A todos nos ha estremecido la tragedia mundial por la pandemia originada por el SARS-CoV-19. Hasta hoy en el mundo se registran más de dos millones de seres humanos contagiados y más de 200 mil muertes; nuestro país concentra a la fecha 19,224 casos confirmados y casi dos mil fallecidos.
Todos los días vivimos con la preocupación, la incertidumbre y el temor de ser contagiados, y con el colapso económico todavía más crudo que se prevé, también con la angustia de morir de hambre.
En la Alcaldía Iztapalapa en la Ciudad de México hasta hoy existen 676 contagios, de los cuales 323 están hospitalizados, de ellos 31 se encuentran en terapia intensiva y lamentablemente hay 43 fallecidos. Esta demarcación territorial es la segunda a nivel nacional con el mayor número de contagios después de Tijuana que tiene 709.
En esta alcaldía se encuentra la central de abastos (CEDA), principal mercado de consumo para miles de mexicanos, además de ser una de las principales fuentes de trabajo, que cuenta con un espacio de 327 hectáreas de pasillos en donde se venden a precio de mayoreo frutas, legumbres, verduras, carnes, pescados, dulces, abarrotes, granos, semillas, etc. De acuerdo a los datos de la central hay cerca de 90 mil comerciantes que atendían por día a más de 600 mil personas, según datos del Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abastos (FICEDA), informan que abastecen a más de 20 millones de mexicanos día a día y que es un centro económico para millones de mexicanos que comercializan hortofrutícola y otras mercancías en 24 estados de la República Mexicana, hasta antes de la pandemia.
Hemos escuchado de propia voz de nuestros compañeros antorchistas que trabajan o trabajaban en la Central de Abastos, que el sitio ya es un foco de infección de covid-19 por lo que advierten a la población a tomar precauciones. La CEDA anuncia el contagio al menos de 25 personas y más de dos fallecidos, sin embargo, nos hemos enterado que hay más contagios y muchas más muertes, ya que algunos son familiares de compañeros muy cercanos, por esta razón miles de comerciantes ante el temor de ser contagiados han cerrado ya sus locales, dicen: "para los que dudan de que no es cierto lo del coronavirus, tengo familiares y amistades de la central de abastos que están contagiados o murieron. Yo ya cerré mi local hasta nuevo aviso".
Oscar Corral detalló para el diario Reforma: "Es un contagio espantoso lo que hubo ahí, mis clientes están enfermos de coronavirus, en el área de abarrotes también hay algunas bodegas ya están cerradas por el miedo, porque están viendo que se les están enfermando sus colaboradores". Además, señalan que en plena contingencia la Central de Abastos no había parado la actividad comercial y operaba sin medidas sanitarias; en estos momentos aseguran que cerca del 60 por ciento de los locales ya están cerrados. ¿Qué generará esta situación? Por un lado, un desabasto de alimentos en toda la Ciudad de México y zonas conurbadas, y por otro, un incremento de precios que ya comenzó, por ejemplo la caja de jitomate costaba 200 pesos hace dos días y hoy cuesta 600 pesos.
La Secretaría de Economía, Graciela Márquez Colín mencionó el pasado 25 de marzo en la conferencia matutina del Presidente de la Republica, que el país contaba con una reserva de alimentos básicos para 100 días, así que el gobierno federal garantizaba y daba tranquilidad a las familias mexicanas sabiendo que hay disponibilidad de productos básicos, y ha pasado solo un mes y ya hay problemas.
Por su parte la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum dice "no tenemos información de que haya problema de desabasto, hasta ahora no existe, la Central de Abastos no puede cerrar, siempre hay rumores en fake news que pasan por ahí, lo que sí estamos haciendo es tomar medidas mucho mayores, para que haya menos gente al sitio". Estas son las respuestas de las autoridades federales y locales ante este problema; como se ha venido observando siempre son rebasados porque las medidas que implementan no son suficientes.
El problema de fondo de un posible desabasto de alimentos e incremento de sus precios radica esencialmente en la falta de una verdadera política de bienestar para todos los mexicanos, en implementar un plan nacional de producción de alimentos e impulsar la producción en el campo para que no aumenten los precios de la canasta básica.
Nos estamos enfrentando a una grave situación en donde, aunque hubiera alimentos suficientes la gente no podrá adquirirlos, y esto lo prueba una encuesta realizada por el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (CEMEES), que señala que seis de cada diez personas pueden solventar sus necesidades básicas sólo una semana porque ya se quedaron sin empleo, porque el desempleo incrementó hasta en un 11.7 por ciento y como siempre las familias más vulnerables son las más afectadas.
Por esta razón, exigimos al Gobierno Federal un plan efectivo para la distribución de alimentos para todas las familias más vulnerables de nuestra patria sin distinción alguna, exigimos un plan nacional de producción de alimentos para que no haya desabasto e incremento de precios de los mismos. No podemos seguir permitiendo que nos gobiernen con mentiras. Como dijo Vladimir Ilich Lenin el gran líder de la Revolución Rusa: "hay que comprender claramente cómo engañan al pueblo quienes se esfuerzan por presentar al gobierno como el mejor de los gobiernos".
Ha llegado la hora en que ante esta terrible situación el pueblo despierte, se organice y valientemente exija lo que es suyo y nunca más permita ser engañado. Desde aquí hacemos un llamado a todo el pueblo mexicano a sumarse a nuestra campaña nacional por la distribución de alimentos, hoy no podemos hacer una difusión en las calles, ni un mitin o una marcha por la emergencia sanitaria, pero sí podemos hacer uso de las redes sociales para la denuncia y exigencia. ¡Atentos!
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