Un parámetro fundamental para la medición del desempeño de la economía es el crecimiento económico que consiste, hasta donde está estandarizado al día de hoy, en medir la estimación del crecimiento del Producto Interno Bruto, PIB. Según Valeria Moy, directora general del Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, en su artículo “Cuando el 2% era aspiracional”, “Entre 1995 y 2020, la economía mexicana creció 2.4% en promedio por año, 83% punta a punta, considerando desde luego la gran contracción económica que se dio en 1995. Ese 2.4% nos parecía mediocre dado que México tenía el potencial de crecer más, quizás hasta un 3.5% en el mejor de los escenarios. Es decir, dada la capacidad instalada que había, y usándola al máximo, México tenía la posibilidad de crecer más.”
Según el diario El Economista, el crecimiento económico por sexenio fue el siguiente: “4% con Carlos Salinas de Gortari; 3.5% con Ernesto Zedillo; 1.9% con Vicente Fox; 1.4% con Felipe Calderón; 2% con Peña Nieto y 1% con AMLO” (El Economista, 25 septiembre 2024). Cierto es que debe considerarse el año de la pandemia como un factor de decrecimiento objetivo; sin embargo, aún quitando la pandemia, la economía no tuvo el desempeño que se esperaba y menos el prometido: “El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que, aunque ya trabaja en un nuevo indicador para medir el crecimiento, mantendrá su promesa de crecimiento económico al 4% anual y de 6% al final de su sexenio.” (El Universal, 25 mayo 2020). Sin embargo, pese a la promesa de crecer al 6%, Andrés Manuel López Obrador incumplió: “la promesa no llegó (al 6%) y la economía atraviesa el sendero de la desaceleración” (Bloomberg Línea, 1 septiembre 2024).
“El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó este martes de que la economía de México se ha ralentizado, al pronosticar ahora un crecimiento del 1.5% para 2024, siete décimas por debajo del 2.2% que calculaba en sus previsiones del mes de julio pasado” “En este documento calculó, asimismo, que el país estará cerca de la meta del Banco de México (Banxico) de tener una inflación general del 3% en el año 2025, aunque para el presente ejercicio de 2024 anticipó una tasa del 4.5%.“Los riesgos para el crecimiento están sesgados a la baja mientras que los de la inflación al alza. Un crecimiento más débil de lo esperado en Estados Unidos, un incremento en la aversión global al riesgo y efectos imprevistos de las reformas institucionales (de México) podrían pesar en el resultado”, detalló… El organismo recomendó al Gobierno de Claudia Sheinbaum, que tomó posesión de su cargo el pasado 1 de octubre, una estrategia fiscal a medio plazo para reducir el déficit y la deuda, incrementar los ingresos tributarios y crear espacio fiscal para inversiones en capital humano y físico.” (Forbes México, 22 octubre 2).
No se ve, con base en esta información, que vaya a haber crecimiento económico estructural, sino que debemos bajar el déficit y reducir la deuda, pero esto implica, necesariamente apretarnos el cinturón y los recortes irán, gradualmente, en la reducción de los apoyos sociales en las famosas tarjetitas, ya lo veremos; habrán menos obras de infraestructura y poco desarrollo de la inversión pública y privada debido al ambiente de incertidumbre que deriva de la falta de certeza jurídica ante los cambios en el poder judicial; debemos, además, incrementar los ingresos tributarios, de lo cual se desprende que, como no van a tocar a los grandes capitales, tal como lo hizo AMLO, entonces, van contra todos nosotros, contra el pueblo de México y buscarán obligarnos a pagar impuestos sí o sí. Ahora bien, no es el único el FMI quien ve la caída del PIB en México. Veamos los siguientes dos testimonios:
“Considerando la prolongada debilidad de la demanda interna, BBVA México revisa a la baja su estimación de crecimiento para 2024 a 1.2%. El lento dinamismo del consumo y de la inversión, así como la consolidación fiscal propuesta para el próximo año, impactarían la actividad económica en 2025, registrando un crecimiento del PIB de 1.0%” (BBVA 03 octubre 24).
“La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) redujo sus perspectivas de crecimiento económico para México en 2024, a 1.9% desde el 2.5% estimado el pasado mes de mayo; para 2025, las proyecciones apuntan a un crecimiento de 1.4%... “Para 2024, nuestra estimación es que la actividad económica de México aumentará 1.9%, en comparación con 3.2% del año pasado, esto a causa, principalmente, de la desaceleración económica en Estados Unidos, que es un gran socio comercial para México, pero también por una desaceleración del consumo y de la inversión en México”, añadió el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.” (Forbes México, 13 agosto 2024).
La desaceleración de la economía mexicana se da en el contexto de la desaceleración de la norteamericana y, aún así, el propio Banco de México recomienda que no veamos a China o a Rusia o a los BRICS como opción para el desarrollo de nuestra economía. Gran error. Abrazarse a un yunque como tabla de flotación es, por donde lo veamos, un gran error. México, si quiere salir de su atraso, debe voltear a China, a Rusia, a los BRICS y al gran mercado latinoamericano. No están sentadas las bases para el crecimiento económico por este gobierno, pues una parte importante del gasto programable está destinado a gasto al consumo no productivo. Esto significa, que se echa dinero a las grandes empresas vía el consumo que realiza la gente cuando se gasta lo que le dan en su tarjetita y no se produce ningún avance en el crecimiento.
Por ello, los antorchistas debemos insistir al pueblo de México en el hecho de que lo que está mal es el modelo económico y que debemos cambiarlo. Esto implica que el pueblo de México debe tomar conciencia que los que nos han gobernado, de todos los colores, en última instancia, lo hacen a favor de los más poderosos, de los grandes capitales. No solo reconoce el gobierno, como lo hizo AMLO, de que los ricos ganaron en su sexenio y no se les cobró impuestos; sino que no tiene un proyecto claro de desarrollo que piense en las grandes mayorías desamparadas. Han manipulado al pueblo de México con el espejismo de las tarjetitas, con el aumento del salario nominal, pero la perdida del salario real y con el cambio de la medición de la pobreza, para que no salieran tan mal librados estadísticamente hablando, pero la realidad nos refleja la necesidad de despertar a la gran fuerza social dormida y aletargada por la manipulación del sistema para tomar el poder político, que gobierne el pueblo de México y, finalmente, que se ponga especial atención en el cambio de modelo económico para que los más necesitados sean los verdaderos beneficiarios del proceso. México tiene un gran potencial de desarrollo, pero hace falta que el pueblo despierte ese potencial gobernando esta patria y levantándola con conciencia y disposición al progreso independiente y libre.
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