MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

De la inexistencia del Covid-19

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Nos han llegado cada vez más mensajes que ponen en duda la existencia de la enfermedad Covid-19, causada por el nuevo coronavirus SRAS-CoV-2. Se trata de videos y mensajes de texto que hablan de una especie de gran mentira mundial, algo así como una conspiración, y como consecuencia tales mensajes promueven el incumplimiento de las normas recomendadas para no contagiarse. El asunto no es una bagatela, ni ganas de andar de "panchero", como se dice popularmente, pues en esta semana santa todos hemos sido testigos de concentraciones masivas de tipo religioso por doquier con posibilidades de contagios igualmente masivos a pesar de los llamados médicos a no hacerlas. Al respecto, si alguna validez tienen nuestras palabras ante ustedes, queremos comentarles que los antorchistas nos basamos en diversas fuentes de información para aceptar la existencia de este mal, existencia real e independiente de nuestras conciencias. La realidad existe, independientemente de que lo queramos o no, y como tal tiene sus propias formas de desarrollo, causas y consecuencias que los humanos no regulamos, tiene lo que llamamos leyes propias, leyes del desarrollo.

¿Qué fuentes de información tomamos en cuenta para aceptar la existencia de esta realidad?, ¿cómo sabemos que son auténticas las tragedias por Covid-19 de Italia, España, Estados Unidos y otros? Una forma muy sencilla es a través de los medios de información de los enemigos de esos países: así, las agencias informativas de Rusia, de China, Venezuela, Cuba, Irán y otros, coinciden en la descripción de esa realidad, no sólo entre sí, sino con sus propios enemigos. Son agencias informativas antiimperialistas como RT, Xinhua, HispanTV, RBTH, Sputnik, TeleSur, así como algunas agencias noticiosas mexicanas. Y coinciden todas con las cifras y descripciones del mal.

Otra forma es a través de organismos internacionales en los que los dos campos enemigos tienen que participar por fuerza y en donde no cabe la posibilidad de que se puedan poner de acuerdo para engañar al mundo entero: como la ONU, la OMS, la UNESCO; y también otro tipo de organismos similares como la Oxfam, la OCDE, universidades y en México el CEMEES, etc. También tenemos los testimonios de amigos, conocidos, parientes en otros países o los de personajes públicos de quienes es difícil aceptar que también se presten a tan inverosímil patraña.

Y, finalmente, tenemos los argumentos de médicos, sociólogos, economistas, historiadores, matemáticos y científicos diversos que militan en nuestra organización, es decir, que también son antorchistas, compañeros nuestros, que por sus actividades propias tienen que conocer la realidad para que la transformemos, y en sus respectivas esferas de acción se han encontrado con dicha realidad, es decir, en su práctica profesional y, en última instancia, en la práctica social.

Así que es muy difícil, con todos estos datos, no aceptar la existencia de la realidad. Y de la misma manera es innegable que también es una realidad que la gente encerrada en sus casas o ya ha agotado sus reservas para tener qué comer o está a punto de hacerlo, por lo que es una demanda también real el que se establezca ya un plan nacional urgente para que nuestro pueblo sobreviva, asegurando su alimentación, como asunto de interés nacional y humanitario.

Cerrar voluntariamente los ojos a la realidad, pensarla como algo ideal, producto sólo de nuestra imaginación, o pensarla como algo material pero diseñada por el hombre o por una idea que flota en algún lugar y, por tanto, sólo modificada por la conciencia humana y a su voluntad, pensar la realidad así, repito, ha conducido a la humanidad a terribles errores que nos han costado millones de vidas y sufrimientos indecibles para los sobrevivientes. Así han cerrado los ojos el presidente López Obrador y su partido Morena, han negado la realidad, suprimiendo, antes de que se hiciera presente este virus, apoyos a hospitales, a clínicas y casas de salud, recortando personal médico por todo el país, recortando apoyo para el desarrollo en general de las ciencias y en particular de las ciencias médicas, impidiendo la compra a tiempo de medicinas y disminuyéndolas también, y recortando los presupuestos para comprar las que necesitan enfermos de cáncer, gastando en material médico que luego no aparece, no convocando a varios productores de medicinas y utensilios médicos para que ofrezcan públicamente precios competitivos, sino entregando los contratos de manera directa y por designación del presidente a sus amigos; todos estos casos y otros que sería prolijo enunciar son del conocimiento general, no estamos inventando nada. Así, pues, tan luego como Morena comenzó a gobernar se dedicó a dinamitar nuestro sistema de salud nacional, dejándonos totalmente indefensos ante cualquier amenaza, y no tardó en hacerse presente la primera. Hoy, cuando este artículo es redactado, ya comienzan a llegarnos testimonios estrujantes de las carencias totales en los hospitales públicos de Tijuana, Tlalnepantla y Nezahualcóyotl y de los médicos y enfermeros que le costó a la nación formar por muchos años, ahora expuestos al peligro e indefensos de la manera más indignante posible y sin que su gobierno aparezca por ningún lado, más que en la tele.

Pero este idealismo que o niega la realidad o la supedita erradamente al libre albedrío del hombre, también tiene una raíz social, uno de cuyos rostros más feos consiste en el interés electorero de los actuales gobernantes federales y su camarilla de borregos-diputados, obedientes a su mesías hasta causar vergüenza nacional, interés electorero para perpetuarse todos ellos en el poder y seguir medrando de él y desmadrando todos los programas sociales: por ese interés egoísta los de Morena 1) han despreciado el sistema nacional de salud y lo han mutilado hasta ponerlo en terapia intensiva, 2) y todo por quitarle los recursos para, con ellos y los de los otros programas sociales mutilados, pagarle a los grandes bancos por hacerle llegar una tarjetita bancaria a varios millones de mexicanos y darles unos cuantos cientos de pesos al mes, esperando que nos contentemos con esa bachicha que nos arrojan, 3) para que volvamos, tontos como nos creen, a votar por ellos en las próximas elecciones. Y no lo somos, hemos dicho ¡basta!, por ello aquí abiertamente proclamamos: ¡Nunca más otro voto a Morena ni a ninguno de los que se montó en su caballo para pisotearnos!

En cuanto a la realidad, más nos vale estudiarla, comprenderla, nunca negarla ni creer que con la varita mágica de Harry Potter a fuerza de conjuros o de estampitas la modificaremos a nuestro antojo. Si el dicho popular reza "ayúdate, que Dios te ayudará", mal haríamos en no hacerle caso y empezar por ayudarnos a transformar esa realidad que nos lastima. Te convocamos a unirte a nuestras filas y juntos luchar por transformar nuestra realidad para construir otra más justa y solidaria. Eso sólo lo vamos a lograr preparándonos para tomar el poder y no volver a desperdiciar nuestro voto y menos para dárselo a quienes nos han conducido a la debacle nacional. ¡Nunca más otro voto a Morena!

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