Durante varias semanas, campesinos de algunos estados del norte, principalmente de Sinaloa han denunciado la falta de apoyo para la venta de su principal producto: el maíz. El presidente Andrés Manuel López Obrador planteó desde campaña la compra de maíz a precio de garantía, pero hasta el momento no ha cumplido, y cada ciclo agrícola, los productores casi tienen que malbaratar su cosecha.
López Obrador utilizó como bandera entre el sector campesino, pequeños propietarios de tierra y productores con algunas hectáreas apoyarlos con fertilizante, pero sobre todo con la puesta en marcha del plan precios de garantía, lo que permitiría –según sus cuentas- adquirir la cosecha anual de todos los campesinos y llevar a México a la autosuficiencia alimentaria, es decir, no recurrir a las importaciones en materia alimentaria. Esta propuesta resultó en un engaño más y los productores de maíz de Sinaloa y otras entidades se han dado cuenta.
En un reporte de la consultora Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) dio a conocer que, durante los primeros meses de este año, México importó cerca de 7 millones de toneladas de maíz, lo que representó un 18.2 por ciento mayor comparado con el mismo periodo, del año 2022. En el caso de frijol, también hubo un incremento en las exportaciones, con 60 mil toneladas.
Otros granos que incrementaron el volumen de importación se encuentra cebada, malta y canola. Únicamente se redujo la compra de arroz en 27 por ciento.
La revista buzos en un reportaje de esta semana evidencia que 13 mil 359 pequeños propietarios sinaloenses –con menos de 10 hectáreas- viven en la incertidumbre, pues a pesar de la promesa de reuniones con el gobernador Rubén Rocha Moya y funcionarios federales de Segalmex, a la fecha no hay respuesta favorable, mientras, en la desesperación, los campesinos han ofrecido su producto a precios mucho menores. “Todos tenemos mucha desconfianza de que vaya a funcionar, y lo más delicado de todo es que no veo una intensión del Gobierno Federal por tener un acercamiento con los compradores, con los industriales, que son los que realmente compraran el producto”, comentó a la revista el presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa (CAAS), Marte Vega Román.
Si los pequeños productores se encuentran en problemas al no poder comercializar su producto ¿cómo estarán los campesinos, que producen menos de una hectárea y se enfrentan a los elevados precios del fertilizante? Sin duda están viviendo los peores momentos con la Cuarta Transformación. Y aunque en el discurso, el presidente alega que apoya como nunca a los campesinos de manera directa, la realidad es otra, ya que existe corrupción en la entrega de fertilizante, según diversos reportes de prensa a nivel nacional.
Y si hablamos de corrupción, recientemente fue exhibido el saqueo a Segalmex, la empresa que creo López Obrador para abastecer de productos de la canasta básica a las comunidades más apartadas. De tal forma que quienes siguen pagando las consecuencias y decisiones de la corrupción de este gobierno son los más pobres.
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