Fortalecer y defender nuestra educación en todos los nivele es de elemental sobrevivencia, a ninguna sociedad le beneficia un pueblo inculto. La educación es uno de los componentes más importantes en el desarrollo socioeconómico de cualquier país del mundo. Su calidad marca significativamente los parámetros que rigen el avance de una persona o una sociedad, así como el desarrollo de toda una nación. Vivimos en una época en la que las sociedades de diferentes orígenes se destacan por estar sedientas de conocimiento. En un mundo unipolar una parte de la población mundial se preocupa por su formación tanto personal como profesional, y por descubrir todo aquello que refiere a la historia, el avance, la proyección y la innovación, mientras la gran mayoría carece de oportunidades para poder educarse.
A nivel mundial existen países con altos índices de inversión en educación, teniendo claro que es un pilar importante para el desarrollo de la comunidad estudiantil, indudablemente marcará la diferencia en la vida de cualquier estudiante y en su formación académica y por lo tanto de la sociedad. Sabiendo de la importancia de educar a nuestra juventud la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es una institución que se enfoca en promover políticas que contribuyan al bienestar económico y social de la población, que el gobierno de México en mundo globalizado debiera aprovechar.
La educación es una herramienta para transformar sociedades, por siempre y aún más en la actualidad, juega un papel fundamental en el progreso del colectivo social en una nación. Este pilar indiscutiblemente tiene el poder de transformar los pensamientos, comportamientos y formas de convivir entre diferentes sociedades. En una época de cambios y constante evolución, el aprendizaje debe ser continuo y necesario. De esta manera podremos prepararnos para enfrentar diferentes retos sociales, económicos, medio ambientales como el caso de la pandemia provocada por el COVID-19, tecnológicos desarrollando vacunas anticovid, entre otros.
El formarnos académicamente en cualquier lugar del planeta tierra puede brindarnos grandes oportunidades en el mundo laboral, así como una estabilidad económica y cierta libertad financiera.
El poder acceder a una educación de alta calidad podría cambiar la vida por completo y no necesariamente en un sentido remunerado monetariamente. Aprender cosas nuevas nos provee riqueza intelectual, cultural y socioemocional que nos pudiera conducir a un equilibrio objetivo y moderado.
Estudiar lo que nos apasiona junto a un equilibrio de necesidades puede abrirnos las puertas a un mundo de conocimiento infinito. Podremos convertirnos en personas pacientes, objetivas, con la capacidad de analizar e interpretar diferentes situaciones durante el desarrollo profesional individual y colectivo. El gobierno mexicano debiera plantear e iniciar un proceso de estudios como otros países, no olvidar que hay naciones que priorizan la educación como un factor de desarrollo social, mediante una fuerte inversión económica. Se puede llegar a tener la oportunidad de estudiar una gran cantidad de alternativas y programas académicos de alta calidad. Por una sociedad justa y equitativa.
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