Culiacán es habitada, en números redondos, por un millón de personas (Inegi, 2020) y hay 244,754 viviendas ocupadas, de las cuales 26.22 por ciento presentan hacinamiento, o sea que son unas 63,600 viviendas donde la gente vive amontonada, sin espacio suficiente para respirar, literalmente. Este mismo número de viviendas es el que son alquiladas o prestadas por algún familiar a sus ocupantes, o sea, son viviendas no propiedad de quienes las habitan; todos son datos del INEGI, año 2020 (Centro de Información Estadística y Geográfica del Estado de Sinaloa).Llama la atención la exactitud de la coincidencia entre el dato de vivienda no propia y hacinamiento; si la correlación fuera perfecta, indicaría que la vivienda prestada o alquilada es siempre insuficiente para satisfacer las necesidades de espacio de las familias culiacanenses, o dicho de otro modo: todo aquel que vive en vivienda prestada o alquilada vive en un amontonamiento permanente, con las afectaciones a la salud y la convivencia social que eso provoca. ¿Distanciamiento en época de pandemia? Imposible para los culiacanenses sin vivienda.
Y ¿a qué se debe tan calamitosa situación? A la falta de un ingreso suficiente de los trabajadores; lo que les impide hacerse de una vivienda a precios comerciales, pues estos rondan los 400 mil pesos. Esto es lo que ha motivado la proliferación de las “invasiones”: la gente sin un techo, harta de pagar renta o vivir de “arrimada” se mete en viviendas desocupadas o terrenos baldíos con la esperanza de que puedan ser suyos. Sin embargo, ese camino no es precisamente el más seguro y recomendable para hacerse de un patrimonio; así lo demuestra la brutalidad con que se acaba de desalojar por la fuerza pública a un grupo de cien familias que ocupaba casas en el fraccionamiento Lomas de la Alameda; sin ningún tipo de consideración, las policías estatal y municipal desalojaron a mujeres, niños, ancianos enfermos y derrumbaron con maquinaria pesada las casas que habían ocupado algunos durante ¡doce años! El estado no proveyó a las familias los medios para hacerse de un patrimonio, pero solícito, atendió el llamado de un juez para dejar a decenas de familias en la calle.
Los antorchistas culiacanenses llevaban buena parte del sexenio de Mario López Valdez y el quinquenio de Quirino Ordaz Coppel sin recibir nuevas dotaciones de terrenos para familias trabajadoras; sin embargo, gracias a su lucha continua y a la justeza de su demanda, el día jueves 28 de octubre de los corrientes, justo al finalizar la administración de este último, sesenta familias recibieron ya las cartas de asignación de un lote de terreno ubicado en La Pithayita, y cuarenta más, a decir de la Comisión de Vivienda del Estado de Sinaloa (CVIVE) la recibirán en los próximos días en el mismo predio, para hacer un total de cien hogares nuevos en Culiacán que tendrán ya donde edificar su patrimonio con la seguridad jurídica tan anhelada. ¡Felicidades a los beneficiarios, su lucha y confianza en la organización han dado frutos!
El antorchismo de Sinaloa está de fiesta ante tan importante logro e invita a las familias culiacanenses y sinaloenses a que se unan a la lucha justa por un solar donde vivir. Esta es una modesta aportación a la distribución de la riqueza que busca Antorcha. Apoyar a la gente con recursos públicos para tener un terreno, debiera practicarse a escala masiva y nacional, pero lo que vemos es que cada vez menos gobiernos optan por impulsar las políticas de creación de colonias populares con financiamiento público. A este tipo de acciones se refiere Antorcha cuando habla de reducir la desigualdad: que la gente tenga acceso a vivienda, salud, educación, recreo, deporte, etcétera.
Pero para que esto se vuelva una verdadera política de Estado y no una acción marginal de algún gobierno, debemos fortalecer a la organización a escalas gigantescas para poder ganar por la vía democrática el poder del país y así abatir el gran rezago que aqueja a Culiacán y a las grandes urbes del país entero. Así que, antorchistas de La Pithayita, a garantizar que este logro lo conozca toda la ciudad y el estado, y a seguir luchando porque la nueva colonia tendrá carencias mil qu,e solo organizados y en lucha contante, como hasta ahora, podremos resolver. ¡Enhorabuena!
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