no contemos con la certeza de que el cuerpo perteneciese a ella.

Fue una destacada marxista, activista política y revolucionaria socialista que dejó una huella imborrable en la historia del movimiento obrero y la lucha por la justicia social. Nacida en 1871 en Zamosc, Polonia, y asesinada trágicamente en 1919 en Berlín, Alemania.

El famoso lema de Rosa Luxemburgo, "Libertad es siempre la libertad del que piensa diferente", refleja su compromiso con la libertad de expresión, la voz del proletariado y el sumo compromiso de organizar a la masa.

Luxemburgo dedicó su vida a la defensa de los derechos de los trabajadores, la lucha contra la opresión y la explotación, y la búsqueda de un mundo más justo y equitativo para todos, de aquella Antorcha prometeica que aún buscamos.

La vida de Rosa Luxemburgo estuvo marcada por su compromiso con la causa de los oprimidos y su incansable lucha por la emancipación de los trabajadores. Desde muy joven, se involucró en movimientos socialistas y revolucionarios en Polonia y más tarde en Alemania, donde se unió al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y se convirtió en una de las líderes más influyentes de la Segunda Internacional.

Luxemburgo destacó por su aguda inteligencia, su profundo compromiso con la justicia social y su valentía para enfrentar las injusticias y las dictaduras de su época. Sus escritos y discursos denunciaban la explotación capitalista, la opresión de las clases trabajadoras y la militarización de la sociedad, y abogaban por la democracia, la equidad y la solidaridad entre los pueblos. La pluma de Rosa, sempiterna como su ejemplo, sigue dando guía teórica a nuestras compañeras.

Una de las contribuciones más importantes de Rosa Luxemburgo a la teoría política y económica fue su crítica al imperialismo y su defensa de la autodeterminación de los pueblos oprimidos. En su obra "La acumulación del capital" y en sus escritos sobre la Primera Guerra Mundial, Luxemburgo analizó las consecuencias del imperialismo, denunció la explotación de las colonias por parte de las potencias europeas y abogó por la solidaridad internacional y la resistencia contra la guerra y la violencia.

También fue una firme defensora de la democracia. En un momento en el que Europa estaba sumida en la violencia y la represión, Luxemburgo abogaba por la organización de los trabajadores y las clases oprimidas para luchar por sus derechos y por la transformación social. 

Su famoso lema "Libertad es siempre la libertad del que piensa diferente" refleja su compromiso con la libertad de expresión, la resonancia de la voz del proletariado y el sumo compromiso de organizar a la masa.

Además de su labor teórica y política, también tuvo un papel activo en la organización de movimientos de masas y en la lucha por la igualdad de género. 

Luxemburgo desafió las normas de su época y abogó por la participación plena de las mujeres en la vida política y social. Su lucha por la igualdad de género y su defensa de los derechos de las mujeres son un legado que sigue inspirando a generaciones contemporáneas que buscan una equidad universal.

Trágicamente, la vida de Rosa Luxemburgo fue interrumpida abruptamente en enero de 1919, cuando fue asesinada por las fuerzas represivas del gobierno alemán durante la Revolución de Noviembre. Su muerte dejó un vacío irremplazable en el movimiento obrero y socialista, pero su legado y su ejemplo de valentía, compromiso y solidaridad continúan vigentes en la lucha por un mundo más justo y equitativo.

En un momento en el que la desigualdad, la discriminación y la violencia siguen siendo realidades cotidianas para millones de personas en todo el mundo, la figura de Rosa Luxemburgo nos invita a reflexionar sobre el poder transformador de la solidaridad, la resistencia y la lucha colectiva.

Su vida y su obra nos enseñan que es posible enfrentar las injusticias, desafiar las estructuras de poder y construir un mundo más justo y equitativo si nos unimos en la lucha por nuestros derechos y por un futuro mejor para todos. 

Asimismo, es importante que recordemos la importancia de la Educación, la conciencia crítica y la organización popular en la lucha por la justicia social. Rosa Luxemburgo creía en el poder de la Educación como herramienta de liberación y en la capacidad de las personas para organizarse y resistir juntas ante la injusticia y la opresión.

Pero esta plena justicia sólo podrá lograrse cuando el hombre tenga una libertad plena en su conciencia que se le entregará como alimento espiritual a través de la única ciencia que transforma la realidad de los explotados, el materialismo dialéctico que guió buena parte de la vida de Rosa y la nuestra, aún. 

Así los oprimidos han sentido que su libertad no está siendo limitada por grilletes y cadenas sino por un pesado lastre intelectual, así quien se mueva será capaz de sentir sus amarres y será capaz de liberarse. 

Eso buscamos aún, sobre la base del recuerdo de una gran luchadora social como lo fue Rosa Luxemburgo; sigamos su ejemplo y vistamos nuestras manos con guantes como los que cubrieron su vida, su legado y su ejemplo hasta la actualidad; no guantes físicos sino aquellos que han de guiar nuestras manos al fin último y productivo del proletariado; su tarea histórica, su victoria última.

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