El presidente Andrés Manuel López Obrador se resiste a ver la realidad, lo mal que está gobernando. El morenista, que ya está en la recta final de su gobierno, sigue empecinado en que todo lo negativo de su administración es por culpa de sus antecesores y detractores; y quien se atreva a contradecirlo sufre el señalamiento o persecución política.
Hasta hace un tiempo atrás, el mandatario federal aseguró que la pacificación del país va caminando conforme a lo previsto. De acuerdo con quienes le susurran el oído, la 4T se va consolidando gracias a la creación de la Guardia Nacional y las reuniones del gabinete de seguridad, y con ello, el índice de violencia y delincuencia está disminuyendo, es decir, que en el país se está estabilizado el orden social.
Al parecer no todo es miel sobre hojuelas, el partido en el poder no cumplió la palabra empeñada, porque ni los discursos ni justificaciones le sirvió para combatir los grandes males que impide el bienestar de los mexicanos; sin lugar a dudas, es imposible ocultar la realidad, el pueblo vive con mucha preocupación y tampoco se quedará de brazos cruzados, se los va a cobrar y con creces, de eso no quepa la menor duda.
En su nuevo discurso, López Obrador, sin dar explicaciones, se limitó a decir que “los actos de violencia que se viven en México es una realidad muy dolorosa” y “nuestra amarga realidad”. Todo un reality show, porque pretende minimizar la situación, es decir, quiere manipular al pueblo a que se resigne y se acostumbre a seguir viviendo inseguros, esto, al ya verse rebasado por la ola de violencia y delincuencia que azota al país y que no da tregua, ahora sí, abandona su lema “yo tengo otros datos”, frase que emplea para silenciar a quienes intentan decirle al Presidente que estamos mal y que debe adoptar otras medidas emergentes para combatir los males que ha desatado la pobreza y marginación social.
No hay duda de que la desigualdad social repercute sobre el incremento de la violencia, y que la política de gobierno de la 4T, no ha servido para nada, a fin de evitar el incremento de delitos como los asaltos, robos, secuestros y/o cobros de piso, por el contrario, cada día que pasa se incrementa más y más, de ese tamaño está la crisis de seguridad en México.
A estas alturas, el Gobierno federal no debe dedicarse a distraer a los mexicanos, pues desde el 2018, el pueblo trabajador sancionó con su voto a los malos gobernantes, y ahora es tiempo de juzgar la situación actual, al gobierno y sus malos resultados y si el mandatario ocupa tiempo y recursos para mirar al pasado, es sólo para que la ciudadanía no ponga atención a los grandes problemas sociales que no ha podido resolver la administración morenista.
Sin duda, el incremento desmedido de la pobreza coloca a México en riesgo ante el agravamiento de la inseguridad. Estudios más recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), dan cuenta del incremento de la pobreza laboral, se mantiene en 38.3 por ciento, además, cerca de 70 millones de mexicanos no pueden comprar la canasta básica, lo que significa que hay un retroceso en la política social de este gobierno.
Está claro que la violencia, la pobreza y la marginación comparten un origen común, es decir, la desigualdad social que impera en este sistema capitalista que vivimos en México, fruto de la explotación, y que si los gobiernos tuvieran la intención de atender y erradicar estas problemáticas las abordarían de forma integral, pero esto no es posible, porque el sistema que protegen no se los permite, ya que está diseñado para beneficiar el estatus quo de los que más tienen, y para mantener estas condiciones de vida de sus patrones los ricos, deben de aplicar y justificar las medidas de explotación contra la clase trabajadora, para mantenerlos en la pobreza y en la dependencia del gobierno a través de los programas asistencialistas. Por esta razón, es imposible que el gobierno atienda verdaderamente las problemáticas de la pobreza y el alarmante aumento de la violencia para el pueblo de México.
Por esto, en el Movimiento Antorchista nos pronunciamos en contra de las acciones del de gobierno de López Obrador que están sumiendo al pueblo de México en la pobreza, aunado al incontenible aumento de la violencia que ha llegado a la puerta de las casas de los humildes. Nosotros seguiremos organizando y educando al pueblo de México, para que éste tome conciencia de que esta realidad no es normal y que se empodere en la convicción de cambiarla y luchar para construir un país más justo y con bienestar para sus familias.
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