En abril pasado, la Editorial Esténtor publicó un nuevo libro de Aquiles Córdova Morán, líder nacional del Movimiento Antorchista, titulado “De la esperanza a la decepción”, se trata de un libro que, sin duda, hará época porque se publica en un momento muy difícil para el país, dado el fracaso del gobierno de la 4T y el consiguiente agravamiento de los problemas nacionales, como resultado de la falta de objetivos claros y científicos del proyecto de nación del presidente Andrés Manuel López Obrador y de su partido, así como de la forma dictatorial en cómo ejercen el poder público.
Características y consecuencias catastróficas del actual gobierno lopezobradorista que el Ing. Aquiles Córdova Morán logró prever muchos años antes con acertada precisión y de las cuáles advirtió oportunamente a los mexicanos, gracias a su infalible conocimiento de la realidad social, política y económica de México y del mundo y, sobre todo, del dominio del materialismo histórico-dialéctico, como método de análisis para interpretar y transformar la realidad.
Personalmente conozco al Ing. Aquiles Córdova y sé que es un hombre congruente, recto en su actuar, que ha dedicado su vida a la lucha revolucionaria, a construir una gran organización que ha mejorado la vida de millones de personas.
El nuevo libro del Ing. Aquiles Córdova, es una recopilación de artículos (publicados en medios nacionales como los periódicos Unomasuno y El Universal), comentarios y extractos de conferencias dictadas por él, entre los años 2000 y 2018, en donde logró caracterizar muy bien las ideas y la forma de gobernar de Andrés Manuel López Obrador, desde que fue Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, así como la verdadera esencia oportunista y falsamente izquierdista de su movimiento político.
No se trata de comentarios surgidos al calor del momento, declaraciones superficiales o aseveraciones frívolas, sino que constituyen verdaderos análisis rigurosamente científicos, fundamentados con datos precisos de la realidad concreta y abordados siempre de manera objetiva.
Desde principios de los años 2000, Córdova Morán criticaba la falta de resultados de los gobiernos supuestamente izquierdistas y al servicio de los pobres, de los cuales López Obrador era el representante más visible, tanto en la Ciudad de México como en otros estados en donde esa falsa izquierda se había hecho con el poder político. Pues mientras intentaban congraciarse con las clases ricas y privilegiadas de sus estados, al mismo tiempo ignoraban, calumniaban o reprimían a los sectores populares que se movilizaban exigiendo solución a sus demandas más sentidas.
Y es que mientras López Obrador construía un segundo piso para el periférico, cuyo beneficio sería principalmente para los automovilistas y la clase rica, la situación de atraso y miseria en las colonias populares y marginadas de la capital del país fue desatendida, pues no se realizaron obras sociales ni se introdujeron servicios elementales como el agua, drenaje o la vivienda que mejoraran en serio la suerte de los más pobres.
Ya desde entonces, Córdova Morán demostró la forma tendenciosa en cómo López Obrador trataba a las organizaciones sociales, los sindicatos y en general al movimiento de masas: solo eran buenas, aquellas movilizaciones que apoyaban a su gobierno y le aseguraban votos para sus fines electoreros, si en cambio defendían realmente a sus agremiados frente a los atropellos de su gobierno, entonces eran malas, corruptas y con fines políticos ajenos a la voluntad de sus representados.
“Para mí, López Obrador está siendo víctima del síndrome de poder autoritario” escribió Córdova Morán en 2003, “la lucha organizada de los pobres, que cuando él era oposición le parecía un recurso legítimo de éstos para defenderse de un mal gobierno... hoy, desde la silla del poder le parece una irreverencia, una insolencia y un desafío que solo merecen como respuesta la negativa y el descrédito como respuesta”.
Por ello, defendió insistentemente el derecho del Movimiento Antorchista a existir como organización social, la legitimidad de las demandas de los antorchistas del Distrito Federal que realizaron múltiples movilizaciones frente al gobierno de Obrador y la obligación del supuesto gobierno de izquierda de resolverlas.
Aquiles Córdova, desde entonces, caracterizaba como demagógica y electorera la política social del gobierno de López Obrador, consistente en entregar dinero a algunos sectores como los adultos mayores, los discapacitados y las madres solteras, pues si bien ayudaba a paliar la precaria situación de algunos capitalinos muy pobres, no remediaba la situación de fondo y los dejaba a merced de la grotesca manipulación de su gobierno.
“No es un triunfo de buen gobierno, no es prueba de mucho talento político el repartir dinero entre los pobres, cuando además proviene de los impuestos que pagamos todos, eso es fácil, es mucho más difícil que se atiendan los problemas estructurales de la sociedad”, escribió en 2004.
Asimismo, el destacado líder social señaló con puntualidad los nexos de la corriente política lopezobradorista con la clase privilegiada del país y demostró que su discurso de moralidad y de combate a la corrupción era totalmente falso. Así lo probaron los video escándalos en donde René Bejarano, un colaborador muy cercano de López Obrador, recibía millones de pesos en sobornos de parte del empresario Carlos Ahumada para la campaña de su jefe y aunque el Ing. Córdova Morán aceptaba que se trataba de una trampa del panismo para cerrarle la puerta de la presidencia de la República a un partido sedicente de izquierda, lo cierto es que también reflejaba que los obradoristas eran unos arribistas, ambiciosos de dinero y de poder, unos corruptos, y por ello es que cayeron redonditos en la trampa.
Sin embargo, congruente siempre entre su teoría y su práctica, el Ing. Aquiles Córdova defendió el derecho de López Obrador de convocar a la movilización pública para defenderse del proceso de desafuero que le abrió el gobierno de Vicente Fox para impedirle ser candidato del PRD a la presidencia en 2006; se opuso al uso faccioso de la ley y del aparato de justicia y, posteriormente, durante la campaña política del 2006, se opuso tenazmente al uso de la campaña de lodo, la manipulación y la propaganda tendenciosa de la derecha y de algunos sectores privilegiados del país en contra de López Obrador como candidato. Asimismo, dejó constancia del fraude en las elecciones presidenciales en donde resultó vencedor Felipe Calderón, aseverando que la derecha mexicana echó mano de las más sucias argucias para quedarse con el poder.
Pero quizá lo más importante del nuevo libro “De la esperanza a la decepción”, es que deja muy en claro que la crítica más constante del antorchismo nacional a la concepción y al proyecto de López Obrador, ha sido contra la falsa explicación de que la corrupción es el problema central del país y, por tanto, la demagógica promesa de acabar con ella si un hombre pulcro y honesto como siempre se ha presentado el actual presidente llegaba al poder. Pues se trataba y se trata de una explicación falsa y superficial de los problemas del país, que deja intacto al modelo económico, a la grotesca concentración de la riqueza por unos cuantos multimillonarios mexicanos y, por tanto, del que no podían derivarse soluciones realmente efectivas para combatir los grandes problemas nacionales.
Aquiles Córdova Morán advirtió, una y otra vez, con mayor profundidad que muchos otros que se dicen analistas, tanto en 2006, como en 2012 y 2018, el verdadero peligro de que llegara al poder un partido falsamente izquierdista, que engañara a la gente, que sirviera en realidad a los intereses de los privilegiados y que ya estando en el poder fuera totalmente incapaz de resolver los problemas más urgentes de las clases populares y más bien los agravara, tal como finalmente ocurrió.
“De llegar a la presidencia López Obrador va a hacer lo mismo que en su época hizo el PRI, será la misma gata, pero medio revolcada, nada más... no va a cambiar al país porque hay muchas fuerzas que se lo impiden. Si no me creen tiempo al tiempo”, escribió en 2006.
Por ello el libro tiene plena vigencia y, sobre todo, cobra especial relevancia la tesis central que siempre ha defendido Córdova Morán y el antorchismo nacional, y que está presente a lo largo de este texto y de muchos otros creados por el maestro Aquiles Córdova: “Jamás, un hombre solo, por muy inteligente, valiente y bueno que sea, podrá cambiar este país. El problema es de tal gravedad que se necesita al pueblo entero organizado para cambiar lo que aquí pasa; ningún país en la historia universal y en la historia del mundo han cambiado únicamente por la acción de un solo hombre... porque para un cambio profundo hay que apoyarse en el pueblo, hay que tener al pueblo organizado, unido y listo para defender su revolución”.
Por ello, invito modestamente a mis lectores a buscar el libro y adquirirlo a través de los activistas del Movimiento Antorchista o directamente con la oficina de prensa de nuestra organización. Pero, sobre todo, los invito a reflexionar en el llamado del Ing. Aquiles Córdova y a seguir trabajando para construir esa gran fuerza social que pueda conquistar el poder del país por la vía pacífica y democrática y haga las grandes transformaciones que México y los mexicanos más humildes necesitan y que López Obrador no pudo ni podrá hacer, una transformación que tenga como objetivo, como estrella polar, la construcción de una sociedad sin desigualdades económicas y en donde la riqueza se distribuya de manera más equitativa.
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