Debido a la poca demanda de sus productos o servicios, originada desde el inicio de la pandemia, hasta ahora poco más de tres mil microempresarios establecidos en la capital del estado de Quintana Roo enfrentan una deuda de hasta 60 mil pesos que no pueden cubrir porque la emergencia sanitaria sigue golpeando fuertemente porque ya no hay clientes y sobre todo porque los bolsillos de los chetumaleños están vacíos.
Los dueños de los pequeños establecimientos están limitados y prácticamente en quiebra, no ya no les alcanza para el pago de deudas y gastos de operación debido a la poca demanda de los productos que ofrecía. Según las cifras al menos 250 microempresarios cerraron sus negocios a principios del presente año, eso representa nada más y nada menos que el 40 por ciento de los microempresarios de Chetumal.
Durante la temporada decembrina no se generaron dividendos para los comerciantes y microempresarios, porque no hubo demanda de productos, el asunto siguió igual en la temporada de la semana santa, sin lugar a dudas la crisis económica también golpea a los trabajadores al sur de la entidad, ellos son los que más resienten la crisis porque de esos empleos dependen muchos para que en la mesa del hogar no falte los alimentos.
Cabe mencionar que desde a inicios de la pandemia muchos empresarios solicitaron al Gobierno estatal y federal les brinde préstamos o una prórroga para que se les amplíe el plazo del pago de impuestos, sin embargo, el Gobierno federal en una de sus tantas improvisadas y amañadas mañaneras dejó en claro que no habrá ayuda para ningún empresario, es decir que cada quien se “rasque como pueda”.
Hace un par de días el dirigente de la CROC en Chetumal, advirtió sobre la posibilidad de más cierres de negocios, porque no hay afluencia turística y dejó en duda los beneficios de la Zona Fronteriza, que la apertura de dicha frontera traería más recursos y bienestar para México y Belice según “los datos” del Presidente López Obrador, sin embargo, esos beneficios cacareados no se reflejan en los bolsillos de los pequeños empresarios y de los trabajadores en general, sigue igual, vacíos. “hay gente que no ha podido ni pagar muchas deudas y ahora necesitan conseguir recursos para renovar las licencias, de dónde si no hay oportunidades de trabajo”, expuso el líder de la CROC.
De acuerdo con los funcionarios del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, mencionan que hasta el momento cuando menos el 10 por ciento de los negocios ya no tienen licencias de funcionamiento y advirtieron que las cifras están aumentando porque muchos están atravesando por una crisis económica y que por ello no han podido cumplir el pago de ese impuesto.
Por lo anterior, se hace evidente el Gobierno del estado de Quintana Roo no tiene un plan político y económico adecuado para apoyar a las microempresas, lo único que ha realizado es cerrar los negocios según las autoridades de salubridad porque no cumplen las medidas sanitarias, pero sobre todo no dice nada al respecto sobre la situación que enfrentan el 85 por ciento de los trabajadores que nos les alcanza para cubrir las necesidades del hogar.
Por esta razón, le hago un llamado a toda la sociedad en general a tomar conciencia y analizar bien esta problemática, la mejor solución es organizarse y juntos luchar para que las autoridades competentes hagan algo.
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