Después de que se le cumpliera el capricho al inquilino de palacio nacional, de pagar una consulta con dinero del pueblo para tener un dato exacto de las fuerzas populares que lo acompañarán en la elección de 2024, y con esto, saber con precisión donde le hace falta influir más económicamente para preparar el terreno para su sucesor, porque él, dice, ya se retirará de la política.
Pero como digo, después de que se le cumpliera su capricho, porque para toda persona que sea un poco crítica pronto se dará cuenta de que no es necesaria tal consulta popular para esos fines, y cabe aclarar que no estoy en contra de la participación de la gente en temas políticos, al contrario, es un hecho bueno, pero cuando se manipula de esa manera una consulta popular se torna cruel y mezquina.
Ahora bien, después de todo el proceso polémico, que también le sirvió al presidente como cortina de humo para desviar la atención de los penosos actos de corrupción que se ventilaban sobre los más cercanos de su gabinete, para atacar al INE y de refilón a los demás organismos autónomos que le hacen la vida difícil a la Cuarta Transformación; después de que ya se estableció en la Constitución mexicana que se tiene que hacer la consulta, después de que el INE aceptó hacerla, con las respectivas adecuaciones por falta de presupuesto, el presidente arremetió contra el órgano electoral nuevamente.
Así, una vez iniciado el tiempo legal de la consulta, la misma ley que aprobaron los morenistas establece que es necesario un periodo de veda electoral en el que ni el presidente ni ninguna dependencia federal o local puede difundir propaganda gubernamental. En este contexto de veda electoral comenzaron nuevamente los ataques al organizador de esta consulta, ya que los morenistas se olvidan de las reglas del juego y promocionan en redes sociales la imagen de su partido y, por consiguiente, del presidente mismo en la entrega de apoyos, en la promoción de obras. Lo que como digo, no le ha gustado nada a todo el morenismo aun cuando viole flagrantemente la ley, así demuestran el respeto que le tienen a la constitución cuando sea para su propio beneficio.
La comisión de quejas y denuncias nuevamente ordenó al partido en el poder retirar propaganda en espectaculares, bardas, lonas y posters adheridos a postes en 15 entidades de México, alusivas al ejercicio de la revocación de mandato del presidente. Según los quejosos, el contenido de dicha publicidad pretende influir indebidamente al titular del ejecutivo durante el proceso de revocación de mandato.
La propaganda consiste en 278 anuncios espectaculares, 21 elementos de propaganda adherida en equipamiento urbano, 36 pintas en bardas y 11 lonas, todas estas guardan exacta identidad gráfica, tipo, costo, magnitud y ubicación. La propaganda se colocó en Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México, Colima, Durango, Hidalgo, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, Estado de México, Guerrero, Veracruz y Yuctán.
Vistas así las cosas, la misma comisión aclaró que la propaganda denunciada no puede tenerse como genuinamente ciudadana, sino que es el resultado de una posible simulación en forma de estrategia a nivel nacional ajena al derecho de la ciudadanía para participar en la consulta por la revocación de mandato; además, advirtió que existe una falta de certeza sobre la autoría y recursos involucrados para la elaboración y difusión de la propaganda en cuestión.
Así, en este clima de opacidad en el ejercicio de participación ciudadana, esta campaña de apoyo al presidente y a su capricho, planeada y orquestada en lo oscurito, queda debidamente expuesta.
Es muy común escuchar al presidente hablar de autoridad moral, de conciencia, de cero corrupción, de cero influyentísimo siempre y cuando no le toque a él. Cuando los actos de corrupción, que carecen del mínimo ápice de moral y verdad, él simple y sencillamente guarda prudente silenció para evadir toda responsabilidad, dejando aparentemente en el olvido a los actores que orquestan estas inmorales maniobras violatorias de la misma ley.
Pretende así pasar desapercibido, y cuando no lo logra, utiliza su ya gastada cantaleta de que los grupos de poder están enojados porque sus intereses se han visto afectados con la Cuarta Transformación, por eso actúan, todos en bloque, para atacarlo por todos los medios.
Pero a nosotros, al pueblo que día a día sobrevive con la realidad que nos está fabricando López Obrador, misma que dista mucho de la que dibuja en sus discursos, nos debe quedar lo suficientemente claro cuál es el propósito del presidente, sentar las bases a dos años de las elecciones presidenciales y darle continuidad a su proyecto de nación, no a la que beneficia al pueblo, sino a sus allegados, a sus amigos y al ala poderosa del país que lo apoya aun sabiendo que las decisiones que tome nos pegaran en la cara, de una manera más furiosa a todos nosotros, los mexicanos de a pie. En la medida que tengamos esto lo suficientemente claro estaremos cada día más preparados para tomar una decisión más acertada.
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