Se ha convertido ya en una estrategia publicitaria de Morena y sus partidarios mantener un discurso “todo bondad” y “toda felicidad” incluso cuando la realidad les grite en la cara todo lo contrario. Ante el caos que para todos es evidente, el discurso oficial se centra siempre en que todo va bien, todo está bien, que todas las políticas hasta ahora aplicadas para hacerle frente a “todas” las vicisitudes por las que atraviesa el país han resultado extremadamente buenas y eficaces y la 4t va en camino a convertir a México en un paraíso en la tierra o por lo menos eso es lo que cree el señor presidente.

Veamos, en el caso de la corrupción; el discurso oficial es que ya no hay corrupción, que se ha atacado el problema de raíz y que no se tolerará el menor incidente, “tolerancia cero” para ese problema. Pero cuando con pruebas confiables, documentos oficiales y hasta videos se demuestra que la corrupción sigue galopante con la 4t, el presidente y todo su aparato mediático se apresuran a decir que están bajo el ataque de los adversarios, que son campañas mediáticas para manchar el buen prestigio del gobierno. Cuando se demuestra también que las estrategias en el abastecimiento de medicamentos en el sector salud en general está en crisis y que hay muchos de estos que no se tienen en las farmacias poniendo en riesgo la vida de muchos mexicanos, la respuesta gritada desde palacio es que es porque ya no se permite la corrupción de los antiguos gobiernos con las farmacéuticas, que ahora se está comprando los medicamentos en el extranjero y que así se corta de raíz la fastidiosa corrupción, aunque esto implique que el pueblo pobre de México sufra las consecuencias de las políticas echas a vapor y sin plan de respaldo aparente. 

Cuando padres de niños con cáncer salen a las calles a exigir al gobierno federal la falta de medicamentos oncológicos, aun cuando esta exigencia es legítima por donde se vea, porque de eso depende la vida de todos estos menores y que si no se atiende este llamado de forma inmediata podría cobrar la vida de muchos de estos niños, ¿qué es lo que sale de palacio de gobierno? Una campaña de satanización en contra de ellos, ¡niños golpistas!, que este movimiento es pagado e influenciado por la cúpula del poder que quiere que la 4t no avance. ¡Enemigos del pueblo bueno! Lavado de manos exprés.

Cuando se acusa de que las vacunas contra el coronavirus fueron usadas electoralmente en beneficio de partido en el poder, cuando se dice y se demuestra que el narco operó en favor del mismo partido, cuando se acusa también de un pésimo manejo de la pandemia, de una inseguridad galopante a lo largo y ancho de todo el país, ¿usted amable lector, se imagina de cuál es la respuesta? Si, la misma o por lo menos alguna de las variantes de la frase preferida del presidente: "son los neoliberales corruptos que se ven afectados en sus intereses mezquinos que perjudican al pueblo". Son grupúsculos de la mafia del poder conspirando en contra del bondadoso presidente.

Para terminar, pongamos el reciente incidente que ocurrió en la gira del presidente por el estado de puebla, cuando un grupo de damnificados que dejó el huracán “Grace” que no fueron censados para recibir apoyos y remplazar lo que han perdido, estos provenientes de los estados de puebla, Tlaxcala, Veracruz e Hidalgo irrumpieron en Huauchinango, donde el presidente daba un informe sobre los avances de la entrega de estos apoyos, para encararlo sobre la falta de estos apoyos. Lo que se esperaría es que el presidente aceptara el hecho y pusiera manos a la obra para resolver este por demás urgente problema, pero, ¡no! culpó a las organizaciones sociales del hecho. 

Ahí señor presidente, ¿qué intereses obscuros se esconderán? ¿Quién los azuza en contra suya? ¿Quién los conmina a manifestarse en su contra? La respuesta es simple, la necesidad, la pobreza y la desesperación de sentirse olvidados por el gobierno federal, aunque el presidente repita a los cuatro vientos que se le está apoyando como nunca, que son otros tiempos, que se seguirán entregando apoyos y más apoyos, la misma realidad encarnada en el pueblo pobre de México le grita a la cara que eso no es verdad. Esos son los verdaderos enemigos del presidente. Pero el principal crítico del presidente es la misma realidad, esa que le grita por donde pasa que en su cabeza y en la vida cotidiana son dos Méxicos diametralmente opuestos y que desgraciadamente el México de la miseria gana terreno ante ese mundo fantástico que se ha creado el presidente.

Por eso desde aquí le digo: ¡ya basta señor presidente! Deje de engañar al pueblo pobre de México, tome la responsabilidad de sus actos, de sus decisiones, de sus malas políticas que lejos de resolver la problemática agravada por el coronavirus, la siguen y seguirán agudizando hasta niveles nunca antes vistos.