Todos somos testigos, el señor López Obrador y sus aliados, los impulsores y "arquitectos" de la "Cuarta transformación", han expresado desde su triunfo en las pasadas justas electorales de julio, su repudio y su odio a todo ciudadano mexicano que tenga la voluntad de simpatizar y encaminarse a realizar alguna lucha social, y en particular, se ha puesto énfasis en hacérselo ver al Movimiento Antorchista Nacional, a "la Antorcha Mundial" como ellos la llaman. Son más de 24 plazas públicas en todo el país, donde el presidente López Obrador, (como si no pudiera conjugar otras palabras), celebra que en su gobierno, los programas de transferencia monetaria serán entregados de manera directa, "nada de que soy la Antorcha Mundial y dame a mí el dinero y yo lo manejo, no eso no, eso se acabó" dijo.
En primer lugar, el presidente de México como licenciado en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), debe recordar que mentir no forma parte de los derechos y conductas de la ética profesional de un licenciado respetable, sus declaraciones responden a un vil acoso en contra de quienes no piensan como él. Declarar a Antorcha como una organización "intermediaria" es, se quiera o no; falsear la verdad, declarar mentiras. Aquí los elementos. La actividad social y política de Antorcha, (lo volvemos a repetir), está encaminada a dos grandes y complejos ejes rectores: educar al pueblo pobre de México y llevarlo a la lucha por sus derechos.
Está comprobado que la actividad diaria de Antorcha está en los pueblos y colonias. La labor consiste en llamar a la gente, hacer un documento con las peticiones que ese pueblo en particular necesita, por ejemplo; agua, luz, drenaje, pavimentos, Centros de Salud, Unidades Deportivas, escuelas, techumbres, Centros Recreativos, caminos de sacacosechas etcétera; y emprender gestiones legales y pacíficas, pero, si la autoridad no cumple, llegado el caso, exigir a los gobiernos del nivel que sea solucionen estos problemas ya que según nuestra constitución, todo mexicano tiene derecho a vivir dignamente y ellos, los gobernantes, deben hacerlo, lo quieran o no. Son ya casi 3 millones de mexicanos que no tienen acceso al agua y al drenaje sanitario, y no se diga las colonias donde nunca han tenido calles pavimentadas y limpias, y mucho menos tienen acceso a la luz eléctrica. ¿Eso es malo? ¿Exigirle al gobierno que haga su trabajo es malo?
El segundo eje es además, realizar una actividad cultural, educativa y deportiva fuera de serie. Los artistas antorchistas son de excelencia en la materia, dignos representantes en el mundo entero de la cultura mexicana. Antorcha ha formado miles de jóvenes en el arte y el deporte y son hoy grandes artistas y atletas, algunos con logros a nivel internacional. En los pueblos y colonias, los activistas de Antorcha concientizan a la gente, analizando los verdaderos males del país, enfocando científicamente el verdadero problema y, gracias a su dirección nacional, han diseñado cuatro puntos pilares de la política.
1. Que paguen más los que ganas más.
2. Más empleos.
3. Mejor pagados.
4. Que se reparta al pueblo la riqueza social.
¿Dónde queda el intermediarismo aquí? Nada de eso, Antorcha busca el progreso en las colonias, exige vivir mejor. De ahí se deriva la actividad de lucha para que los gobiernos cumplan su papel y trabajen por el pueblo. López Obrador fue muchos años de izquierda y hoy, como si se tratara de otra persona, se atreve a descalificar y asentar golpes calumniosos a los movimientos sociales como Antorcha Revolucionaria, acusándolos olímpicamente como "intermediarios". Por tanto, queda comprobado que el señor López miente y falla a su ética profesional. Mucho muy lamentable para el presidente de la república.
Cómo si se tratara de una indicación directa, una campaña planeada o discutida en las esferas más altas del gobierno y el poder en México; una parte del periodismo mexicano, quien curiosamente, tiene plataformas nacionales y que prácticamente todo aquél que tenga televisión o teléfono celular los ve; la empresa Televisa transmitió un reportaje de la "periodista" Fátima Monterrosa, donde se le acusa a Antorcha de ser un grupo de choque y además, con lujo de detalles pre fabricados y falsos, demostrar a su auditorio que el dirigente y guía de la organización de los pobres, el Ing. Aquiles Córdova y sus familiares se han enriquecido con gasolineras de "dudosa procedencia", en medio de una crisis por el supuesto combate al robo de la gasolina, con el fin de catapultar a escala nacional la campaña en contra de Antorcha.
Con un golpe millonario, hicieron ver al auditorio de Televisa que Antorcha es corrupta y un grupo de choque, abonando a la ya iniciada campaña de desprestigio de los antorchistas. Sin embargo, se acepte o no, la realidad siempre se impone. He aquí la verdad. Le pese a quien le pese, como nadie en todo el país, Antorcha ha desarrollado una actividad económica cotidiana, donde todos los activistas y líderes, han colaborado desde hace muchos años, con colectas masivas, actividades económicas como rifas y venta de productos básicos, para desarrollar esta labor tan importante e invertir en negocios limpios y honestos para financiar la lucha. ¿Con qué fin? Con el único fin de no depender del gobierno, de no verse en la penosa necesidad de vivir del gobierno para hacer su trabajo de gestión y lucha.
Todo el que quiera puede buscar información ante la autoridad que quiera, o ante las comisiones encargadas de investigar estos delitos, (incluida Fátima Monterrosa), y verán, para su sorpresa, que los negocios de Antorcha son legítimos y cumplen como todo el mundo, con obligaciones fiscales y jurídicas año con año. Debido a ello, lo quieran o no, más que meritorio y digno de presumir a todo el mundo y a la clase política decadente del país, ya que Antorcha no depende de ningún partido político para existir, ni comete ilícitos de ningún tipo para sostener su actividad.
Antorcha es por tanto una organización económicamente independiente. No hay duda de que esta actividad, a lo largo del tiempo se ha convertido en una sólida actividad, que se ha formado con los años en una verdadera comisión nacional financiera con hombres limpios, honestos y con un profundo amor a la lucha de los pobres. Es además, una acción de consecuencia de principios, y una forma completa y real, luchar por defender los intereses del pueblo trabajador, sin ninguna presión nefasta de los grupos políticos en el poder.
Queda comprobado pues, una vez más, como Fátima Monterrosa no es, ni mucho menos, una reportera respetable y sensata, que busca a toda costa informar fehacientemente la realidad de las cosas. No es más que un ejemplo, malo además, del papel enajenador y distorsionador de medios de comunicación como Televisa y sus amigos, que por dinero se arrastran y vomitan lo que otros no pueden decir. Nada parecido al profesionalismo periodístico respetable. ¿Todo esto tendrá alguna relación con la cerrazón del gobierno para solucionar las demandas planteadas ante la Cámara de Diputados? ¿Buscan provocar el rechazo a la protesta de Antorcha?
Sea así o no, pareciera que desde las oficinas de Palacio Nacional se han orquestado todos estos ataques para no solucionar las demandas y peticiones de los antorchistas. Si se piensa que con golpes mediáticos, tendenciosos y demagogos, van a erradicar a los pobres organizados en Antorcha, están muy equivocados. Hoy somos millones los que por convicción, conciencia y amor a nuestro país, estamos organizados en Antorcha y día con día nos esforzamos por jugar mejor nuestro papel y demostrarle a propios y extraños que Antorcha es el único camino que tiene el pueblo trabajador, para su liberación económica, política y social.
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