MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

A los estudiantes progresistas

image

Percibo, a riesgo de equivocarme, cierta incredulidad de buena parte de la juventud en edad escolar respecto a la gravedad de la pandemia. A esto contribuye la realidad de los datos de decesos provocados por covid-19 que reflejan un daño mucho menor en la población joven que en los estratos mayores de edad; aquella no tiene mucho que temer, de los daños que le pueda provocar la terrible enfermedad: el Gobierno de México, en su Boletín Estadístico sobre el exceso de mortalidad (diferencia entre las muertes esperadas antes de la pandemia y las realizadas) por todas las causas durante la emergencia por covid-19 hasta la semana 39 epidemiológica, reporta que no hay exceso de mortalidad entre la población menor a 20 años; lo hay, en cambio, de 18% en los mexicanos  de entre 20 y 45 años; de 33% en mayores de 65 años y de 63% en el grupo de edad entre 45  y 65 años. Y en el mundo las cosas son algo parecidas; en los Estados Unidos por ejemplo, el exceso de mortalidad durante la pandemia es imperceptible en la población menor a 25 años (Centro Nacional de Estadísticas de Salud). Así, la juventud de México y el mundo tendría "razón” en no temerle a la pandemia, pues su salud, podría decirse, a la luz de las cifras, está garantizada. 

Pero esto es solo en lo que se refiere a los efectos inmediatos de la pandemia, en lo que respecta a la salud física de la juventud; sin embargo hay efectos más allá de esta que ya han avizorado muchos y que hoy conviene recordar. Una rápida revisión de algunas fuentes importantes arroja lo siguiente:

A) "De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 107 países han implementado cierres de escuelas a nivel nacional, una situación que ha afectado a más de 861.7 millones de niños y jóvenes. (…) algo que les impide relacionarse socialmente con sus pares y educadores. Los periodos de cierre de escuelas prolongados y la restricción de movimiento pueden traducirse en intranquilidad emocional y ansiedades adicionales. Si las personas encargadas del cuidado de los adolescentes se infectan, son puestas en cuarentena o fallecen, será necesario ocuparse de los problemas psicosociales y de protección de esos adolescentes.” (_Resúmenes Técnicos_ del Fondo de Población de las Naciones Unidas, 24/03/2020).

B) "Durante los primeros meses de la contingencia sanitaria, miles de adolescentes que cursan el bachillerato enfrentaron obstáculos para proseguir su formación académica, uno de ellos es que 40 por ciento tuvo dificultades para participar en actividades virtuales, ya sea porque no pudieron acceder a los materiales que les solicitaban o por no poder comunicarse con los docentes. Los resultados de la encuesta Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por Covid -19. Educación media superior, elaborada por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), destaca que solo 36.7 por ciento de los estudiantes de bachillerato dijo haber obtenido conocimientos nuevos mediante el modelo a distancia.” (La Jornada, Laura Poy, 27/12/2020)

C) Especialistas de la NWEA ( Northwest Evaluation Association) y de las universidades de Brown y Virginia, calculan que los logros de los infantes en Estados Unidos en materia de lectura serán de entre 63 y 68 por ciento, con respecto a un año promedio, en tanto que los logros en matemáticas alcanzarán solo entre 37 y 50 por ciento. En el mismo país, se habla de una pérdida de instrucción promedio de alrededor de siete meses de estudio, lo que se agrava a nueve meses en alumnos latinos y a diez en la comunidad afroamericana. (…) se señala el riesgo de que las naciones, ante la necesidad de atender los efectos sanitarios de la enfermedad, no cuenten con recursos —o bien no los orienten de manera adecuada— para el necesario fortalecimiento de sus sistemas escolares. (…) el riesgo de deserción se multiplica al sumarse las lagunas en los aprendizajes con la falta de recursos de las familias y la consecuente necesidad de millones de jóvenes de integrarse al mercado laboral de manera prematura, condenándolos a precariedad laboral a lo largo de su vida. Nuevas generaciones con menos herramientas para integrarse al trabajo, justamente en un entorno económico que, se prevé, será el más complicado de los últimos 100 años.” (Forbes, Nora Méndez, 28/07/2020)

Así las cosas, la situación provocada por la pandemia no debería lucir inofensiva para la juventud mexicana; antes bien, tendría que ponerse en guardia, y buscar alternativas de solución. Para esto, es  indispensable hurgar en las causas. Lo primero que tendría que preguntarse es ¿Por qué la permanencia de la educación a distancia? ¿Es esto acaso una fatalidad?.

El caso emblemático que demuestra que la situación no es inevitable es el de China. Solo cuatro meses tuvo aquel país que practicar la educación a distancia. Desde abril del año que está por terminar reanudó sus clases presenciales; el sistema educativo más grande del mundo, con 270 millones de estudiantes (BBC, 2016), ya funciona dentro de -allá sí- una "nueva normalidad”. Pero para lograr esto, tuvo que aplicar, echando mano de todos sus recursos y dirigido por su gobierno, un estricto programa de contención de la pandemia; tal fue su éxito- que se agiganta al recordar que fue el primer país golpeado por la nueva enfermedad- que al día de hoy ha contenido en menos de 5 mil los fallecimientos por Covid-19. 

México, por su parte, teniendo una población diez veces menor y habiendo tenido varios meses para preparar su estrategia de contención de la pandemia, hoy tiene más de 123 mil fallecidos,  25 veces más que China. No hay duda, mientras la pandemia no se controle, la catástrofe en vidas humanas y en el futuro de los estudiantes, no podrá mejorar. La juventud mexicana debe conocer de esta situación. Debe saber, además, que a pesar del clamor de mucha gente que ha pretendido que el gobierno de López Obrador rectifique su criminal "conducción” de la pandemia, éste se ha mantenido inamovible en su error. A los beneficiarios de las becas Benito Juárez y "Jóvenes escribiendo el futuro” no se deslumbren por un poco de dinero, les dan eso, pero les quitan un futuro mejor; no acepten el gato por la liebre; o mejor dicho: acepten el gato, pero sin dejar de perseguir la liebre.

Hoy, se pretende presentar la aplicación de la vacuna de la farmacéutica Pfizer como la panacea; sin embargo, hay señales de que esta tampoco resolverá el problema, pues según el plan de la Secretaría de Salud federal no se comprarán pronto dosis suficientes para toda la población, por lo que contagios y mortandad seguirán, con el gobierno simulando atender la problemática pero en el fondo solo usando la vacuna como sebo electoral. 

La política del Gobierno es hoy más burda y sucia que nunca, la mentira, el abuso de poder  y la trampa se han institucionalizado. Los jóvenes más despiertos deben informarse, informar a sus compañeros, formar legión, aliarse con las opciones políticas populares que busquen un modelo de país rico, fuerte, grande, construir una potencia educativa y luego económica (algo superior pues, a las miserias que ofrece Morena) y coadyuvar en la lucha por ese modelo. Con la política actual, nunca ha sido más cierto que Morena corre hacia la perpetuación de la pobreza; las nuevas generaciones no pueden, no deben, ser víctimas de esta aberración.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más

FOTO DEL DÍA