Es conocido, a través de los análisis económicos, sociales, sanitarios, de seguridad pública, que el país se encuentra en un franco estado de gravidez social, el cual, para mala fortuna, afecta, sobremanera, a los sectores más desprotegidos, es decir, a los más pobres.
Oaxaca, por su parte, no dista del panorama nacional, cumpliéndose así la máxima de la relación indisoluble entre la parte y el todo, es decir, lo que ocurre en el país también se presenta en esta entidad, apegándose siempre a sus proporciones, las cuales se condicionan, una a otra, con el resto de los estados y del país en conjunto. Veamos.
De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) nuestro estado, ha presentado una inflación anual de 10.12 por ciento, rebasando así el 8.12 por ciento en el que se ha movido la inflación en el resto del país, de enero a octubre del presente año. “Con más alzas: calabacita 23.16 por ciento; jitomate 18.80 por ciento; azúcar 5.15 por ciento; tortillas de maíz 1.62 por ciento. Las tarifas de la energía eléctrica, la gasolina magna y alimentos básicos como el jitomate y el azúcar presentaron fuertes incrementos en el mes de octubre, reportó el Inegi” (El Imparcial de Oaxaca, 10 de noviembre de 2022).
En cuanto a la generación de empleos, Oaxaca también se encuentra en situación crítica, pues a pesar de que a nivel nacional se crearon de enero a octubre, 997 mil 178 nuevos empleos de acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en nuestro estado se dieron de alta, apenas, 9 mil 209 trabajadores, en promedio 920 empleos por mes, cuando la tasa de informalidad laboral fue de 80.5 por ciento en junio de este año, es decir, muchos trabajadores oaxaqueños no cuentan con seguridad laboral, dejándolos en la indefensión. “Además de Oaxaca, Campeche con seis mil 404 y Chiapas con 8 mil 859, han sido las entidades que durante este año generaron menor cantidad de empleos comparados con otras que forman parte de la región Sur. Por el contrario, Quintana Roo logró generar 36 mil 701 y Tabasco 23 783.
De acuerdo con “México Cómo Vamos”, Oaxaca se encuentra muy por debajo de la meta establecida que es la creación de 28 mil 725 empleos acumulados a octubre de 2022. Según sus registros sólo se han generado 6 mil 719 empleos, es decir, menos del 75 por ciento de la meta” (Noticias Voz e Imagen de Oaxaca, 10 de noviembre de 2022).
Finalmente, según datos del Inegi, en la entidad, los años 2017, 2018 y 2019 fueron los más violentos, con más de mil asesinatos por año. El pico de la violencia fue en 2019, cuando la Fiscalía local registró 1,041 homicidios dolosos, y el INEGI 1,164. De acuerdo con cifras oficiales del Gobierno federal, en octubre se reportaron en todo el país 2 mil 481 homicidios dolosos, superando al mes de mayo, que tuvo 2 mil 472, por lo que se ubica como el mes más violento en lo que va del año; pues con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en promedio se registraron 80 asesinatos diarios en el país, de los cuales, Oaxaca aportó 3.5 homicidios diarios, por arriba del promedio del país.
Como se menciona líneas arriba, este escenario no es opuesto al que presenta la nación, si no un reflejo en proporciones distintas, dependiendo del caso que se analice, lo cual, finalmente, afecta a los ciudadanos; pero ante el escenario que se aproxima para nuestro estado, -me refiero al próximo cambio de gobierno estatal-, son temas que conviene tomar en cuenta, pues siendo de la misma línea partidista que gobierna el país, trae consigo, un discurso que polariza a la sociedad, pero sobre todo, que no ha sido consecuente en los hechos, pues los síntomas de gravidez social se han agudizado durante los cuatro años de gobierno morenista en vez de disminuir, habrá que esperar qué ocurre a partir del primero de diciembre cuando llegará la primavera oaxaqueña, como se autonombra el próximo Gobierno estatal que encabezará Salomón Jara Cruz.
Mientras tanto, los oaxaqueños debemos prepararnos, y en este sentido, los antorchistas, conscientes de que los males que tiene el país y nuestro estado, no son culpa total de nuestros gobernantes, sino del sistema económico de producción de libre mercado que ha venido funcionando en el mundo, a la cabeza el imperialismo norteamericano, y que en todos los países la contradicción del sistema -gran producción de riqueza pero pésima distribución de la misma-, ha venido agudizándose y creando gran desigualdad social y con ella.
Millones y millones de pobres hemos planteado que esto no se eliminará por decreto presidencial, sino combatiendo al sistema desde su raíz, es decir, cambiando al capitalismo por un nuevo sistema económico; pero mientras tanto, seguimos manifestando que para combatir muchos de los males de nuestra patria se lograrán distribuyendo la riqueza que todos producimos, acción que es responsabilidad del gobierno, mediante la creación de empleos, la elevación del salario, la reorientación del gasto público a las mayorías y una política fiscal progresiva, donde paguen más impuestos los que más ganan. Por ello, seguimos llamando a todas las fuerzas progresistas de Oaxaca y del país a unirse, a estrechar lazos, a pensar en nuestra única patria, México, pero, sobre todo, a trabajar en un proyecto común, un proyecto donde todos tengan vestido y hogar.
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