Desde que comenzó la pandemia de covid-19, nos cambió la vida a muchos mexicanos, y ahora sufrimos todos los días un incremento considerable de desempleo, violencia, adicciones, depresión en jóvenes y muchos otros problemas; por lo que, considero que la educación integral puede hacer mucho por todos nosotros.
La Enciclopedia Universal en Español, en su portal digital, define a la educación como un “proceso bidireccional mediante el cual no sólo hay una transmisión de conocimientos sino también de valores, costumbres y formas de actuar. La educación además de transmitirse con la palabra está presente en nuestras acciones, sentimientos y actitudes de forma intencional”. Proceso bidireccional porque el educador, en el trabajo de reeducar a otro también se va transformando.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), define la palabra integral así: “Que comprende todos los elementos o aspectos de algo”; entonces educar a otra u otro, debiera considerar todos los aspectos que le permitan potenciar todas sus habilidades y capacidades.
Las instituciones que brindan educación integral a sus estudiantes, en todos los niveles, además de prepararlos académicamente, les dan oportunidades para practicar de forma regular futbol, voleibol, basquetbol, baile regional, ajedrez, teatro, poesía y oratoria; además los concientizan acerca de los graves problemas que padecemos los mexicanos, ofreciéndoles alternativas a su alcance como disciplinarse, ser nobles, solidarios, sensibles y estudiosos.
La educación integral también implica atender las problemáticas emocionales, que ahora se han incrementado entre los alumnos; el programa Construye T, presenta actividades que se realizan en poco tiempo y contribuyen a educar las emociones de los alumnos. Ayuda mucho a los educadores y padres de familia, buscar el momento propicio en que los jóvenes tienen necesidad de ser escuchados, porque así podrán aconsejarlos y orientarlos, al conocer sus inquietudes y preocupaciones.
Se puede convertir a la escuela en un refugio para los alumnos que viven violencia intrafamiliar, sabrán que tienen, en sus maestros y compañeros, a alguien que los comprenda y brinde el cariño que en la casa no es posible recibir.
Indispensable es que un estudiante participe en concursos académicos, cívicos, culturales y deportivos, lo que permite a una persona atemperar su carácter y le da confianza para enfrentar las diferentes problemáticas que le presenta la vida.
Hoy más que nunca, se requiere que en las escuelas se brinde educación integral, para eso, no es suficiente el empeño y esfuerzo de docentes, directivos, padres de familia y alumnos, es fundamental que las autoridades de los más altos niveles de gobierno, destinen los recursos indispensables para lograr esto, brindando las condiciones materiales mínimas para hacerlo, instalaciones adecuadas para la práctica del deporte y la cultura, espacios para que los maestros y maestras puedan platicar con los estudiantes y entrevistar a los padres de familia, además que existan auditorios y todos los materiales necesarios para las diferentes actividades que se implementan. Incluso debiera haber comedores en cada escuela, para que los alumnos desayunen y coman en la misma.
El portal digital Expansión, publicó el 27 de enero que “en el año en el que se reanudarán las clases presenciales en México, el gasto público educativo será el más bajo de los últimos 12 años respecto al Producto Interno Bruto (PIB), lo que refleja el menor uso de recursos públicos para los niños y adolescentes del país…monto que representa el 3.1 por ciento del PIB, el nivel más bajo a partir de 2010, refieren cifras del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP)”. Así de preocupado está el gobierno actual por la educación. Considerando los daños materiales que han sufrido las escuelas y los materiales de limpieza que ahora se requieren, vemos como, prácticamente no hay medidas efectivas que contribuyan a mejorar la educación.
Por ello la educación integral, es un medio excelente para formar al nuevo ciudadano que necesita una sociedad más humana, pero necesitamos todos, organizados, exigir a los gobernantes que destinen recursos económicos para hacerla realidad, además, los padres de familia deben fomentar que sus hijos practiquen deporte, cultura y conozcan de política; seguramente serán sensibles al dolor ajeno, solidarios, disciplinados, nobles y así tendrán todas las herramientas indispensables para enfrentar las dificultades y problemas que la vida les presente, así, cuando no estén cerca de nosotros o cuando ya no estemos en esta tierra, en nuestro último aliento podamos decir: he contribuido, mediante mi esfuerzo, a la construcción del nuevo ciudadano que necesita nuestra patria.
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