En fechas pasadas se presentó el Presupuesto de Egresos 2023, según el cual se asigna un incremento al gasto educativo; esta pudiera decirse que es una muy buena noticia; sin embargo, en la necesidad real que tiene la educación este incremento de 4.5 por ciento (según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria con respecto al año 2022) es nada para resolver los problemas económicos que se presentan en las escuelas respecto de infraestructura y gastos post pandemia.
En los hechos, la educación de los millones de estudiantes mexicanos no le interesa al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero las cosas no se quedan ahí, veamos en que se utilizará lo poco que se aumenta al presupuesto.
Si tomamos en cuenta que invertir en educación permite desarrollar las capacidades de la población para tener acceso a un mejor empleo, mejorar sus ingresos, reducir la desigualdad, aumentar el nivel de conocimiento para desarrollar tecnología, con la inversión que hace este gobierno podemos decir que nada hará por cambiar la situación económica y de pobreza en la que nos encontramos sumidos los mexicanos y, por el contrario, acrecentará el hambre principalmente en los más pobres que no tienen el poder económico para pagar su educación.
Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el presupuesto de egresos centra los aumentos en los siguientes programas: La Escuela es Nuestra (87.7 por ciento), universidades para el Bienestar Benito Juárez (39.6 por ciento) y becas para el Bienestar en Educación Media Superior (5.5 por ciento), así como una inversión de mil 398 mdp para la compra de mobiliario, equipos de cómputo e infraestructura. Solo en la inversión de los 398 mdp, ¿Cuántas escuelas podrán construirse? Si venimos más de dos años de abandono en las escuelas donde el mobiliario, equipo de cómputo, baños, ventanas se dañaron, ¿Cuántas escuelas podrán mejorar para verdaderamente ofrecer educación de calidad?, la realidad es que una mínima parte.
En el caso de la inversión en educación Blbásica, que aglutina a la mayoría de los estudiantes, no se le destina el recurso necesario para enfrentar el regreso a clases, no se toma en cuenta un apoyo para insumos necesarios para mantener el cuidado ante la covid-19, la desinfección de espacios comunes, mobiliario suficiente para mantener la sana distancia. En educación básica, donde se deberían de concentrar la mayoría de los apoyos se le abandona dejándolo a su suerte, y es de entenderse la lógica del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que los menores de edad no significan votos para asegurar su permanencia en el poder, a través de Morena; los niños y adolescentes no votan.
Los programas que aumentan presupuesto son, por ejemplo las universidades Benito Juárez, con un 39 por ciento, este proyecto, que se presentaba como la solución a muchos males, se ha convertido en uno de los peores calvarios que padecen estudiantes y profesores debido a la opacidad en el uso de los recursos, malas condiciones de las instalaciones, despidos injustificados de maestros por protestar por la falta de pago, problemas con el reconocimiento legal de estudios de los alumnos. A este proyecto emblema de la 4T se le aumenta el recurso por capricho para que no se vea como un fracaso más de AMLO.
Otros de los programas que igual te darán aumento en su presupuesto son las becas Benito Juárez; se plantea un gasto de 83 mil 638 millones de pesos, y la de Jóvenes Escribiendo el Futuro, se asignan 11 mil 162 mdp; en estos aumentos se ve claramente el uso clientelar de los recursos esperando que llegado el 2024 reditúen los votos necesarios para que morena siga gobernando.
El programa La Escuela en Nuestroa que es el que recibe el mayor aumento, con un 87.7 por ciento, y que cualquiera podría celebrar, no garantiza que verdaderamente el recurso sea aplicado como se necesita, ya que al parecer existen observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por más de 573 millones de pesos que no han sido aclarados de la Cuenta Pública 2020; ¿Qué significa eso? Simplemente que existe un uso discrecional por parte de gobierno en la aplicación del recurso que debería mejorar por ejemplo la infraestructura educativa y por lo tanto la educación de millones de alumnos.
Sin duda, existe un aumento destinado a la educación, sin duda hay un esfuerzo mínimo por invertir en el desarrollo de México y por mejorar la calidad de vida la población, pero es lo que nos puede brindar un gobierno que prefiere engrandecer el nombre de Andrés Manuel López Obrador con sus obras insignia, como la Refinería Dos Bocas y el Tren Maya, pero deja en el abandono el bienestar del pueblo.
Por lo anterior, desde Antorcha Magisterial le decimos al Gobierno federal que seguiremos organizándonos para exigir mejoras en la educación dd nuestro país, a como de lugar; no más, no menos.
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