Finalmente sucedió lo que hace más de 20 años no ocurría en Chimalhuacán, Estado de México; cientos de ciudadanos se apostaron afuera del lugar donde la presidenta municipal, Xóchitl Flores Jiménez, rendía su primer informe de gobierno para protestar por la falta de agua potable en varias colonias del municipio y por el incremento de la inseguridad, en especial la violencia en contra de las mujeres, la falta de protección de la policía municipal, la cual parece estar coludida con los delincuentes porque nunca acuden oportunamente al llamado de la ciudadanía y, sobre todo, por las agresiones que esta ha infligido a los chimalhuacanos.
Al evento, realizado el pasado jueves 8 de diciembre, en el Recinto Ferial de este municipio mexiquense, acudieron todos los funcionarios municipales, situación que han normalizado los gobiernos morenistas de todo el país en su afán de llenar los espacios eligidos para presentar sus informes.
La participación ciudadana que tanto pondera la alcaldesa morenista en las entrevistas que da a medios de comunicación, ese día del informe se redujo al acarreo que hicieron los funcionarios y empleados del Ayuntamiento, a quienes les exigieron que cada uno de ellos fuera acompañado por 30 personas a fin de que se viera el apoyo de la ciudadanía a la alcaldesa.
El primer informe de la morenista no se acercó ni de lejos a los que durante 21 años presentaron los alcaldes que le precedieron, quienes en su momento informaron sobre la construcción de redes de servicios básicos como drenaje, agua potable, electricidad; pavimentaciones (llegaron a realizar hasta una calle diariamente, en tiempo récord); construcción centros de desarrollo comunitario donde se atendía a módicos precios la salud de los chimalhuacanos; construcción también de espacios educativos y culturales, empezando desde aulas para escuelas de nivel básico, medio y superior, como el Recinto Ferial, la plaza de la identidad como su fuente danzarina, el planetario, el teatro-auditorio municipal Acolmixtli Nezahualcóyotl, la granja interactiva Chantlacalli, el museo Chimaltonalli o los museos de sitio de la zona arqueológica Los Pochotes o la magna escultura del Guerrero Chimalli y su paseo del mismo nombre, que en sí ya es un magnífico espacio cultural.
En todos esos espacios se invirtieron, íntegramente, los recursos gestionados en el Gobierno del Estado de México o en la Cámara de Diputados, todo con el fin de ofrecerle a la gente lugares dignos donde no solo se entretuvieran, sino que también la aportara conocimientos para incrementar la cultura personal y colectiva. Hasta antes del año 2022, las administraciones anteriores al de la morenista Xóchitl Flores Jiménez, también construyeron espacios deportivos dignos, como los deportivos El Tepalcate y La Laguna, y la alberca olímpica ubicada en el cerro El Chimalhuache, además de que remodeló cientos de espacios deportivos ubicados en colonias populares.
No obstante que durante 21 años las administraciones encabezadas por el Proyecto Nuevo Chimalhuacán realizaron un trabajo titánico para brindar condiciones para que la gente viviera dignamente, en las elecciones del año 2021, los chimalhuacanos se dejaron seducir por las promesas de un cambio a favor del pueblo y, sobre todo, por los dineros que los morenistas les entregaron a cambio de sus votos y por eso votaron en contra de quien construyó el nuevo Chimalhuacán.
Hoy, a un año de administración morenista, los chimalhuacanos saben exactamente qué ha cambiado Morena: las comunidades estudiantiles de varias instituciones denuncian que su infraestructura está deteriorada, y que las autoridades municipales no hacen nada para darles mantenimiento.
Con la nueva administración morenista, los centros de salud no brindan medicamentos a la gente; prácticamente todos los espacios culturales han sido abandonados y la consecuencia, todos lo sabemos, es que se están deteriorando, como es el caso de la magna escultura Guerrero Chimalli, la cual ha estado cerrada desde que Xóchitl Flores accedió a la presidencia municipal; antes, tenía visitantes de todo el mundo, como quedó asentado en los libros de registro de visitas, ahora permanece cerrado y cuando se les ocurre prender la fuente danzarina que está a los pies de la monumental escultura, está tan deteriorada que los chorros de agua los lanza sin ton ni son.
Los espacios deportivos están en igualdad de condiciones y a merced del paso del tiempo que todo deteriora cuando no se cuidan las cosas.
Pero lo más lamentable es que miles de chimalhuacanos sufren de agua potable y son víctimas del incremento de la inseguridad en general y de la violencia en contra de las mujeres en particular, pues cada semana son violentadas cuatro de cada 10 mujeres.
Días antes del primer informe de la alcaldesa, más de tres mil vecinos provenientes de todos los barrios y colonias solicitaron su intervención para que girara las órdenes correspondientes para solucionar el problema del agua potable; el mismo día del informe, la organización denominada Unión de Comités de Izquierda Democrática (UCIDE) , se apostó enfrente del Recinto Ferial para exigir apoyo para las escuelas, incluidos apoyos dignos y seguros para los estudiantes; alumbrado público para todas las colonias del municipio, el cual brinda calles más seguras y mayor seguridad para todos.
Con palabras duras, los organizados en la UCIDE calificaron a la alcaldesa y a su trabajo en una inscripción puesta en una lona: “Xóchitl Flores Jiménez no tiene palabra ni moral, traiciona al pueblo que la puso donde está”.
Y, para cerrar la semana, miles de chimalhuacanos se apostaron afuera del órgano descentralizado de agua potable, alcantarillado y saneamiento, ODAPAS, para protestar no solo por la falta de agua potable en todo el territorio, sino también por la falta de eficiencia y efectividad del personal de ese organismo para solucionar el problema del vital líquido.
Actualmente, el municipio de Chimalhuacán ocupa el cuarto lugar de inseguridad de un total de 125 municipios mexiquenses, lo cual se refleja en que el 81.4 por ciento de la población se siente insegura y las autoridades municipales no hacen nada para frenar el fenómeno. Es más, Chimalhuacán ocupa el deshonroso primer lugar de violencia contra la mujer con un alto porcentaje de 36.1, lo que quiere decir que cada cuatro de 10 mujeres son violentadas cada semana.
Los chimalhuacanos, pues, se están movilizando, pero en contra de la alcaldesa morenista, pero ¡aguas!, el próximo año habrá elección de nuevo gobernador y la virtual candidata de Morena, Delfina Gómez Álvarez, ya está lanzando nuevos cantos de sirena en contra de la población del municipio de Chimalhuacán, el cual va en franco retroceso.
Por eso le hago un llamado a la población para que cierre sus oídos y palmas de las manos para que no vuelva a permitir que le compren sus votos a cambio de un puñado de monedas. No comprometan el futuro de Chimalhuacán, como muchos lo hicieron en las elecciones de junio de 2021.
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