Es evidente a todas luces que en nuestro país hay un grave desabasto de medicamentos en los hospitales federales y estatales, esto es algo que no se puede ocultar, aunque el presidente López Obrador en sus mañaneras nos diga que “todo está bien” y que la gente está “feliz, feliz, feliz”, nos podemos dar cuenta de la peligrosa situación que se nos presente al acudir al Hospital por algún padecimiento y constatar en la realidad, que no hay en existencia ni siquiera medicamentos básicos para atender nuestros malestares ordinarios. Esta es una grave realidad que padecen los mexicanos que no se puede ocultar, ni con demagogia, ni con informes engañosos.
En este sentido, El Financiero publicó el pasado 21 de julio que el flamante secretario de salud Jorge Alcocer Varela presumió ante el presidente de México “¡Pueblo de México, logramos el objetivo: ya no habrá desabasto, ¡hemos salvado a la patria!”, pero este discurso, como tantos que han pronunciado en la administración morenista federal, contrasta con la cruda realidad, toda vez que el desabasto criminal de medicamentos oncológicos echa por tierra cualquier pretensión de discurso oficial, esto por la evidente incapacidad, inexperiencia y la corrupción que continúan presentes en el IMSS, ISSSTE y el INSABI, son lo que han provocado este grave problema en el sector salud.
Por su parte, el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, advirtió que en lo que va del ejercicio fiscal 2021 la inversión pública del gobierno morenista en instituciones de salud ha sido mínima y en algunos conceptos nula, lo anterior se documenta en el Avance Físico y Financiero de los Programas y Proyectos de Inversión enero-mayo 2021, que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó al Congreso el pasado 30 de junio.
Según este informe, el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI), de reciente creación morenista, no aprovecho los recursos autorizados destinados para fortalecer el sector salud en 2021, al no ejercer 254 millones de pesos para la adquisición de equipo médico; otros 68 millones de pesos en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, para la adquisición de equipo diagnóstico y tratamiento; y tampoco se ejercieron 3 millones de pesos para rehabilitación Pos-Covid; así como 33 millones de pesos en el Hospital General de México para equipamiento, 7 millones de pesos en el Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias Médicas “Salvador Zubirán” para la adquisición de sistemas para terapia de oxigenación, entre otros subejercicios detectados.
Aunado a lo anterior, ante a las promesas reiteradas de López Obrador de que habría muchos hospitales, este año fueron programados unos pocos, y resulta que en lo que va del ejercicio, ninguno ha iniciado su construcción, como es el caso del Hospital General en Chetumal con 120 camas, con una inversión de 717 millones de pesos, que supuestamente ya han sido autorizados en el Presupuesto de Egresos de la Federación para este ejercicio, ¿dónde quedo el dinero? Conocemos que hay presupuesto para el sector salud, sobre todo en este tiempo en el que la contingencia sanitaria ha cobrado millones de vidas, pero el gobierno federal no ha sido capaza de ejercerlo correcta y oportunamente, eso demuestra su ineptitud, incapacidad y en su caso complicidad, cuando compran lo hacen a sobreprecio, y porque no decirlo la corrupción aún no se acaba y los hechos lo demuestran.
Al respecto, la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (CDHEQROO) ha documentado 74 quejas en contra los hospitales estatales y 69 contra el IMSS y el ISSSTE, por falta de medicamentos y negación de atención a pacientes. A su vez, el Gobernador del estado de Quintana Roo, Carlos Joaquín González ha reconocido que existe un desabasto de medicinas en hospitales estatales, aunque responsabilizó de este hecho al INSABI. Aunque todos los hospitales y centros de salud carecen de medicamentos y atención médica adecuada, principalmente destacan, el Hospital General de Chetumal que registra el mayor número de quejas, seguido por el Hospital General Jesús Kumate de Cancún y el Hospital General de Playa del Carmen.
Sin embargo, el desabasto es solo la punta del iceberg que representa la ineficiencia de las instituciones públicas del sector salud para ejercer el presupuesto de este año, de la incapacidad y falta de voluntad para cumplir con una tarea que es su obligación hacerla por que se les paga por ello, y el recurso de donde se les paga es del erario, es decir, del pueblo. Es por estos atropellos que el pueblo pobre esta sufriendo que el Movimiento Antorchista ha denunciado oportunamente la incapacidad del gobierno federal de resolver los problemas de nuestro país, dando “otros datos” o datos confusos, manipulando la información, dejando en el desamparo a los millones de pobres de México sin servicios de salud oportunos, sin educación de calidad, sin seguridad pública confiable y careciendo de lo más indispensable para vivir. Pero no se puede tapar el sol con un dedo y la realidad está a la vista, ¡quién tenga ojos para ver, que vea!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario