MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Ante las calumnias, los antorchistas estamos más unidos

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Las colonias populares, no tienen mayor importancia para los que disponen de todo lo necesario para vivir y de sobra. ¿Por qué habría de ser motivo de interés, para los ricos, conocer la creación y el lento desarrollo social, de las colonias populares? ¿Acaso el que tiene la panza llena, le ha de apurar el sufrimiento que se dibuja en el rostro de la gente pobre que no come?, ¿a quién podría interesarle conocer sus necesidades más elementales? El batallar diario de los pobladores de estas colonias, es por la falta de agua, electrificación, drenaje, por sus viviendas; su batallar diario es por la alimentación, salud, educación, empleo, seguridad, y otros tantos problemas con la que se sufre a diario. Pero, sólo son número de votos en tiempos electorales. 

Hoy, la colonia Aquiles Córdova Morán del municipio de Minatitlán es noticia; sus detractores gratuitos se valen de las calumnias para denostar un trabajo limpio y organizado, de gente que lucha harto y difícil por mejorar sus condiciones de vida; y me consta. A nadie se le miente, y nadie puede decirse sorprendido o timado. 

Pero, sobran los oportunistas que ponen la cara de necesitados cuando se anotan para adquirir un lote, asisten dos o tres veces y no se vuelven a parar nunca a las reuniones previamente acordados entre los solicitantes. Pero, aparecen cuando el trabajo de gestión da resultado, entonces se presentan los oportunistas exigiendo su participación. Estos son los de siempre, los que ahora agreden a los antorchistas en Minatitlán, y vomitan su basura de mentiras, haciéndose las víctimas, o creyéndose redentores en el anonimato más ruin y cobarde.

Entre los antorchistas, el trabajo colectivo lo es todo. Ello nos permite “zanquear” (como dijera la tía Petra), las dificultades más adversas. Harto y difícil, decía yo líneas arriba, es lo que le cuesta los pobres conseguir dónde fincar su pobre vivienda; por esta razón, el comité de solicitantes que encabeza la gestión de la vivienda, está conformado por la gente que mejor entiende el problema, y por la que más se compromete en la lucha, para encabezar las gestiones correctamente. Es en las asambleas de grupo, donde se acuerdan siempre las tareas de trabajo; como las gestiones a las diferentes dependencias de Gobierno, donde corresponde su atención; es en la asamblea también, donde se acuerdan las cooperaciones económicas para sostener los gastos que genera este batallar agotador de la lucha por la vivienda. 

Otra tarea importante también es la difusión de volantes, cuando somos calumniados por nuestra forma de trabajo, por mercenarios de la pluma que se venden con el enemigo del pueblo, o por resentidos oportunistas que nunca aportaron nada al colectivo de solicitantes, y que ven peligrar sus intereses. 

Pero continuemos.Todo comenzó hace cinco años, al calor del interés político electoral, cuando la colonia Aquiles aun no existía. En el movimiento antorchista están hombres y mujeres con los pantalones y las faldas bien puestas, decididos a luchar con todas las dificultades y carencias que implica construir una colonia desde su cimiento. La unión de los solicitantes es la fuerza para mantenerse firmes en su lucha por una vivienda digna, y la gente pobre no tiene otra opción, lo sabe y lo valora hoy más que nunca. 

Desde hace unos días, la colonia Aquiles Córdoba Moran ya cuenta con la primera etapa de la red de energía eléctrica, un fruto más del trabajo organizado del Movimiento Antorchista de Colima, dirigido por el profesor Luis Enrique López Carreón. Fue la culminación de un esfuerzo que comenzó en el año 2015, al calor del interés electoral, cuando el entonces candidato del Partido Verde, Horacio Mancilla, quien, buscando la simpatía y el apoyo de los antorchistas, ofreció lotes gratuitos a cambio del voto masivo de los agremiados. 

La experiencia política de los Antorchistas, les ha enseñado que no se puede confiar en la palabra de los políticos. Por eso fue un acierto firmar con el candidato acuerdos de compra-venta del terreno; porque las circunstancias y la realidad son cambiantes, y los políticos “chapulines” cambian con facilidad del modo hasta en el caminar. Y tal ocurrió con Horacio Mancilla, con el tiempo desconoció los acuerdos firmados, y su administración municipal no dio, ¡ni un vaso de agua a los necesitados antorchistas!

Pero el pueblo organizado es un gigante invencible con la atinada dirección del Movimiento Antorchista Nacional. El pueblo pobre de México, tiene en sus dirigentes, los mejores hombres y mujeres dispuestos a darlo todo en aras del bien común. El pueblo pobre de Minatitlán debe confiar en Antorcha, y este 6 de junio, debe de votar por sus necesidades, por su familia y por su vivienda. Minatitlán debe votar por Antorcha, porque Antorcha, es el pueblo organizado.

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