La educación estética es la educación en los sentimientos artísticos y de las emociones del hombre, de su gusto por las creaciones intelectuales que se plasman a través de la literatura, pintura, escultura o música. Los gustos estéticos y la inclinación a la creación artística no se manifiestan por sí mismos, hay que formarlos y educarlos.
Aunque al nacer estamos dotados de los elementos necesarios para manifestar nuestra creatividad, a través del arte, tales como nuestro cerebro, manos, pies y oído, eso no significa, en lo absoluto, que desarrollemos de forma innata las creaciones estéticas. El aprendizaje es social y de la misma manera en que, por ejemplo, aprendemos los principios de las matemáticas, así también asimilamos los primeros elementos del arte, ya que éste es social y solamente a través de la educación se desarrolla y potencia esta capacidad humana.
La discriminación hacia estas actividades, que pueden contribuir a la formación integral de todos los ciudadanos, se manifiesta en un planteamiento y manejo deficiente de la política destinada a la formación artística en nuestro país, en la preferencia por asignar mayor tiempo y recursos económicos hacia las actividades llamadas productivas, ya que son las que ofrecen ganancias inmediatas a los grandes empresarios; por eso el diseño en nuestro país, de los planes de estudio, está en función del cálculo de la riqueza que deberán embolsarse los dueños de las principales empresas nacionales e internacionales con capital invertido en nuestro territorio y no en la posibilidad de permitir el desarrollo multifacético de los mexicanos.
En el Movimiento Antorchista Nacional tenemos presente que nuestro pueblo, avasallado por los poderosos industriales, banqueros y empresarios en complicidad con el gobierno en turno, debe tener la posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida, a una mejor educación, vivienda, seguridad social, bienestar y, sobre todo, al derecho a la felicidad, al disfrute y goce de lo mejor que ha producido la humanidad en la ciencia, la técnica y el arte. Ese es el combustible que alimenta nuestra antorcha.
Tenemos presente que es necesario modificar nuestras condiciones económicas y sociales para que el pueblo trabajador, tenga la posibilidad de desarrollar sus capacidades intelectuales y junto con ellas, también el aspecto estético, ya que, éste no está libre en lo absoluto del aspecto intelectual; particularmente, la belleza emocional, producto del cultivo de nuestras capacidades artísticas, hace atractivo y accesible el contenido ideológico que se encuentra dentro de las más grandiosas obras de arte; ahí radica la importancia del cultivo de las emociones, en contraposición al embrutecimiento que buscan los dueños del dinero al hacer inaccesibles la educación estética y las manifestaciones artísticas para la mayoría de la población.
Ante el adverso panorama económico y social para los mexicanos, resulta significativo el esfuerzo del Movimiento Antorchista para promover e implementar el XXII Encuentro Nacional de Teatro, a celebrarse en la sala Elisa Carrillo del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario los días 24, 25 y 26 de marzo del presente año.
En medio del asedio publicitario de la ideología reaccionaria que trata de mantener sometida la conciencia, se abre la posibilidad de la educación del pensamiento, de los sentimientos y de la razón, mediante el arte, la cultura y la organización, el plausible acto de ofrecer a nuestro pueblo humilde, el acceso a la creación y al aprovechamiento de esta manifestación artística tan poco difundida en nuestro país.
Hacemos una extensiva invitación para que asistan a compartir una excelente muestra de las creaciones de personajes representativos de la literatura universal, a seguir impulsando la educación de nuestras capacidades estéticas mediante el arte, a enriquecer nuestro mundo espiritual, a convertirnos en seres con un elevado humanismo y solidaridad con nuestros hermanos de clase y a llenarnos de razones para seguir luchando por una sociedad en la que, como escribía Marx: “Cada cual que tenga aptitudes para ser Rafael, debe tener la posibilidad de desarrollarse sin obstáculo”.
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