Yucatán es, innegablemente, uno de los estados más bellos del país. Lamentablemente sus atractivos naturales y monumentos históricos no han valido para que sus habitantes puedan tener una vida digna, una vida en la que satisfagan ni siquiera las necesidades más elementales como la de contar con un techo digno en dónde guarecerse, en donde forjar una familia.
Los datos más recientes del INEGI aseguran que el 18 por ciento de la población yucateca tiene carencia por calidad y espacios en la vivienda, las cifras se agravan toda vez que el 40 por ciento de la población carece de acceso a los servicios básicos en la vivienda. Lo que quiere decir que más de la mitad de los yucatecos no tiene cubierto este derecho elemental y vive en las condiciones que le permite su precaria realidad.
Ante estos datos, sorprende que haya quienes levanten gritos rabiosos contra organizaciones que están dispuestas a revertir las carencias de vivienda en Yucatán, entre ellas el Movimiento Antorchista, que desde hace algunos años viene gestionando acciones y apoyos a la vivienda mediante el Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO).
Hace unos días, el señor Israel Rodríguez, líder de la Organización General Campesina Popular, acusó al delegado de Sedatu Yucatán, William Sosa, de prácticas ilegales, corrupción y de favoritismo porque ha apoyado a la organización Antorcha Campesina.
Hasta ahora, el "Líder campesino" se había limitado a hostigar a la delegación con cuestionamientos infantiles como "por qué a ellos sí y a mí no", y "porqué ellos tienen más que yo", etc. Y Cuando los delegados de Sedatu desoyeron sus berrinches, entonces comenzó a levantar injurias y a hacer declaraciones mediáticas señalando con el dedo a Antorcha Campesina como la culpable de haberle quitado la paleta de la boca.
Yo no tengo nada en contra el señor Israel Rodríguez, no lo conozco de nada, ni sé si sus intenciones de apoyar a los campesinos yucatecos son verdaderas o si le está haciendo el juego a otras fuerzas políticas con claros fines de desprestigiar a Antorcha. Pero algo podemos intuir de los hechos.
Ninguna organización sabe, como lo sabe el Movimiento Antorchista, lo difícil que es que el gobierno asigne recursos en favor de la población más humilde, para la gente más necesitada de este país. Por eso, cuando cualquier organización o grupo se nos acerca en busca de apoyo o asesoría, siempre hemos procurado cobijarlo, ayudarlo, guiarlo para que su lucha sea exitosa.
Por lo tanto, si el objetivo de Israel Rodríguez y su organización es el de apoyar a los humildes campesinos que no tienen un techo seguro, llama la atención que ataque a otra organización que también está luchando precisamente para dotar de mejores condiciones de vivienda a los indígenas mayas. ¿No sería mejor que se uniera una y la otra, que la más débil buscara cobijo en la más fuerte?
Pero la capacitad de solución de Israel Rodríguez se reduce a señalarnos como culpables porque a su organización no se le ha resulto sus demandas. Ha procedido entonces a acusarnos falsamente y con toda la saña de la que es posible. Nosotros nos preguntamos ¿cuáles son los motivos? Un líder que en verdad está comprometido con su pueblo buscaría la manera más limpia, más honrada de resolver las necesidades de ese pueblo. Pero el de Israel Rodríguez no es el caso, he aquí algunas claves.
La Organización General Campesina Popular, dice el señor Rodríguez, aglutina a 700 campesinos, sin embargo, en las comisiones que él mismo encabeza ante la Sedatu nunca lo han acompañado más de 30 personas. Por otro lado, dice que son cientos los inconformes con el "favoritismo de la Sedatu", pero sólo presentaron quejas 101 denunciantes. ¿Dónde quedaron los 599 restantes?
Luego leímos en la prensa del estado (yucatan.com.mx) que Israel Rodríguez paga tres mil pesos a los campesinos (ellos mismos lo aseguraron) para ir manifestarse en estas oficinas, para gritarle al delegado que es un corrupto. Por lo que la pregunta es inevitable, ¿sigue realmente alguien a Israel Rodríguez? ¿es realmente un líder de campesinos o es un títere a quien alguien pidió que enturbiara las gestiones del Movimiento Antorchista?
Un hecho mucho más contundente y que da luz sobre las verdaderas intenciones de este personaje, es el de que Israel Rodríguez solía hacer contratos, a través de una supuesta casa de materiales, para construir los cuartos y ampliar las viviendas que formaban parte de los apoyos de Sedatu. Pero ahora, al ser otra empresa constructora la beneficiaria, salta Israel Rodríguez como queriendo reclamar un derecho de nacimiento, enfureciéndose porque ahora otro detenta esos contratos y, por ende, sus ganancias.
De esta manera sí se explicaría la rabiosa embestida mediática en contra de Antorcha y en contra del titular de la Sedatu, William Sosa. Israel Rodríguez nos culpa de haberle quitado su gallina de los huevos de oro, su minita. Si no es así, si me equivoco y el líder de la Organización General Campesina Popular en verdad está interesado en resolver las demandas de los humildes yucatecos, entonces lo invitamos a conocernos, a unirse a Antorcha. Le aseguramos que con nosotros su gestión será exitosa. Al tiempo.
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