La gente siempre ha tenido el anhelo, el deseo de vivir en una sociedad donde sus necesidades más importantes como la vivienda, la educación, el trabajo y la salud, entre otras, sean la prioridad de los gobiernos; por muchos años los gobiernos de diferentes colores han prometido trabajar para el pueblo sin haberle cumplido hasta el día de hoy.
La mayoría de las veces los gobernantes, se sabe, han entrado con una mano por delante y otra por detrás, para luego salir ricos, con grandes propiedades y negocios y sin avergonzarse por haber privilegiado los intereses personales sobre los de la ciudadanía.
Y es en esta situación donde aparece un López Obrador que, sabedor del hartazgo de nuestra gente por tanto robo y saqueo de los recursos públicos, dijo lo que la gente quería escuchar, “el acabar con la corrupción” y les habló de ella, aunque él sabía que no era su objetivo de gobierno.
Y ya vemos que con AMLO como presidente la corrupción no sólo no se ha acabado, se ha expandido, llegando hasta la familia del mismo presidente y a su círculo de colaboradores más cercano, pero ahora dándose de manera descarada.
La promesa de velar por los pobres se vuelve a dejar en el olvido y es importante recordar esto porque vemos que en los gobiernos estatales morenistas se replica lo que hace el presidente de México, -culpar de todo lo malo a los gobiernos del pasado, dar a conocer que se han descubierto actos de corrupción- y de la tarea principal de todo gobernante, el velar por atender las necesidades más apremiantes de sus gobernados, de esas no se dice nada.
Recordemos que, a los pocos días de haber llegado al poder en Tepic la ingeniera María Geraldine Ponce Méndez, actual presidenta municipal, empezó a señalar la existencia de varios cientos de aviadores en algunas dependencias del municipio y mencionaba que su gobierno no iba a tolerar actos de corrupción a nadie.
De aquello ya no se supo más, lo cierto es que en Tepic el gobierno no se caracteriza por estar viendo los problemas de su gente y haciendo obras, sino todo lo contrario, como se puede ver en la siguiente nota de meridiano.mx del 20 de julio 2022 donde se dice en la encuesta de “Arias Consultores” de finales de junio, a la pregunta de ¿consideran que el alcalde o alcaldesa miente o dice la verdad? del cien por ciento de los encuestados solo el 8.3 la aprueban. El resultado negativo de la alcaldesa de Tepic es más que claro, el resultado confirma que no se está trabajando en atender los problemas sociales en la capital del estado por eso la reprueban.
En el caso del gobierno del estado está pasando algo parecido, se está denunciando en los medios de comunicación que hubo un mega fraude de por más de 21 mil millones de pesos, que viene desde que se conformó el fideicomiso Bahía de Banderas (FIBBA) donde se cometieron muchas injusticias y actos de corrupción; en todo esto se dice están involucrados ex gobernadores, ex alcaldes, empresarios, notarios, y muchos otros más.
La pregunta es: ¿va en serio la lucha contra la corrupción en la administración actual de Miguel Ángel Navarro Quintero o sólo es una imitación más de la política de AMLO para distracción de la ciudadanía? Ya López Obrador dejó claro que para él “hacer ajuste de cuentas con el pasado” es lo que se necesita para que México avance. La realidad dice que no, que lo que necesitamos es, como dice Antorcha, como lo dice nuestro dirigente nacional el ingeniero Aquiles Córdova Morán: Hay que tener un proyecto de nación donde se prioricen las necesidades de nuestro pueblo y no los afanes de lucro de los poderosos de este país, y por lo que se ve, los morenistas no lo tienen.
En Nayarit la gente pobre de la zona rural tiene necesidad de insumos agropecuarios como fertilizantes, herbicidas, insecticidas, etcétera, y no los hay; en la pesca igual, los apoyos a los verdaderos pescadores se acabaron, la oficina de la dependencia carece de los recursos para ayudar a los pescadores que viven del mar; las colonias populares de las ciudades del estado están abandonadas en la atención de sus servicios básicos como drenaje, pavimento y alumbrado público; la infraestructura carretera falta llegar a la zonas serranas más rezagadas y hay puntos donde se requiere de urgencia la reconstrucción como el tramo El Venado-Presidio en la carretera a Del Nayar en el municipio de Ruiz; no hay trabajo suficiente y bien pagado; los servicios de salud son pésimos, hay problemas de inseguridad, entre otros más.
Son pues muchas las necesidades de la población por lo que bien haría el Gobierno estatal de Nayarit de tomarlas en cuenta y de poco a poco irlas resolviendo. Hacer lo contrario o lo mismo que AMLO, es decir, denunciar que está combatiendo la corrupción para echarle humo en los ojos a la gente para que no vea que no se trabaja en la obra social, es engañar al pueblo, es no hacer lo que los ciudadanos requieren que se haga en estos momentos, que es lo mismo que no hicieron aquellos a los que tanto se critica.
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