El desprecio es la palabra con la que designamos la falta de aprecio, apego o empatía hacia alguna persona, objeto, animal o también algo intangible. Sin duda, algunos de los sinónimos de la palabra desprecio suelen ser muy crudos, ya que son el equivalente del rechazo y, algunos de ellos son menosprecio, subestimación, desaire, humillación, desdén, vilipendio, todas son actitudes displicentes.
Y una de las actitudes más dolorosas para un ser humano, es ser tratado con rechazo, no importando de quien o de dónde venga. El rechazado que es excluido de la sociedad, de un grupo o de una elite, siempre tendrá como consecuencias sentimientos dolorosos como pueden ser; minusvalía, auto desprecio y desánimo entre otros. Derivado de todo esto, el rechazado puede también generar resentimientos, odio y el desprecio contra la otra persona, también se presentará la ira y, con ella, todos los demás defectos de carácter y, como decía Sigmund Freud, se presentarán estas conductas de manera inconsciente.
¿Por qué afirmo que, ante las desgracias, el gobierno responde con desprecio? Repasemos algunas de esas desgracias provocadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en lo que va de su mandato. El 29 de octubre, del año 2018, siendo todavía presidente electo, tuvo la osadía de cancelar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y ocasionó con ello, una espectacular fuga de inversiones y evitó que llegaran otras tantas.
El día 18 de enero, de 2019, murieron 130 personas en Tlahuelilpan, Hidalgo, cuando estaban en una rapiña de gasolina de una toma clandestina, ¿Qué hizo el presidente? Culpar al abandono y al neoliberalismo. No le importó que Pemex no haya cerrado a tiempo las válvulas para evitar el paso de gasolina, o que en el lugar hubiera militares que no evitaron el saqueo del combustible, hasta que se generó una explosión.
En mayo de ese mismo año, AMLO desplegó elementos de la Guardia Nacional, a petición de Donald Trump, eso significó, que ahora nos convirtiéramos en la Border Patrol o patrulla fronteriza al servicio de Estados Unidos (EE. UU.), paradojas de la vida, primero llamó a los migrantes centroamericanos a venir a México y hasta les ofreció trabajo temporal, cuidados especiales en su tránsito al país del norte, pero luego los reprime.
Para el año 2020, AMLO recortó los programas sociales y de atención a niños y mujeres, desapareció o modificó de forma negativa, alrededor de 20 de esos programas, que costó varios años construir para equilibrar la desigualdad social y aminorar la pobreza, entre ellos. Desapareció el programa de apoyos a las madres trabajadoras y el apoyo para guarderías.
Eliminó los comedores comunitarios que permitían que los más pobres tuvieran, aunque sea un alimento digno al día. El programa de atención y prevención de la violencia contra las mujeres se redujo en casi el 50 por ciento y con ello se desaparecieron los refugios de mujeres y niños víctimas del maltrato.
AMLO también suspendió la compra de medicamentos y vacunas contra diversas enfermedades como el cáncer y otras igual de letales. Se dejó de realizar la prueba del tamiz neonatal, que permite detectar enfermedades antes de que estas se desarrollen y así poderlas prevenir.
El programa más emblemático de este país era el Prospera, que, junto con el Seguro Popular, brindaban y blindaban a los mexicanos en materia de economía y de salud, raro era el connacional, que no gozaba de uno de estos dos servicios, o por lo menos de uno.
Terminó con el apoyo al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y con ello todo el trabajo de investigación y creación tecnológica que realizaba desde su fundación, en 1970.
Y qué decir de la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) que permitía apoyar, de manera inmediata, a la población afectada por algún suceso natural.
Ha sido muy desafortunado el manejo de la inseguridad en México y su simpatía hacia los criminales despierta sospechas de complicidad, a la fecha agosto de 2022, han asesinado a más de 123 mil personas, casi 100 personas diarias. Suman 13 mil 500 feminicidios y homicidios dolosos contra la mujer, más de 12 mujeres al día, son víctimas de este delito. 14 mujeres desaparecen diariamente.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el país donde más menores son abusados sexualmente, 5.4 millones de niños y niñas sufren de este flagelo. Por desgracia, México es donde más mujeres son violadas en el mundo, más de 100 mil mujeres han sufrido esta agresión, 60 mujeres por día. Los principales destinos turísticos, son también el paraíso de los pedófilos. De acuerdo con spdnoticias, México es el lugar más peligroso para ejercer el periodismo, más de 55 muertos pertenecientes al gremio es la cifra a menos de 5 años de gobierno morenista.
Pero la atrocidad mayor, (si es que puede haber alguna mayor) es su garrafal manejo de la pandemia de la covid-19, según Bloomberg, México ocupa el deshonroso último lugar en prevención, atención y vacunación covid, los más de 750 mil muertos a causa del mal manejo, lo ratifican. Su indolencia y su supina estupidez se juntaron con la complicidad de Hugo López Gatell, un pseudo investigador venido a menos, que como único mérito que tenía, era que odiaba al expresidente Calderón, que años atrás, lo había corrido a causa del mal manejo que intentaba darle a la anterior pandemia conocida como influenza. Para el presidente López Obrador, esa era la mejor carta de recomendación
Las desgracias naturales, también se han enseñoreado con nosotros los mexicanos y repasemos algunas de ellas; el día 19 de septiembre del 2019, se repitió la pesadilla del 85, el terremoto arrebató la vida a 370 personas. En agosto del 2021, el huracán “Grace” se enseñoreo por medio país, dejando caos, destrucción y muerte a su paso. En mayo del 2022, el huracán “Agatha” arrasó con pueblos y sembradíos en Oaxaca, Puebla, Guerrero y Veracruz, dejando 18 personas muertas y millones en pérdidas. De manera increíble, en septiembre del 2020, a consecuencia de las lluvias provocadas por el huracán “Eta” y para aminorar la carga de agua en la presa Peñitas, AMLO decidió inundar Nacajuca y Centla, las zonas más pobres de Tabasco, afectando de manera directa a más de 160 mil seres humanos. México enfrenta la peor sequía en los últimos años, hasta el momento el 52 por ciento del país está catalogada como zona árida y según estudios de la UNAM, ésta se recrudecerá al paso de los años, lo cual tiene como consecuencia el desabasto de alimentos y con ello su encarecimiento.
En septiembre de 2021, se desbordó el rio Tula y dejó un saldo de 16 muertos en el interior de un hospital covid del IMSS. Ahora mismo la gente se está contagiando con la llamada viruela del mono. Y mientras escribo este artículo, están 10 mineros atrapados en la zona de Las Conchas en Coahuila, la mina es de carbón y llevan más de una semana atrapados.
Así podría llenar páginas enteras de las desgracias provocadas por la perversión presidencial o por la naturaleza. Y todas, absolutamente todas, tienen la misma respuesta y es el desprecio que tiene AMLO por sus gobernados. Ya no importa si son pobres o ricos, si son “fifís”, “conservadores”, “prianistas”, si son hombres o mujeres, tampoco su nivel cultural, nada detiene a este hombre, lo mismo le pega a tirios o troyanos.
Si le preguntan por el incremento del número de muertos, se ríe de manera grotesca, al tiempo que señala, “ahí están sus masacres”, si le cuestionan por los muertos por la covid-19, señala que vamos bien, de todo y de todos se burla, a todos exhibe en su deprimente circo mañanero, falsea datos, miente descaradamente y es incapaz de reconocer un error. No visita las zonas siniestradas, no acudió al derrumbe de la línea 12 y, estuvo 5 minutos con los familiares de los mineros atrapados. Toda esta displicente conducta, se relaciona con desprecio, así es, AMLO siente ira y desprecio contra los mexicanos.
Visto pues, que el despreciado responderá tarde o temprano de manera negativa, no sé por qué le sorprende al presidente López Obrador, que los mexicanos le respondamos con el mismo sentimiento. Total, pareciera que el desprecio ya es moneda circulante acuñada en Palacio Nacional.
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