MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Regularización y servicios básicos para colonias de Kanasín

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A pesar que el gobierno del estado vende la idea de que Yucatán es una entidad próspera y generosa con todos sus ciudadanos, en los hechos, la situación es diferente, porque no se habla de aquellas personas que trabajan en la informalidad y tienen los peores salarios o de aquellas que no cuentan con una vivienda digna y servicios en sus colonias.

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señaló que en el 2022 hubo una disminución en los indicadores de pobreza y pobreza extrema, pero a pesar de los datos oficiales halagüeños, la economía informal en el estado sigue siendo un pendiente a resolver. Según Ernesto Herrera Novelo, titular de la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet), aproximadamente el 60 por ciento de los trabajadores yucatecos se desempeñan en la informalidad y que a pesar de tener la tasa de desempleo más baja del país (1.9%), los salarios se encuentran entre los más bajos a nivel nacional, esto sin dejar de lado que, la canasta básica en la región es de las más costosas debido a las altas tasas de inflación. El funcionario también destacó la necesidad de que las personas migren hacia empleos formales, ya que esto les brindará acceso a la seguridad social y otros beneficios, como créditos para vivienda, entre otros.

Sigue faltando la parte más importante, la certeza jurídica para todas las familias posesionarias, misma que permitirá que sean dotadas de los servicios faltantes que son muchos, así como evitar sobresaltos y peligros.

Así de importantes son las acciones que el gobierno ha dejado de hacer, aunque se diga lo contrario en los discursos que hoy pululan en las campañas políticas de quienes aspiran a ocupar un cargo público de nueva cuenta. En la capital del estado y su zona conurbada (que también abarca el municipio de Kanasín) siguen existiendo cinturones de pobreza, colonias enteras donde por años sus habitantes han vivido en la incertidumbre jurídica y, por ende, sin servicios básicos.

Kanasín, el segundo municipio con mayor número de población de la entidad (141 mil 939 habitantes), separado de la capital únicamente por el Periférico Sur, contrasta significativamente el nivel de bienestar de sus ciudadanos con el de los meridanos; la distribución geográfica de su población y la actividad económica que realizan, ponen de manifiesto su dependencia no solamente en el terreno económico, sino en general de todos los demás servicios de la ciudad de Mérida.

El municipio en cuestión se ha convertido en el proveedor número uno de mano de obra de las empresas ubicadas en la Zona Metropolitana de Mérida, y en buena medida, su crecimiento poblacional obedece a que parte importante de ésta, es población rural que emigra en busca de oportunidades a la capital; se establecen aquí, forman asentamientos en donde viven con sus familias en condiciones precarias y deprimentes, muchas veces carentes de seguridad jurídica y de servicios públicos de agua potable, luz eléctrica, calles pavimentadas, alumbrado público, escuelas, por mencionar algunas.

Los cambios en la estructura poblacional, económica y social de sus habitantes han variado y han tenido consecuencias en los niveles de bienestar. Veamos, de acuerdo con datos de la página www.economia.gob.mx/datamexico, para el año 2015, un 35.8 por ciento de la población se encontró en situación de pobreza moderada y 4.76 por ciento en situación de pobreza extrema. La población por carencias sociales alcanzó un 29.7 por ciento, mientras que la población vulnerable por ingresos fue de 11.3 por ciento.

Para 2020 la situación empeoró, porque el 37.7 por ciento de la población se encontraba en situación de pobreza moderada y el 6.73 por ciento en situación de pobreza extrema. La población vulnerable por carencias sociales alcanzó un 22.4 por ciento, mientras que la población vulnerable por ingresos fue de 15.8 por ciento.

En mayo de 2024, el Coneval actualizó las Líneas de Pobreza por Ingresos en México, y los resultados obtenidos para Kanasín no cambian, registra: 53 mil 379 personas en pobreza moderada y nueve mil 524 personas en pobreza extrema. Además, 2.87 por ciento de la población no tiene acceso a sistema de alcantarillado, 2.37 por ciento no cuenta con red de suministro de agua, 2.45 por ciento no tiene baño y 1.63 por ciento carece de energía eléctrica.

Como puede verse, los datos oficiales son más que reveladores, los kanasinenses urgen que las autoridades estatales y municipales intervengan en la solución de las carencias mencionadas, en particular, en la regularización de asentamientos urbanos como la colonia Leona Vicario, donde viven aproximadamente 200 familias (algunas tienen más de 20 años establecidas) y otras 100 familias de la colonia Cecilio Chi, donde las más antiguas habitan sus lotes desde hace 12 años, pues todas ellas, compraron la tierra al Ejido de Kanasín.

Han pasado muchos años desde que los colonos son posesionarios pacíficos y de buena fe de los lotes que compraron; sin embargo, al acudir ante las autoridades gubernamentales para solicitar se les dote de los servicios básicos de electricidad, agua potable y calles, se les ha “argumentado” que no es posible por ser asentamientos irregulares y que además es “propiedad privada que se encuentra en “litigio”; desde entonces han peregrinado ante autoridades agrarias federales y civiles del estado solicitando su apoyo y se resuelva el conflicto, pero todo ha sido en vano.

Ante esta situación, los habitantes de dichos predios de manera organizada, tomaron la iniciativa para que con cooperaciones directas y actividades económicas abrir y acondicionar algunas calles e introducir parte de los servicios básicos; pero sigue faltando la parte más importante, la certeza jurídica para todas las familias posesionarias, misma que permitirá que sean dotadas de los servicios faltantes que son muchos, así como evitar sobresaltos y peligros.

Lo hasta aquí descrito, es parte de la realidad de Kanasín que urge cambiar y que solamente será posible si las autoridades de los tres órdenes de gobierno regularizan las colonias que lo requieren y las dotan de obras de infraestructura social y los servicios necesarios para una vida digna. La calidad de vida de los kanasinenses puede cambiar sustancialmente si dejan de vivir en la indolencia y la miseria a la que los han condenado por años, la indiferencia y negligencia de las autoridades.

Es hora de que quienes pretenden gobernar el estado y el municipio, hagan eco de estas demandas y pongan manos a la obra en la solución de las mismas. Por nuestra parte, quienes militamos en las filas del Movimiento Antorchista, no cejaremos ni un ápice en nuestra exigencia a las autoridades correspondientes como lo hemos hecho hasta ahora para que esto ocurra. Mientras tanto, seguiremos trabajando con los antorchistas kanasinenses que se han dispuesto a cambiar su entorno para bien de sus familias, con base en la organización, la solidaridad y la lucha porque solamente así Kanasín podrá tener prosperidad y bienestar para todos sus ciudadanos y dejará de ser “tierra de nadie”, como peyorativamente se le llama.

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