De acuerdo con un comunicado de prensa, emitido por el INEGI, el 23 de marzo de 2021, se informaba lo siguiente: 33.6 millones de personas entre los 3 y 29 años estuvieron inscritas en el ciclo escolar 2019- 2020 (62.0 por ciento del total).
De ellas, 740 mil (2.2 por ciento) no concluyeron el ciclo escolar: 58.9 por ciento por alguna razón asociada a la covid-19 y 8.9 por ciento por falta de dinero o recursos. Para el ciclo escolar 2020-2021 la población inscrita es de 32.9 millones (60.6 por ciento del total de 3 a 29 años). El alumnado entre 3 y 29 años que sí estuvo inscrito en el ciclo escolar 2019-2020 pero que no continuó o desertó del sistema educativo en el ciclo 2020-2021 debido a la pandemia por la covid-19 o debido a la falta de recursos económicos fue de 1.8 millones; la mayoría fue de escuelas públicas con 1.5 millones en comparación con 243 mil de escuelas privadas.
Sin embargo, el 22 de febrero de 2022, el portal infobae.com recogía las palabras de Patricia Ganem, vocera de la Asociación Educación con Rumbo, quien, con base en un estudio realizado, afirmaba que “los países con mayor abandono escolar en América Latina, son: México, Panamá, Costa Rica y Bolivia”. Y en el cuerpo de la nota recoge los siguientes datos de la vocera de la Asociación: “5.2 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de entre los 3 y los 29 años de edad, no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 por motivos económicos y por causas del covid-19, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el abandono escolar entre alumnos de 3 a 29 años, es de 3.5 millones de personas.
De acuerdo con el INEGI, de esos 5.2 millones, 3 millones pertenecen a educación básica, y de esos 3 millones, 1.3 abandonó la escuela a causa de covid-19 y 1.6 por falta de recursos económicos. Además de esos 5.2 millones que tampoco terminaron el ciclo escolar 2019-2020, 3.6 millones no se inscribieron al ciclo siguiente porque tenían que trabajar”.
Ahora, en el 2021, el recurso destinado a la educación de los mexicanos fue de 338 mil millones de pesos, con un recorte del 1.3 por ciento, con respecto al presupuesto asignado en el 2019. Es decir, el presupuesto asignado para cada estudiante que inició el ciclo escolar 2021, fue de $1,130.95 pesos mexicanos.
Además, es necesario precisar, que el 80 por ciento del gasto destinado a la educación es básicamente para la remuneración de maestros, y el resto para construcción, renovación y mantenimiento de las instalaciones. Decir que se destina recurso para cada estudiante es algo confuso, pues en realidad es para pago y mantenimiento.
Los resultados que arroja el estudio realizado por la Asociación Educación con Rumbo me parecen más honestos, en la medida en que pone de manifiesto que el abandono escolar, tiene su principal raíz en los problemas económicos de las familias mexicanas, y solo como segunda razón, por la covid-19.
Cuando se habla de un presupuesto para la educación de los mexicanos, no se refiere a que ese presupuesto esté verdaderamente destinado para lograr que por ninguna razón el niño o joven abandone la escuela, ese recurso no es para pagar cuota de inscripción y colegiatura, no es para comprar los útiles escolares, no es para comprar el uniforme o el calzado, no es para que coman los niños y vayan a la escuela con el estómago satisfecho; no, no es para esto el recurso. De manera que, todos estos gastos indispensables para que el niño y adolescente puedan asegurar su asistencia a la escuela, corren a cargo del jefe de familia, de los padres, ambos deben tener considerado entre todos los gastos del hogar, los gastos escolares también.
Así que la pandemia por la covid-19 solo agravó el problema de la deserción; pues como ya dejamos claro que los gastos escolares corren a cargo de los padres, con los contagios y muertes por contagio, miles de fábricas, maquilas, negocios tuvieron que cerrar, millones de trabajadores quedaron sin un empleo, ya no tuvieron el medio para ganar un mendrugo. La desaparición de empleos fue lo que generó la imposibilidad de que niños y jóvenes asistieran a la escuela, o bien, que la abandonaran. Pues, para ejercer cualquier actividad física o intelectual, primero hay que estar bien comido.
El pueblo de México debe saber, que, así como el abandono escolar tiene su causa en las condiciones económicas del pueblo, en su carencia económica, muchos otros problemas cotidianos, por tan raros que resulten, tienen su causa en la pobreza. Si el gobierno mexicano quisiera cambiar este estado de cosas, si AMLO y la 4T en realidad quisieran cambiar la suerte y el sufrimiento de los mexicanos, debería combatir la pobreza; debería atacar las causas y no sus efectos. Atacando la causa, los efectos de estas se irán resolviendo en consecuencia.
Así que, en gran medida, la deserción escolar, la falta de recursos para niños y jóvenes en edad de estudiar, son culpa de las malas políticas sociales de la 4T, quien decide destinar más recursos a obras de relumbrón, que, a la educación de los mexicanos, que traería como consecuencia la formación de mujeres y hombres de ciencia, que conduzcan al país a un verdadero desarrollo en provecho de todos los mexicanos.
Y aprovecho la ocasión para felicitar a los jóvenes graduados de la generación 2019-2022, del Telebachillerato Gral. “Lázaro Cárdenas del Río” 8652, quienes apenas el día viernes 8 de julio celebraron su clausura, que llevó por nombre: “Las escuelas antorchistas, son escuelas progresistas”.
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